1-. "PASSENGERS"

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Recomiendo escuchar la canción antes de leer el capítulo.

Me subí al autobús y miré alrededor disimuladamente, entre los pasajeros localicé a uno de mis compañeros de clase, pero lo ignoré e, intentando que no me viese, me senté en el asiento que había justo detrás del conductor.

Saqué el móvil y me puse a ver Instagram, aproveché para contestar algún que otro WhatsApp y dejé sonar la música, la cual estaba en modo aleatorio y había salido una de las canciones del nuevo disco de Miriam Rodríguez, Passengers, que hablaba sobre dos personas que se ven diariamente en un tren y la cantante tiene la necesidad de hablar con el chico, pero como es tímida, no es capaz.

Cuando me di cuenta, el autobús ya estaba llegando a mi parada, así que me dirigí a la salida y me percaté de que el chico que iba a mi clase también se iba a bajar en aquella parada. Bajé antes que él para no tener que adaptarme a su ritmo al andar y aceleré el paso para llegar a la academia donde daba clases de repaso de inglés. La dueña de aquella academia era mi profesora de inglés y me pidió que diera clases de repaso a la gente que lo necesitara, y como iba a pagarme, no me negué.

Entré en la academia y me dirigí a mi clase habitual, donde me encontré con algunos de mis alumnos, los que supuse que íbamos a ser aquella tarde de jueves.

—Buenas tardes —saludé con una sonrisa—. Parece que hoy somos pocos —añadí.

—Sí, bueno, Carla está mala —dijo Paola, una de mis alumnas, y yo asentí.

—Supongo que de los demás no sabéis nada —reí y ellos conmigo.

—Hola —saludó entonces mi compañero de clase que iba en el bus, y no sé por qué, pero no me sorprendió encontrármelo allí; nada más verlo en el autobús me lo había visto venir—. ¿Haces tú las clases de repaso de inglés? —inquirió entrando en la sala y yo asentí con la cabeza.

—Sí, las hago yo —afirmé y él se sentó en la mesa más cercana a la pizarra—. ¿Cómo te llamas? —inquirí.

—¿Vamos a la misma clase y no sabes cómo me llamo?

—¿Tienes mí misma edad y estás en una clase de repaso de inglés para niños de 15 años?

Touché. Ugo Jiménez —se presentó, a la vez que sonreía y yo rodaba mis ojos.

—Bueno, sacad vuestros libros y todo lo que tengáis que hacer de deberes, ¿vale? De mientras le haré la ficha a este mozo —dije y con tan sólo una mirada comuniqué a Ugo que me siguiera para hacerle la ficha, por lo que nos dirigimos al mostrador de la entrada de la academia.

—¿Y esto de que hagas clases de repaso? —inquirió mirándome mientras yo le empezaba a hacer la ficha.

—Necesito el dinero —respondí encogiéndome de hombros—. ¿Y tú qué? ¿Tan mal te va segundo de bachillerato? —inquirí con una leve sonrisa mientras anotaba sus datos.

—Sí, la verdad es que sí; este primer trimestre está siendo jodido —me respondió riendo, pero vi una leve mirada de preocupación en sus ojos.

—Y que lo digas —reí—. Inglés es la única asignatura en la que voy bien —añadí en un intento de animarlo y ambos reímos—, por lo demás, creo que me van a quedar cuatro o cinco; y cómo les entregue a mis padres las notas con cuatro o cinco suspendidas de nueve asignaturas que tenemos, me va a caer la de Dios —le expliqué, no sé por qué lo hice, pero me salió solo.

—Yo estoy igual, entre cuatro o cinco —asintió con la cabeza—, así que, por favor, ayúdame a que inglés no esté entre mis suspendidas —dijo mirándome directamente a los ojos; y fue entonces cuando me fijé en él.

CONMIGO, SUFICIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora