Uno

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A vos...

Sé que sabrás de qué trata esto incluso antes de leerlo y lo hago por escrito no sólo porque siempre se me dio mejor escribir que hablar, sino porque me conozco lo suficiente para saber que mi lado emocional no me dejaría decir ni la mitad de lo que quiero.

Desde hace un tiempo que sabía que tenía que hacer esto y lo dilataba porque a pesar de tener conciencia de que todo no era más que una burbuja, era una burbuja que a su manera me hacía bien, una burbuja en la que sentí cariño del bueno y me permití sentir cosas que si bien sé que no son correctas tampoco puedo negar que existen. Hoy debo sacudirme la ilusión y volver a tratar de retomar la cordura, reconocer que hay una realidad en la que no es posible ese sentir en paralelo, y respirar hondo para aguantar el desánimo que me llena. Me encantaría decir que esto será un borrón y cuenta nueva pero no es así, es una situación complicada porque tengo el piso movido y no se me da bien racionalizar las cosas para que no me duelan, pero también soy lo suficientemente adulta como para aguantar las consecuencias y bancarme el bajón.

No sé jugar con estas cartas, me agobia darme cuenta que siento celos y que busco espacios que no son míos y como te dije una vez, creo firmemente en que no tengo derecho a lastimar a gente que me quiere y a la que me debo y ese es el riesgo que estoy corriendo hoy. No seré falsa diciendo que esto me resulta fácil, ni que no entro ahora en una especie de síndrome de abstinencia de vos... No negaré que esos espacios me dieron alegría, entusiasmo, esperanza y satisfacción... No puedo decir que no hay sentimiento y que de la noche a la mañana dejaré de buscar tus juegos y tus atenciones. Pero mi burbuja se revienta a diario por la realidad y ya no sé si prefiero que esto me duela ahora o seguir sumando día a día esa incertidumbre de no saber siquiera si puedo hablarte o si debo enmascarar cada una de las palabras que diga porque todo esto es algo que únicamente se puede mover tras bambalinas.

Me gustaría poder abrazarte fuerte una última vez, pero lo dejaré sólo como un deseo... Soy demasiado consciente en que no hay que sobredimensionar la fuerza de voluntad cuando esta está sostenida por hilos delgados, así que dejo mi sinceridad sobre la mesa, reconozco que me siguen pasando cosas, que esto me duele como una espina en el pecho que no me puedo sacar y que cada vez que esté cerca me costará horrores mantener una máscara de indiferente autocontrol. Te dejo un te quiero, una caricia y un par de lágrimas también... Te dejo mis más grandes ganas de que estés bien y que seas feliz, te dejo la confesión de que seguiré por mucho tiempo soñando tus locuras y que en cuanto envíe esto me encerraré a llorar un rato para que nadie vea cuanto me afecta estar sin vos.

Tu alguien.

LO QUE NUNCA DIJEWhere stories live. Discover now