Capítulo Nueve:

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¿Estoy seguro de lo qué haré ó dire?, probablemente no lo estoy pero pretendo que sí y que no tengo nervios. Seguro pensará que soy un loco, ¿Es fácil enamorarse en poco tiempo?. Pues sí, desde que la conocí sentí atracción por ella pero amaba a Kushina por lo que nunca la miré con otros ojos.

Una vez que me separé de ella fue distinto, como si me quitara una gran venda de mis ojos; quien lo diría, de verdad me enamoré de la hermana de mi alumno..

-¿Puedes escucharme un momento?. - pregunté sin soltarla.

-Yo... le prometí a Obito volver pronto, seguro se preocupará. - respondió tratando de soltarse.

-Por favor, será rápido. - la apreté aún más.

-No, en verdad será rápido. -

-¿Te parece mejor otro momento hablarlo?. - preguntó nerviosa.

-No, lo siento. Será aquí y ahora, así que por favor escúchame. - le di la vuelta.

Sus ojos negros me veía fijamente, su cuerpo estaba tenso por el contacto entre ambos. Sus mejillas se encontraban rosadas, solté poco a poco su cintura para posar mis manos acunando su rostro. Mi pulgar acarició su labio inferior, suave.

-Hace tiempo te encontraba linda, pero nunca me imaginé pasar de ese límite. Hablo de verte como sólo la hermana mayor de mi alumna, eres más que eso ahora. -junte su frente con la mía- Tiempo después pude ir apreciando tanto tu belleza interna como externa, todo el día estuve extrañándote como no tienes idea. -

La quería no sólo hoy en mis brazos viéndola sonreír, al parecer la quiero bastante tiempo así.

-Quería verte con ansias hoy, y se cumplió. - continúe.

Sentí como se comenzaba a alejar poco a poco de mi, no pretendo encerrarla en un callejón sin salida. La solté poco a poco, aunque en ese momento mi corazón se apretó demasiado al ver como se distanciaba.

-(Tn), me gustas... seguro es poco tiempo para ti, pero nunca nadie comprenderá de qué manera trabaja el amor; por lo que seguro me crees un loco, ¿No es así?. - la miré a los ojos.

-Ni yo misma sé que es querer a alguien, siempre fue mi familia antes que un amor. Lo lamento. - respondió confundida.

-¿Nunca te has enamorado?. - pregunté sorprendido.

-Nunca, por lo que... -me sonríe nerviosa- no sé si puedo corresponder el sentimiento, lo siento. -

Todo se volvió cámara lenta, el como se daba media vuelta y su cabello se movía, corrió hasta la puerta para salir haciéndome reaccionar con aquel ruido de está cerrar fuertemente.

Lo hice. Lo dije. Me sentía tranquilo de ser sincero, pero a la vez mal; ¿La razón?, creo que es obvia. Cerré los ojos unos segundos recordando aquel sorpresivo encuentro de hace unos minutos, vaya que fue extraño pero fue perfecto para mi.

Si el destino nos quería juntos pronto se sabría, no pretendo molestarla con eso de "luchar por su amor", sería molestarla e incluso casi obligarla. Sí, quizás la podría enamorar con eso, pero prefiero que ella lo haga sola.

Simplemente nos queramos como somos y no por buscar la aceptación del otro. Subí nuevamente a la habitación, creo que tomaría esa ducha a pesar de todo.



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Abrí la puerta lanzando las llaves a la mesita del recibidor, cerré esta rápidamente y corrí a la habitación. ¿Qué excusa le daría ahora a Obito?, ¡No había ninguna en mi mente!. Sentía la mirada fija sobre mi mientras corría a mi habitación hasta sentir una mano tomarme del brazo.

-¿Oye qué te pasa?, ¿Sucedió algo cuando ibas al mercado?. - preguntó confundido.

Prometí nunca mentirte y contarte todo lo que me sucediera, te estoy fallando pequeño hermano. Pero, ¿Cómo decirle que su profesor de prácticas se me acaba de declarar y como plus lo miré sin camisa?. ¡No podía!, no ahora.

-¿(Tn)?. -

Mis lágrimas comenzaron a salir sin parar, me sentía débil, confundida y mentirosa. Odiaba mentir, algunas veces lo hacía pero me hacía sentir mal.

-Oye (Tn) me estas preocupando. - respondió.

Simplemente me solté y me encerré en mi habitación, no hice caso a los repetidos golpes y llamados por parte de Obito. Solamente quería pensar, ¿Qué siento yo?. ¿Amor?, ¿Atracción?.

Mi cabeza esta hecha un desastre, mis lágrimas salen sin parar y yo me siento realmente confundida. ¿Acaso siento amor?, no lo sé, nunca he tenido novio y menos me ha gustado alguien. ¿Gustar de alguien es cuándo sientes cosquilleo en el estómago?.

¡Basta (Tn)!, no debería pensar tanto. Después de todo, no sé ni que me pasa a mi misma. Preferí cambiarme de ropa por una más cómoda, después de unas horas y una mente más despejada decidí ir a buscar algo que comer.

Aunque sinceramente no tenía hambre después de todo esto, las luces estaban apagadas por lo que deduje que Obito se había ido a dormir.

¿Alguien se puede enamorar en siete días?, parece que él sí. No veía malas intenciones, ¡No, para!. Dije que no pensaría tanto en ese asunto. Pero para ser sincera nos conocemos de hace meses, sólo que estos últimos días hablamos y convivimos más que antes.

Lógico, él estaba casado y respetaba su relación; yo sabía que estaba casado y nunca lo vi con otros ojos más que siendo el profesor de mi hermano.

-¿Te sientes mejor?. - acarició mi cabello.

Sentí su cabeza recargarse en mi espalda, por la parte de arriba. Recuerdo que cuando era niño y yo me sentía mal, se acurrucaba sobre mis piernas abrazándome por la cintura diciéndome "Hermana, eres muy bonita para llorar ó estar triste..."

-Hermana, eres muy bonita para llorar ó estar triste, me gusta verte feliz y sonriendo. - respondió.

Mis lágrimas salieron sin aviso, me di la vuelta y lo abracé. A pesar de ser menor que yo, era incluso más alto. Era mi única familia, no podía esconderme, no podía ocultarle algo a él.

Aunque fuera extraño, se lo contaría sin reproches. Era mi hermano y quizás era la única persona que me salvaría de mis pensamientos.

-Obito... necesito hablar contigo. - respondí al fin.

-Sabes que siempre estaré para escucharte, hermana. - respondió.

"Ustedes dos deben quererse y no pelear, son sólo ustedes dos como hermanos." Papá, mamá, tenían mucha razón en eso. Hay diferencias, pero aceptamos que no podemos ver al otro triste por que nos destroza el alma.

Final Feliz (Minato y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora