Capitulo 1. -Introducciones

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Me encuentro en un hospital, lo se por sus paredes inmaculadamente blancas, pero no solo por ello si no que noto todos estos cables conectados a mi, me siento un colador o algo así, miro hacia un lado y veo a mi madre dormida con su cabeza apoyada a la camilla, luce demacrada, ¿cuento tiempo llevo aquí? ¿unos días o una semana? la verdad es imposible saber. No puedo recordar nada... ¿por que no puedo recordar nada? me moví solo un poco y la persona sentada en la camilla levanto la cara de inmediato.

-¿Mamá? -mi voz sonó ronca

-¿Anabelle? o santo cielo cariño, ¡Mark! -dijo con lágrimas, por cierto lamenten mi falta de modales, mi nombre es Anabelle Oklensi- Pensé que no despertarías cariño.

-Tranquila mama, estoy bien, un tanto llena de agujas y aparatos pero bien mama, ahora dime... ¿Que hago aquí?

-Eso esperara un rato cariño tengo que buscar al doctor y a tu padre, hablaremos cuando estés mejor. - y así sin decir mas se levanto de su silla y salio de la habitación.

Trato de pensar cuanto tiempo he de llevar aquí y el porque pero nada viene a mi mente, y esto esta frustrándome, no logro encontrar nada; nada. Ni si quiera se como me encuentro físicamente.

Escucho un leve ruido en la puerta y veo un hombre con bata blanca.

-Anabelle, yo soy Michael Jobbs, soy tu doctor. ¿Como te encuentras? ¿te duele algo?

-La verdad no doctor, solo tengo una leve punzada en la cabeza pero nada mas. Podría usted ser tan amable y decirme el por que estoy aquí.

-¿No lo recuerdas? -parece asombrado de escuchar mi pregunta.

-¿No cree usted que si  lo recordara le estaría preguntando? -Si, eso sonó sarcástico pero creo que es lógico que si pregunto es porque no lo se.

-Tuviste un accidente de magnitud desconocida... Aun no explicamos que fue lo que sucedio, pero fuiste hallada en una carretera abandonada, llena de cortes, moratones y prácticamente sin pulso. Tenias una grave contusión craneal y estabas llena de sangre que era tuya, pero ninguna herida en tu cuerpo sugería que pudiese pertenecer, estuviste en un estado de coma por un mes y medio, es un milagro que no tengas nada roto, o algo peor... -Su aura cambio lúgubremente al finalizar de hablar, como si había algo que el aun no se podía explicar.

-¿Esta hablando en serio?

-Nunca antes he mentido antes, no veo porque tendría empezar hoy señorita Oklensi.

-¿Señor Jobbs? -Dijo mi madre- ¿cree que mi hija ya se pueda ir a casa?

-No veo porque no Sra. Oklensi, pero anterior al descargo de Anabelle tenemos que hacerle unos estudios preliminares y luego podrá ser libre de irse. 

-Muchas gracias doctor -dije en voz baja...

 Luego de unos veinte minutos vinieron las enfermeras a desconectarme, literalmente... Había demasiados cables y agujas alrededor de mi cuerpo,me ayudaron a llegar a la sala de donde se supone que harán las pruebas preliminares como dijo el doctor para poder irme de este lugar.

Para ser sincera nunca me gustaron las clínicas y los hospitales, nunca me dan buena espina.

-Esta bien señorita Oklensi, necesito que se acueste sobre la camilla y la maquina hará el trabajo, solo evite moverse.

-Esta bien -solo me acosté en la camilla y unas rendijas bajaron lentamente amoldándose a mi cuerpo, la maquina era una especie de cámara, supongo que es un examen a mi cuerpo a ver si no tengo algún traumatismo.

Luego de los 40 minutos mas largos de mi vida la maquina paro y con ella el doctor dijo que ya me podía ir, volví a la habitación en la que había estado minutos antes.

-En el baño te deje ropa cariño, cámbiate y por favor cariño sin importar como te veas luces hermosa.

No sabia a que se refería  mi madre cuando dijo aquello, excepto que luego de ponerme el jean y una sudadera gris con una chaqueta de cuero negra encima y mis vans rojas, logre notar algunos moretones en mis piernas,  cuando me mire en el espejo para recoger mi cabello al verme no evite soltar un pequeño grito de sorpresa.

-¿Anabelle estas bien? -dijo mi padre al otro lado de la puerta.

-Si papa, estoy bien, solo un poco no se... Confusa ante mi apariencia.

-Cariño esta todo bien -dijo mi madre.

Al mirar bien note lo que quería decir mi madre... Tenia un corte en el labio, un moratón en mi pómulo izquierdo que lucia mas bien verde, en la ceja tenia otro corte gigantesco, y  en la frente un moratón igualmente, no es que yo sea vanidosa ni nada pero lucia del carajo, mi cabello castaño esta un poco mas largo, llega a media espalda y es ondulado, mis ojos no sabría definirlos, nací con una mutación de genes llamada heterocromia, significa que mis ojos son de diferente color, un ojo verde aunque algunas veces se ve azul y otro color miel. Suelo usar un lente de contacto marrón en mi ojo de color diferente,  no es como si necesite estúpidos adolescentes burlándose de mis ojos, no es que tenga un complejo, de hecho es algo único... termino de atar la coleta alta y salgo del baño.

-Vayámonos de aquí papa, detesto los hospitales.

-Andando pequeña - dijo mi padre emprendiendo la marcha con mi madre tomados de la mano, en cuestión de segundos salimos a los pasillos y luego la bendita salida de este lugar.

Vinculados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora