𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚂𝚎𝚒𝚜

320 38 45
                                    

❀❁❀❁

El lugar donde he perdido mi tiempo.
Quedando fascinado por los gestos del cielo.
Incontrolablemente te extiendes sobre mí.
Mi mirada está llena de ti.
Ni siquiera puedo respirar.
No es fácil, bebé.
Cuánto mas trato de escapar,
Se vuelve más profundo.
De esta forma:
Caigo, caigo, caigo por ti.
En tu pantano.
Caigo, caigo, caigo sin fin.

(...)

Mi respiración es corta, como si me ahogara.
Es bastante cómodo, así que voy más profundo.
Fall, fall, fall.
Te digo, estoy cayendo.

En el cielo que se refleja, dibújame aún más profundo.
Para que dure un largo tiempo en tus recuerdos.
Déjame tallarme profundamente.

Sí, es una mentira, sabes como mentir.
Dije que me enamoré de ti, pero me dejaste en los profundo.
No tienes fin, me impregno en ti.
Estoy perdido, no se puede volver atrás.

(Como la canción es una joyita, en multimedia, de nada ♡).

—EXO.

❀❁❀❁

JongIn había estado demasiado nervioso cuando salió del restaurante temprano. Jimin se burlaba de él, diciendo que disfrutara de su cita no cita.

¿Acaso había olvidado que tiene novio?
Desechó sus pensamientos cuando vió al mayor, abriendo la puerta del vehículo para que subiera. —Gracias, Hyung. —Siempre lo hacía, y JongIn estaba maravillado con eso. Kyungsoo era todo un caballero.

Durante la velada, JongIn se había jactado de eso. Abrirle la silla, y esperar hasta que se sentara. Servirle. Atenderle. Dios, estaba maravillado con él.
Siempre habían temas para hablar, risas por las bromas. ¡Incluso se había reído con él!
Esta nueva faceta que descubrió de su hyung, le gustaba, demasiado. Parecía que en el restaurante siempre se contenía, pero ahora, ellos dos, disfrutando de la cena que el mayor había preparado, era muy bueno. ¡Incluso comió vegetales! Eso era una buena cosa, pues a Nini rara vez le apetecía probarlos. —Tu casa es bastante acogedora, Hyung. —Dijo el menor, sorprendiendolo un poco por la calidez que vió en sus ojos. —Eres bienvenido cada que desees, JongInnie. —Soltó, mirándolo fijamente, haciéndolo ponerse nervioso y avergonzado. La implícita petición de que volviera, en una sencilla invitación creaba una tensión devoradora. El pirata estaba cada vez más conquistado por ese tesoro. Y, casi sentía que el tesoro había sido conquistado también.

Y JongIn lo había descubierto últimamente. Su Hyung lo hacía sentirse nervioso, cada que lo miraba, cada que le sonreía, cada vez que le hablaba, todo él se estremecía en nervios y placer tortuoso. JongIn estaba tan perdido, porque no sabía de dónde provenían tantas emociones embriagantes y aterradoras.

Sin embargo, a él le gustaba sentirlas.

Después de la cena y la plática acogedora, ambos decidieron ver una película en el aparentemente cómodo sillón de Kyungsoo. Durante está, los comentarios y bromas no se hicieron esperar. El tiempo con su hyung pasaba volando. Y raramente se daba cuenta de sus acciones. No había sido consciente de como se recargaba en el mayor, convirtiendose en una bolita de masa caliente, cuando este lo envolvió en sus brazos y disfrutaron juntitos el final de la película. Tampoco notó como sus ojitos se cerraban, y se acurrucaba en el mayor aún más. Con una confianza íntima única.

Kyungsoo estaba disfrutándolo, mucho, pero sabía que era tarde, y el menor debía volver a casa, con su novio. Ahg. Le molestaba tanto ese hecho. Él podría ser egoísta en ese momento ignorando el hecho de que debería de volver a casa con el otro. Do quería, que el resto de su vida, fuera como este precioso momento, con el menor entre sus brazos, reposando con toda la calma del mundo, sin que exista alguien más.

—JongInnie, nene, despierta. —Murmuró el mayor, con pesadez, tenían que volver al mundo real. El menor se quejó, removiéndose entre sus brazos, enterrando su rostro en el hueco del cuello de su hyung. —No quiero, Hyung... —Murmuró, más dormido que despierto. Aquel lugar que descubrió entre sus sueños, olía realmente maravilloso, y no quería despegarse de él.

Él. Kyungsoo. JongIn despertó. Avergonzado. Se abría separado de golpe, de no ser porque el mayor, riendo, lo apretó contra su cuerpo. —Uhm. ¿Descansaste, JongInnie? —Preguntó, disfrutando de la vergüenza ajena, que perplejo lo miraba. —H-hyung. —Balbuceó, enterrándose aún más, abrazandose al mayor. Era tan bochornosa la situación. ¿Cuándo es que se había quedado dormido? Quizás desde el momento en que el lugar le pareció tan cómodo y maravilló, como para ser consciente de lo demás.

—Debes volver a casa, JongIn. Ya es tarde, vamos. —Aquello le había devuelto a su realidad. El moreno tenía pareja, y no debía estar metido en los brazos de alguien más, pese a que se sentían tan correctos. Y JongIn quería decirle que no, qué él deseaba quedarse esa noche ahí, pero simplemente no podía hacer eso.

No podía arruinar de esa forma a su hyung.

Pero su agonía fue tanta durante el transcurso a casa, no habían mencionado palabra alguna, sin embargo, JongIn sabía que ninguno deseaba eso.

—Gracias, Hyung. Ha sido el día más maravilloso que he tenido. Descansa, KyungSoo Hyung. —Pronunció, despidiéndose del mayor con un beso en la mejilla de nueva cuenta, y antes de poder bajarse de la camioneta del mayor, fue detenido.

—No te he dado tu regalo, JongInnie. Toma, me gustaría vertelo puesto. —Una pequeña caja, adornaba su vista, su emoción le ganó, tomandola. —¿K de Kyungsoo Hyung? —Preguntó con burla, sacando la cadena con su dije. —Es K de Kai, pero si tanto piensas en mi, adelante, Nini. —Murmuró con una sonrisa de autosuficiencia. Era un gesto que no podía evitar. —Es preciosa, Hyung. Gracias. —No era un secreto que al menor le encantaban ese estilo de detalles, pero fue gratificante ver su sonrisa, y aún más cuando lo abrazo y besó de nuevo.

Es un angel. Pensó. Una vez entró por esa puerta, rezó, porque aquel idiota de novio que tenía, no arruinara su trabajo por verlo tan feliz.

❀❁❀❁

❝In love with the wrong boy❞ ━━SooKai .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora