¿Quién es él?

284 41 15
                                    


Los dos chicos salieron de aquella hamburguesería satisfechos con la comida. Esa tarde, tras haber aceptado el plan de Yoongi, Jungkook consiguió olvidarse de todas aquellas dudas y preguntas que le comían por dentro, quería disfrutar por un momento sin preocupaciones de él, desde que lo conoció era lo único que anhelaba y ahora que lo tenía temía de echarlo a perder. Le daba igual los demás, ambos estaban bien con la compañia del otro.

Por otro lado, Yoongi escondió por unos momentos sus demonios . Sin pensar, sin torturarse. Se sentia aliviado. La sonrisa del chico le estaba curando y aquello solo mantenía viva la llama de la ilusión de poder rehacer todo de nuevo, superar el pasado. Jungkook era todo lo que estaba bien después de dos duros años, su pequeño ángel, su luz entre tantas sombras, en medio de todas esas secuelas que seguían inminentes, el joven era el único que tras tanto tiempo las estaba apaciguando.

- No me lo puedo creer ¿eso pensaste de mi? ¿Esa es la primera impresión que doy?

- Ajam, como oyes - El joven reprimió una sonrisa - Un viejo cascarrabias atrapado en el cuerpo de un joven de 26 años.

Yoongi le miro ofendido propinándole un leve puñetazo en el hombro - Oye tú mocoso, no te pases. - El joven rió.

- Esa es la impresión que me diste cuando abriste la boca - Yoongi fue a reprocharle algo pero el joven lo interrumpió - Pero tu aura transmite otra cosa, Yoongi. Frente al piano, simplemente me pareciste pura magia. Sin embargo, tu presencia es algo más...¿oscura? Tienes algo que atrapa. Algo intrigante. Incluso podría decir que todo tu ser se refleja en la forma que tocas las partituras. La primera vez era melancólica, pero bella al mismo tiempo. – Hizo una pausa, frunciendo el ceño - Pero cuando volvi a pedirte que la tocaras, cambiaste de canción. Una simple, sencilla sin gracia. Me quedé mirándote, Yoongi.- El mencionado  escuchaba con atención al joven - Intenté descifrarte, pero era imposible. Y sigue siendo imposible.

- Kookie.

El pelinegro no podía aguantar más. Ese mar de dudas llegó a él como un tsunami. Ya no podía frenarse. No quería mas misterios.

- ¿Quién es él, Yoongi?

- ¿Qué? - El peliverde se paró en seco. 

- Vale, empecemos por una fácil, ¿qué me dices de Hoseok? - Yoongi abrió los ojos tomado por sorpresa- ¿Qué pasó con él Yoongi? Era tu mejor amigo. – Cerró los ojos, sentía mareos y una punzada en el pecho. Nunca dejaría de doler, se dijo así mismo. Esta pesadilla nunca va a acabar. - Yoongi por favor...quiero saber de ti, que confíes en mi. Estoy aquí para ti. Pero quiero entender, quiero ayudarte, quiero saber qué te atormenta tanto. Que pasó contigo para que me advirtieran de...

- Basta.

- No - Lo sabía, el joven lo sabía, quizá estaría estropeando todo pero desde que empezó hablar ya no pudo parar. Quería saber qué fue lo que cambió a Yoongi, queria conocerle. Porque le quería y deseaba dejar de sentirse como un extraño para él.

- Estoy harto de misterios, dime que fue lo que pasó y por qué me comparan con él. ¿Quién demonios es él Yoongi? - Silencio. Yoongi seguía con los ojos cerrado controlando el caos que estaba formándose en su interior. Después de unos segundos, el joven suspiró. - Zico también me habló de ti, me dijo que te mandara saludos que hace tiempo que...¿Yoongi?

Aquello fue la gota que colmó el vaso. Yoongi abrió los ojos de par en par, apretó los puños sintiendo sus venas hincharse, la misma que apareció en su cuello. La mandíbula tan tensa que en cualquier momento parecía quebrarse y las lágrimas. Gruesas gotas de lágrimas salieron de sus ojos empapando sus mejillas.

- No vuelvas - La voz del mayor estaba totalmente rota. Su cuerpo comenzó a temblar - No vuelvas a mencionar ese nombre. – Su voz era más grave que nunca - Olvídate de su existencia. Olvídate de todo aquello que te haya dicho. – Siguió llorando – No te acerques a él Kookie. Por favor – Suplicó roto en mil pedazos.

