❝In love with the wrong boy❞ ━━SooKai .

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚂𝚒𝚎𝚝𝚎

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¿Recuerdas las palabras qué me dijiste?
"Amarte hasta el día que muera"
Renuncié a todo porque tú,
Me hiciste creer que eres mío.
Sí, solías llamarme "bebé".
Y ahora me llamas por mi nombre.
Te tomas días para conocerme.
Y ahora me vences en mi propio maldito juego.
Me empujas, y me estoy alejando.
Me estoy alejando de ti.
Te doy, y tú recibes.

(...)

Dime que me quieres...
Fuera de tu vida.
Y sólo seré un hombre muerto caminando esta noche.

—5SOS.

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—KyungSoo, uh ¿Hyung? Yo... Necesito ayuda. Uh, peleé con Sehunnie. Él me echó de casa. No tomé dinero, así que no puedo pasar la noche en un hotel. —Los nervios, la vergüenza, el desastre de emociones que justo ahora era, le eran perceptibles desde el otro lado de la línea.

Con el pecho oprimido, desgarrado por lo que aquello implicaba, el mayor se atrevió a responder: —Bien Nini, solo dime dónde estás. —Era tarde, mucho. Pero a Do no le importaba correr a la hora que el menor le necesitase. Él no pensaba dejarlo dormir en la calle como su desconsiderado novio.

—¡JongIn! ¿Qué demonios te ocurrió? —La preocupación invadiendolo con un fuerte golpe en cuanto tuvo al menor frente a él. ¡Estaba sangrando! ¡Dios santo! Al chico no parecía importarle tanto, ya que solo un estúpido trapo lo cubría. Aún así, la sangre chorreaba en pequeñas cantidades. —Tengo que llevarte al hospital, eso no se ve bien. —Avisó, subiendolo a su camioneta, comenzando a trazar la ruta más cercana al hospital.

—Eh, no es necesario, Hyung. Solo me corté con unos vidrios rotos cuando me caí. —Explicó apresurado el menor, no queriendo alarmar más al mayor. —Fué SeHun, ¿No? Kim JongIn, no seas un sin vergüenza, no te atrevas a mentirme o te bajas aquí mismo. —Espetó con molestia el mayor, demasiado irritado por la misma historia del menor. "Me caí", "me tropecé", "no es nada, Hyung". Siempre era lo mismo. ¿Por qué solapaba sus mentiras?

—Solo tuvimos una discusión, él revisó mi celular sin mí permiso. Le grité, luego él también, me reclamó los mensajes, ambos hicimos... —Suspiró, pareciendo seriamente cansado. —Yo lo comencé, hyung. —Murmuró con voz amortiguada. Una risa sarcástica salió de los labios del mayor. —Sí, tu siempre tienes la culpa, Kim. —Respondió, alertando al menor, puesto que nunca lo nombraba por su apellido, solo cuando se molestaba; haciendolo peor que se estuviera estacionando, cruzado de brazos. El mayor pedía paciencia a fuerzas invisibles, porque con ese mocoso realmente la necesitaba. Todos sus estudios se iban al carajo cuando sus sentimientos le comían el cerebro, todo por un chico de cara bonita. Sabes que no es solo por eso, se dijo mentalmente.

—Baja, Kim. Ahora. —Musitó, su voz helada, estremeciendo al menor. Pánico inundándolo. —Uh, no Hyung. En serio, estaba tan molesto de que SeHun se atreviera a reclamarme los mensajes con usted. Cuando él sale con Baekhyun y no puedo decirle nada. No tengo permitido ser celoso, y eso es tan injusto. Yo reclamé eso, nos molestamos, yo rompí unas fotos y después terminé en el suelo. Con cortadas, y un corazón roto. —Dramático como siempre. Pensó el mayor. No sería JongIn si no fuera así, y cómo todo un buen amigo, siempre lo apoyaría, pensó con ironía.

Era por eso que lo llevó a su casa, ayudó con su vendaje, y le dejó su cama para que durmiera cómodo. Claro, todo esto no sin antes exigirle una explicación correcta de todo. Aunque lo lastimara también en el proceso.

Esta misma explicación, impidiéndole dormir. ¿SeHun creía que JongIn y él, podrían estar en algo? Eso era incorrecto, de una manera u otra. El chico era tan responsable, teniendo una gran moral, como para llevar en su consciencia que le era infiel a su pareja. No podría vivir con su consciencia sucia. Y segun Kyungsoo, JongIn amaba tanto a Oh, para aceptar su mierda.

¿Qué tan profundos eran sus mensajes? Ni siquiera eran extraordinarios, solo un saludo de buenos días, excelentes deseos para el día, uno de buenas noches. Saludos, en pocas palabras. Nada del otro mundo. ¿Por qué checar su registro de llamadas? ¿Sehun no confiaba en él? Quizás su consciencia estaba tan sucia, que creía JongIn era capaz de hacerle lo mismo que él le hacía.

Es un estúpido.

Kyungsoo realmente lo detestaba. Pero era satisfactorio ver qué, cuando Sehun lo rechazaba así, JongIn corría hacia sus brazos. El mocoso se había dado cuenta, donde es que su novio buscaba refugio. Lo estaría pasando mal, si de verdad le importara.

Pero no lo hace. Y JongIn debería comprender eso. Solo que el mocoso entendía lo que quería y no lo pensaba detenidamente. No se respetaba a sí mismo. Tampoco Do Kyungsoo se tenia una pizca de respeto, porque corría en el rescate de su precioso tesoro sin importarle nada.

Sin embargo, todo valía la pena, cuando el moreno despertaba en su cama, después de haber insistido en que podían compartirla, casi entre sus brazos, y lo miraba de aquella manera. Sintiéndose cálido irremediablemente. Condenándole cuando le sonreía, y Kyungsoo corría a prepararle el desayuno inmediatamente.

Dándole a probar y conocer, lo que sería una vida a su lado. Una vida que el menor, nunca se dejaría vivir, porque se torturaba al aceptar la miseria de Oh SeHun.

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