Capítulo 4

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Negué la cabeza repetidas veces mientras Damon me sostenía contra la puerta.

-Damon- volvió a hablar Titan mientras de mi. Al escucharlo otra vez,mi piel se erizó- Vamos, ¿estás con una chica allí adentro?

Miré de manera suplicante los ojos de Damon,los cuales al segundo se volvieron distantes, como si estuviera pensando algo.

-Si- habló.

Mis ojos se abrieron a más no poder, me armé de valor para querer golpearlo en la mejilla,pero me detuvo. Su gran mano agarró la mía y la estampó contra la puerta,haciéndome soltar un pequeño grito.

-Oh vamos,no puedes ser tan imbecil Damon- habló el chico que estaba con el anteriormente.

-Si no quieren escuchar mientras lo hacemos... será mejor que se vayan- ladró cerca de mi rostro.

Mis mejillas se tornaron a un color rojizo intenso, bajando mi cabeza totalmente avergonzada suspiré.

-Eres un imbecil- se rió el desconocido mientras se escuchaba como salía del baño.

Luego unos pasos tranquilos se fueron alejando. Esos sin duda eran los pies de Titan mientras se dirigía a la puerta del baño, dispuesto a salir.

Miré a Damon con atención, y pude notar como aún me miraba fijamente. De un movimiento brusco juntó su cadera con la mía,haciendo que choque contra la puerta. Solté un gemido por el susto y nuevamente sentí mi rostro arder.

Estábamos en toallas,lo que me hacía querer gritar por la incomodidad que estaba sintiendo en éste momento.

De pronto se escuchó la puerta del baño cerrarse de golpe,avisandonos que Titan se había ido. Sin duda la situación lo había espantado.

Suspiré profundamente con alivio. Miré hacia arriba con un poco más de calma cuando visualice a Damon muy cerca de mi rostro. Su nariz rozaba mi frente y su aliento golpeaba mi nariz, ésto era por lo alto que era a mi lado.

-Damon, ya se fueron todos- hablé por lo bajo.

-Lo sé.

-Entonces suéltame- puse mis manos rápidamente en su pecho desnudo e intenté empujarlo. - Suéltame Damon.

-¿Sabes lo lindo que suena mi nombre en tus labios?- susurró dándome una pequeña sonrisa.

-No me importa- insisti- quiero que me sueltes... me siento... me siento incómoda.- bajé la cabeza apenada.

De pronto su cuerpo entero se alejó de mi, y consigo su calor.

Vi como me daba una mirada profunda antes de agarrarme del brazo, alejarme de la puerta y abrirla. Enseguida me soltó y apuntó a mi libertad.

Sin dudarlo dos veces salí corriendo de la ducha y busque mi mochila. Al encontrarla me puse en una esquina y me coloqué la ropa con descuido, pero obviamente sin mostrar mis partes íntimas.
Sentía a mi corazón latir a millones de quilómetros, y mis manos no paraban de temblar.

-Tranquilizate ¿quieres?- bufó Damon mirándose al espejo mientras se peinaba con su mano derecha- además... no hicimos nada.

No respondí, estaba demasiado acelerada como para tener una plática. Quería salir de allí lo más rápido posible.

-Cierra la puerta cuando salgas- Hablo esta vez dentro de la ducha. Al segundo escuché como la llave se abría y supuse que se había empezado a bañar.

Sin perder más mi tiempo,abrí la puerta y salí de madera brusca, sin mirar antes si alguien se encontraba en el pasillo,choqué con un cuerpo apenas me escapé. 
Miré hacia arriba y mis ojos se conectaron con unos claros y conocidos.

-Gay- le di una sonrisa nerviosa.

-Kai- corrigió confundido.- ¿Que hacía en el baño de hombres?

Su piel oscura estaba húmeda por la transpiración y logré entender que había llegado corriendo.

-Me confundí- atiné por la verdad- pensé que era el baño de chicas, pero apenas me di cuenta salí- bueno,no toda la verdad.

El me miró no muy convencido para después sonreír.

-Ya veo...- me miró entrecerrando los ojos- o será que...- tragué saliva nerviosa- ¡querías ver a los chicos desnudos!

-¿Que? ¡No!-negue con la cabeza rápidamente.

-¡Pervertida!

-¡Kai!- mis mejillas se calentaban rápidamente.

Su risa sonó en todo el pasillo,haciéndome querer salir corriendo. Quise esquivarlo y dirigirme al baño de chicas pero me detuvo.

-Oye,tranquila- trataba de tranquilizar su risa-solo estoy bromeando.

-Quiero ir al baño- me solté de su agarre y entré rápidamente sin mirarlo.

Oí su risa desde adentro e intenté ignorarlo. Me dirigí a la ducha y me dispuse a concentrar mi mente en algo ajeno de todo lo que había pasado.

¿Pero en qué podía pensar? Si no tenía recuerdos.

De pronto una tristeza inmensa me se sacudió en mi pecho. Intenté retener mis lágrimas, pero fue en vano.
Un quejido salió de mi garganta, me cubrí la boca tratando de evitar más sonidos.

Era algo que tenia que sacar de mi interior, no podía mas contenerlo.

Me sentía sola, y eso me hacía quebrar por dentro.

De pronto un golpe se escuchó en la puerta y por instinto solté un pequeño grito.

-Oye,niña- una voz femenina en llamo de afuerza de la ducha- escucha... ¿estas bien?-sonaba incómoda.

-Si- dije sin pensarlo y me dispuse a secar mis lágrimas.

La voz no se escuchó más  y lo agradecí mentalmente.

Al terminar de bañarme, me sequé y me dispuse a ponerme mi ropa,la cual estaba sucia y en algunas partes rota.

De pronto otro golpe se escuchó del otro lado de la puerta.

-Niña- era la misma voz que la anterior- te traje tu uniforme.

Confundida abrí un poco la puerta para poder ver mejor a la persona que se encontraba afuera y me sorprendí. 

Era la chica que se encontraba anteriormente en el gran salón en donde me habían interrogado. La chica de cerca se veía aún más linda y ruda que como se veía desde lo alto.

-Aqui tienes- me estiro su mano, y en el un traje totalmente negro se encontraba en el. -No pertenece a ningún elementos- aclaró. 

Me quedé mirando su plateado cabello unos segundos para después mirarla a los ojos, eran grises.

-gracias- hablé por lo bajo para luego agarrar la ropa y darle una pequeña sonrisa.

Ella simplemente asintió para luego desaparecer de mi vista. Por el espejo pude ver como se dirigía a la puerta de salida, y antes de salir me miró por el reflejo.

-Una cosa mas- me miraba seriamente- no te recomiendo volver a llorar.

Mis ojos la miraron sorprendida y me sentí realmente incómoda.

-Suena duro,lo se.- habló de nuevo- pero es lo mejor para que no se aprovechen de tu... insegura persona.

Asentí rápidamente un poco confundida para después ver como salía del baño.
Cerré la puerta y me recosté contra la misma,solté un suspiro agotador para luego mirar mi nueva ropa.

Debía adaptarme.

 

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