El pelinegro estaba asustado. Yoongi estaba a punto de derrumbarse, tan vulnerable, tan débil. Aquello estaba destrozando al joven. Sentía un dolor en el pecho que le asfixiaba. Sabía que sacar el tema no fue una buena idea. 

- Yoongi..no...

- Cállate. - Estaba temblando, con lágrimas silenciosas bañando su rostro. Y Jungkook solo hizo la unica cosa que podia hacer. Dió dos pasos, parándose frente a él. Yoongi no se apartó, tampoco tenía intención de hacerlo, dejándose rodear por los brazos del menor, escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello. Jungkook sentía al mayor quebrarse entre sus brazos, y no pudo evitar estrecharlo con más fuerza, evitando que se rompiera y sus trozos cayeran al suelo. Se quedaron por unos minutos así, rodeados del silencio, mientras las lagrimas de Yoongi mojaban la camiseta del menor y su mano se aferraba fuerte a la tela. 

El estruendo de la tormenta que se acercaba llamó la atención de los dos, y pequeñas gotas empezaron a caer. Yoongi se separó de él, pasó la manga de su chaqueta por el rostro quitando cualquier rastro de dolor, y tomó la mano de Jungkook con fuerza.

- Vámonos a mi piso, está cerca.

_____

La lluvia les había alcanzado antes de llegar y ambos estaban empapados en la habitación del mayor. El silencio entre ambos era abrumador. Yoongi se movía con cansancio tomando algo de ropa para el menor y una toalla.

- Toma una ducha caliente - Dijo en un susurro.

- ¿Y tú?

- Hay otro baño - Su voz era apenas audible y ni si quiera se volvió para mirarle a la cara. Jungkook simplemente asintió, no quería seguir presionando al mayor, no quería volver a causarle esas lágrimas. No otra vez. Seguía roto. No estaba bien. Era mejor dejarlo solo por un rato.

Cuando salió de la ducha vio a Yoongi, sentado en la cama con su rostro escondido entre sus manos, seguía mojado por la lluvia. El pelinegro le miró, sabiendo que lo que fuera que le estuviera pasando por la mente era puro caos. Se acercó lentamente hasta estar frente él y agacharse. Tomó sus manos y las apartó de su rostro. La imagen era demoledora. Ojos rojos e hinchados por la fuerza del llanto, una mirada llena de dolor y angustia.

 Con sus manos le acunó el rostro y depositó un beso en sus labios, el mayor no le rechazó, simplemente se dejó hacer. Cuando se separó, sus pulgares acariciaron sus mejillas, intentando recomponer a ese chico. 

- Hey..estoy aquí - susurró - estoy aquí contigo. - Volvió a besarle. El mayor le miró, con una mirada perdida, asustada y llevó su mano a la nuca del menor para acariciarle el cabello mientras un par de lágrimas se le escaparon.

- Estás aquí... - Y esta vez fue él quien plantó un beso. Permanecieron con sus labios unidos por unos segundos, sellando que se tenían el uno al otro. El mayor movió los labios con ansiedad, con las ganas de volver a sentir y querer. De volver a amar. Se fundieron en un beso cada vez más violento. Jungkook acabó a horcajadas encima del mayor quien estaba tendido en la cama. Se separaron y se miraron. Un escalofrío recorrió a Jungkook de cabeza a pies cuando vio un atisbo de brillo en los ojos de Yoongi.

El mayor aprovechó para darle la vuelta y acabar encima de él, entre las piernas del menor. El leve roce de sus miembros les hizo estremecer. No podía hacerlo, se decía. Su mente gritaba basta, pero el corazón opacaba esa voz con sus fuertes latidos.

Y justo en el instante que Jungkook le soltó esa sonrisa tranquilizadora, tan aniñada y cálida, todo en él se desmoronó. Todos sus sentidos se perdieron. Sintió paz, sintió su pecho inflarse ante tal sensación. Queriendo más volvió a atrapar sus labios  con ferocidad. Estaba perdiendo los estribos, el control.

A la mierda.

Apretó más su cuerpo contra el del menor, y el roce entre sus entrepiernas les hizo escapar un jadeo a ambos. Se sentía fuera de sí.

- ¿Qué has hecho conmigo, Jeon Jungkook? – Susurró sobre sus labios.

Hold Me Tight - YoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora