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Despertar siempre había sido un evento normal para Jaebum. No había nada especial en abrir los ojos, restregar sus manos en ellos y luego soltar un gran bostezo, pero fue un dulce aroma a fresas el que lo perturbó esa mañana, provocando que se despertara casi de golpe.

Frente a sus ojos una rubia cabellera parecía brillar con el reflejo del sol, y unas bonitas pestañas comenzaban a moverse dando a entender que el portador estaba a punto de despertar.

Decidió mirar un poco más abajo, notando así que sus brazos rodeaban con fuerza al chico que supuestamente dormía en la cama vecina, pero eso definitivamente no era "lo peor", pues YoungJae tenía una de sus bonitas mejillas apegada a su pecho, tan cerca que hasta podría despertarse con los latidos de su corazón.

—Hum... Y-youngJae — el nombrado no parecía escuchar, y en lugar de despertar como Jaebum lo tenía planeado, se acurrucó todavía más entre sus brazos y soltó un suspiro acompañado de una bonita sonrisa. Jaebum también sonrió — Oh Dios, ¡eres tan bonito! — exclamó en silencio, besando con suavidad la frente de su novio para después intentar dormir otra vez.

No fue de forma natural que despertaron después de un rato, sino debido al sonido de una cámara y además una luz intensa iluminando sus rostros.

—Ups... — murmuró el padre de Jaebum, ocultando su celular entre las mangas de su abrigo — Buenos días chicos. Iba a preguntar cómo durmieron, pero es obvio que lo hicieron de maravilla.

—¡P-papá, borra eso! YoungJae va a despertar y...

—Buenos días — murmuró YoungJae apenas despertando. No se había fijado en que aún seguía abrazado a Jaebum mientras el padre de éste los veía con una sonrisa — Oh no.

—Parece ser que alguien no necesitó la cama extra — YoungJae no sabía en donde esconderse. Sus mejillas de seguro estaban rojas y el padre de Jaebum lo odiaría para siempre.

—L-lo siento mucho señor Im. Es que anoche tuve una pesadilla y estaba tan asustado, pero luego recordé que Jaebumie estaba aquí y no pude contenerme. ¡No hicimos nada malo, eso puedo asegurarlo!, Pero... Le he faltado el respeto, tiene todo el derecho a enfadarse — Jaebum miró a su padre con los ojos entrecerrados y éste sólo soltó una risita.

—Oh, pequeño. No estoy molesto en absoluto.

—Es imposible que papá se moleste por esto, aunque preferiría eso en lugar de... — Jaebum suspiró — Él nos tomó una foto.

—¿U-una foto? La quiero.

—¡¿Qué?! P-pero YoungJae.

—Te la enviaré más tarde

—No debí presentarlos — YoungJae soltó una risita y salió de la cama de Jaebum. El padre de éste ya se había ido, anunciando que prepararía el desayuno antes de salir a trabajar — Ah, diablos.

—¿Pasó algo?

—Olvidé que estabas usando mi camiseta y... Te ves demasiado precioso — el corazón de YoungJae latió con fuerza e intentó ocultar su rostro sonrojado detrás de sus pálidas manos.

—Pervertido. Sucio.

—¡No lo decía de esa manera! Es que el color blanco, y tus piernas... ¡D-digo! — YoungJae soltó una carcajada y se acercó a Jaebum para besar su mejilla. Se alejó lentamente de él con una sonrisa.

—En realidad me hace feliz que te guste mi cuerpo, porque creí que necesitaba una dieta para que lo elogiaras algún día.

—¿Bromeas? Tú y tu cuerpo son una maravilla. Eres precioso en todos los sentidos, Choi YoungJae.

—Y-ya... Me haces sentir nervioso cuando te pones tan serio diciendo esas cosas.

Jaebum realmente estaba intentando no saltar hacia el rubio y besar cada rincón de su bonito rostro, pero le resultaba complicando cuando lo miraba de esa manera, con inocencia fingida, pero aún así dejando ver un leve sonrojo en sus mejillas. YoungJae era demasiado precioso a sus ojos, y también demasiado precioso para su débil corazón.

—Mejor vamos a desayunar. Recuerda que hoy tenemos nuestra improvisada primera cita — la sonrisa de YoungJae se volvió amplia y corrió hasta el baño — Hay un cepillo de dientes nuevo que aún no sacamos de su cajita, puedes usarlo hoy y todas las veces que vengas.

Tal como el azabache le había indicado, YoungJae fue a cepillar sus dientes y a realizar las otras actividad de aseo personal, para luego dirigirse a la cocina y desayunar junto a su novio.

Cuando terminaron de comer, y antes de iniciar su cita, YoungJae le preguntó a Jaebum si podía acompañarlo a su casa a darse un baño y cambiar su ropa. Él aceptó sin problemas, así que caminaron juntos hasta por fin llegar.

YoungJae tomó una ducha rápida, se vistió con el conjunto de ropa que según el — y según Jaebum — le quedaba mejor, se perfumó y regresó con su novio, quien lo miró con el mismo rostro de bobo que ponía cada vez que su belleza superaba sus límites. Simplemente no podía acostumbrarse a tener un novio tan hermoso. Sin embargo, YoungJae no se veía a sí mismo como alguien tan bello, y para él Jaebum siempre sería el hombre más hermoso del mundo.

Unieron sus manos para, en primer lugar, caminar juntos por el parque, solamente disfrutando de la compañía del contrario.

YoungJae lo había notado hace un rato, Jaebum estaba demasiado distraído. Sabía que se ponía de esa manera sólo cuando tenía algo que decir, o cuando algo malo sucedía. No iba a mentir, sintió mucho miedo, o al menos así fue hasta que Jaebum decidió hablarle.

—Bebé, quiero hablarte de algo — YoungJae tragó saliva, y a pesar de no ser una persona negativa, sintió miedo.

—¿Qué es? — preguntó con su mejor tranquilidad fingida para no preocupar a su novio.

—YoungJae... En mi próximo concierto, ¿podría decirle a todos que eres mi novio?







Buenas noches mis amores ❤
No es la mejor hora para actualizar, pero hoy tuve un buen día y me animé a escribir este capítulo.

Probablemente no les importe, pero mi buen día se debe a que hoy por fin me matriculé (inscribí) en la universidad, en la carrera que quería :')
Estoy demasiado feliz, es un gran e importante paso para mí.

Espero que les haya gustado el capítulo y muchas gracias por leer~
Lxs amo ❤

Black [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora