-Hermanito – una mujer con un gran parecido a Samuel,entró. – Mamá y yo hemos venido a conocer a tu esposa, ya que tú no te dignaste a presentárnosla.
-Hermana – la besó – y dónde está mamá?
-Haciendo su entrada triunfal. Tú debes ser la Reina – se inclinó – soy su cuñada Madeleine. Llevamos dos días de viaje para conocerla. Tengo un hermano tan desconsiderado que no la ha llevado a conocer a su nueva familia. Eres muy guapa, normal que haya cancelado una boda y ha esperado tanto tiempo para casarse contigo. Si, llevaba con su enamoramiento desde que te vio y solo ha deseado tenerte entre sus brazos todos estos años. Ahhh, que bonita historia de amor, a mis sobrinos cuando los tenga les encantará escuchar esto. Por cierto, estás embarazada? Mamá y yo la verdad es que estamos deseando tener a varios niños correteando por casa y jugar con ellos, porque eso sí, los mimaremos todo lo que podamos. También me das envidia, pero sana. Desearía encontrar un hombre y que sea igual de feliz y me quiera como mi marido me quiere a mi. Juro que no tardaría en tener varios niños, me hacen tan feliz. Pero por ahora, hasta que mi hermano me encuentre marido, debo esperar y disfrutar viendo como os amáis y de mis sobrinos, por que estás embarazada verdad?
-Madeleine – una voz serena pero autoritaria se escuchó por toda la sala – qué pregunta es esa? – una mujer pequeña,que por el mismo parecido pude deducir que es la madre de ellos – Además, coge aire hija,que un día de estos te vas a ahogar.
Ella se acercó a su hija y lo abrazó y luego se acercó a mi.
-Me alegro tanto de volver a verte Ibeth – me abrazó – la última vez tenías diez años y eras una niña muy inquieta y rebelde – sonrío – pero te has convertido en toda una mujer hermosa.
-Gracias Alteza. Usted también es muy guapa.
-Aii niña – se rio – yo me estoy haciendo vieja – cogió mi mano y comenzó a caminar conmigo a su lado hasta el balcón – últimamente los dolores de huesos y el cansancio pueden conmigo.Pero no te confundas, todavía doy mucha guerra – ahora las dos nos reímos. – Espero que mi hijo te trate bien.
-Si Alteza, es muy bueno conmigo.
-Menos mal, con la guerra que dio, como para que ahora te trate mal. Ahh, y a Madeleine no le hagas mucho caso
-Mamá – se escuchó una queja desde el salón.
-Si, mi hija es un poco impertinente y si como si eso no fuera suficiente, no se calla ni debajo del agua.
-Mamá – apareció Samuel – cuánto tiempo os quedareis?
-La verdad es que no lo sé. Tengo pensado hacer varios viajes y visitar a varios familiares, alomejor unos meses, si no os importa claro.
-Como nos va a importar? – preguntó Samuel mientras se acercaba a mi y me separaba de su madre, poniendo una mano en mi cintura – esta es tú casa y seguramente no nos veamos mucho.
-Hijo, no piensas hacer un baile o algo? – el negó asustado con la mirada – yo lo prepararé.
-No mamá. Antes de interrumpir nuestro desayuno, le quería comentar a mi preciosa esposa que nos iríamos dos días al monte.
-Los Reyes de las Highlands se van a vivir a una cabaña? – estaba ofendida ahora.
-No mamá, iremos a descansar unos días, y a disfrutar de nuestra luna de miel.
-Hijo, tenemos una casa en una zona de playa, otra en la ciudad y otra en España, llévala a cualquier sitio menos a una cabaña.
-Mamá y por qué no nos dejas decidir a nosotros?
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IBETH. Saga Beth
Romance200 años después dos almas que no consiguieron ser felices anteriormente se vuelven a encontrar. Duncan y Elizabeth fueron la primera vez que se encontraron. Eric y Elsbeth la segunda vez. Será la tercera vez cuando Ibeth y Samuel se encuentren la...