No quiero dar mi nombre, dejemos esto en el anonimato.
Fui secuestrado, torturado y abusado, por la persona que jamás creí capaz de lastimarme.
No puedo respirar con tranquilidad desde que él me ha arrastrado aquí.
Las ventanas permanecen cubiertas...
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Tener a alguien para ti en sentimiento mutuo de amor, puede ser llamado algo mucho más que simple atracción.
Saber que puedes contar con esa persona para cualquier cosa, poder hablar de ciertos temas sin ser reprochado, sin ser callado. Entender que le importas y te dedica un pensamiento cada día.
Recibir de esa persona más que simples besos y caricias, actos que recibes de cualquiera pero que con la persona indicada se sienten diferentes. Escuchar sus palabras o leer sus letras, entender lo que quiere decir, compartir algunos gustos y disfrutar de la mutua compañía.
Jamás había sentido algo tan profundo. Y hablo en serio, por nada.
Pero conocí a alguien y lo adoré como el mayor tesoro que la vida me había permitido. Decidí que sería solo mío, por siempre eternamente, hasta el final de mis días.
Me ha hecho reír y llorar de felicidad más que cualquiera, me regaló lo mejor de sí cada día.
Si eso no era amor, explíquenme ¿qué era?
Quizá así pueda entender porque no pude dejarle tras conocer sus secretos, sus dolores y problemas.
Cuando supe que todo iría mal y aun así no me alejé.
