Reencuentro

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- ¿Podemos ir a verle ya? - Preguntó Jungkook por quinta vez en la noche desde que el castaño puso un pie fuera del escenario, dando paso a otros alumnos. 

- Kookie - habló Jin - tenemos que esperar a que terminen cinco alumnos más para poder reunirnos con él, ten paciencia. 

 - ¿Ni al baño?

El mayor se rió bajito ante la insistencia del chico, parecía un niño - Ve anda, pero date prisa - Volvió a reír negando con la cabeza cuando el pelinegro salió de allí riendo bajito como un bebé - Este chico...

Jungkook caminó por los pasillos vacíos, buscando el baño mientras tarareaba una canción al azar. Estaba muy feliz, y tenía unas ganas inmensas de encontrarse con Yoongi para disfrutar cada minuto que le quedaba con él antes de que se fuera a la empresa que solicitó, Big Hit. Cuya sede estaba en plena ciudad de Seúl.  Él le había prometido que vendría a visitarlo en cuanto tuviera tiempo pero al joven le seguía destrozando la idea de no volver a verlo hasta un tiempo. Echaría de menos aquellos días en su pequeño refugio, las charlas infinitas, las risas, los besos y sus caricias, todo de él. 

Sí, tenía a Hoseok con él, pero todo sería muy distinto sin su presencia.  Por eso quería aprovechar cada momento, porque por fin ambos habían encontrado esa estabilidad que necesitaban. Cada día, Yoongi ha ido luchando contra sí mismo para cambiar y hoy con esa presentación y el significado que ocultó tras aquella canción,  era la prueba clave de ello. 

Suspiró contento mientras entraba al baño y quedó de frente al espejo, acomodando sus ropas y arreglando un poco su cabello algo ondulado.  Pero jamás se esperó lo que vendría a continuación. Escuchó de nuevo esas risas conocidas y de forma inmediata, la puerta se abrió tras él y por el reflejo del espejo lo vió, jadeando en sorpresa cuando la cabellera rubia se interpuso en su campo de visión.

Aquella sonrisa torcida, llena de prepotencia, poder y frialdad estaba de nuevo frente a él. El joven se giró asustado aferrándose al borde del lavabo, apretando con fuerza sintiendo su corazón oprimirse al ver que no estaba solo. Aquellos otros tres chicos de ese día estaban también a su lado. 

- Jungkook-ssi~

Sintió su estómago contraerse de la repulsión que le daba aquel chico. 

- ¿Qué quieres ahora? ¿No te cansas de esto? - Masculló con rabia.

Zico chifló ante su tono  - Ese genio chaval, contrólate ¿no? No te veo en posición de andar de valiente.

El menor se encogió un poco - ¿Qué quieres? No entiendo que te pasa conmigo pero déjame en paz de una jodida vez, porque yo no te debo nada. 

Chasqueó la lengua - Exacto. No me debes nada. Pero tengo cuentas pendientes con tu chico, ¿sabes? 

El joven se separó del lavabo, apretando sus puños a cada lado - ¿No tuviste suficiente con destrozarle la vida?

- Ehm no, no te equivoques chaval. Él mismo se la destrozó solito con meterse donde no debía y por dejarme tirado. Él sabía las consecuencias y aún así lo hizo.

- ¿Y lo que le hiciste a Jimin, maldito bastardo? - Jungkook dió dos pasos al frente. Zico lo imitó.

- Vaya, pero si ya estás bien informado ¿eh? Una pena lo del accidente, pero el chico estaba que te cagas.

Sintió las venas de sus brazos y cuello hincharse. Su cuerpo ardiendo de la impotencia. - Eres repugnante.

- ¿Vas a seguir insultándome o prefieres venirte con nosotros por las buenas?

Jungkook abrió los ojos atemorizado - Estás loco si crees...

- Por las malas entonces. Taemin, Wonho cogedle. 

Hold Me Tight - YoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora