Estoy sentada en el suelo de una sala de espera, hay un montón de sillas pero en el suelo me siento mejor, no paro de llorar y siento como mi respiración cada vez va mas rápido, a penas puedo respirar y creo que el corazón se me va a salir del pecho, me llevarán a ese sitio con un montón de gente extraña, gente que no me caerá bien, se meterán conmigo y me harán pasar un infierno ahí dentro, y aun encima serán dos años, por que una vez entre no me dejarán salir hasta que haga los dieciocho. La niña buena se va a acabar lo juro, voy a ser como Zack, todo lo que el me enseño a partir de hoy es el momento para utilizarlo, estoy harta de que todo el mundo me trate como un trapo, los hombres, ellos son los que mas lo van a pagar, seré exactamente igual que ellos son con las mujeres, lo juro, voy a ser peor que Zack, al fin y al cabo he tenido un buen profesor, y se que podré superarlo, quizás aun no tenga la sangre tan fría como el, pero la tendré, y no volveré a tener sentimientos ¿para que? ¿Para seguir sufriendo? Se acabó, todo esto se ha acabado, la nueva Ada ha llegado.
-Ada, nos vamos. -Dice un policía a la vez que abre la puerta.
-¡Que no quiero ir joder! -grito a la vez que le doy un golpe a la pared.
*7 meses antes*
-Estoy harta joder, Zack, siempre igual! -digo a la vez que me siento en nuestra cama, no se por que decidí que nos iría mejor viviendo juntos...
-Es que lo único que sabes hacer es cagarla. ¡No haces nada bien! ¿Cómo quieres que me ponga?
-Ya, ya se que todo lo hago mal, lo que no se es por que sigues conmigo si tan desastre crees que soy.
-Tiene razón, lo mejor es que me vaya.
-¿En serio? Siempre haces lo mismo, primero lo jodes todo y después te vas dejando que todo se solucione solo y volviendo días después como si nada hubiera pasado, estoy harta de esta historia ya.
-Me voy Ada, en serio, no te aguanto.
-No, esta vez no te vas a ir, no me da la gana.
-¿Quién me lo va a impedir? ¿Tu?
-Si. -digo a la vez que me pongo delante de la puerta impidiendo su paso.
-Ada, ¡sal de ahí si no quieres que te saque yo!
-¿Qué vas a hacer? ¿Pegarme?
-¡Que te quites te estoy diciendo!
-No - me - da - la - ga - na. -digo despacio separando cada silaba creyendo que así lo entenderá mejor.
-Te juro que como no te apartes te voy a dar un puñetazo y no quiero hacerlo.
-¿En serio? ¿Tan poco hombre eres? -suelto una carcajada, dudo que sea capaz de ponerme una mano encima.
-Ada, aparta, no quiero arrepentirme de lo que pueda hacer. -observo como sus mejillas se hinchan y deshinchan, sus ojos están inyectados en sangre y una vena de su cuello parece que va a estallar. Su cuerpo tiembla al son del mío, el suyo por rabia, el mío de miedo. Aun no se que puede ser capaz de hacer pero me da igual, no voy a dejar que siempre se salga con la suya.
-Déjame en paz, quiero que por una vez intentes hablar las cosas.
-Pero es que no quiero hablar nada ahora mismo, quiero que me dejes irme. -me coge del brazo y me lanza contra la cama. Un montón de lágrimas empiezan a caer de mis ojos, pero no me importa, me levanto y vuelvo a ponerme delante de la puerta.
-¡No vuelvas a tocarme!
En ese momento su mano se estira hacia mi cuello y lo agarra con fuerza, pega su cabeza a la mía y siento que cada vez llega menos oxigeno a mi cerebro.
-Muérete Ada. -me suelta y estampa su puño en mi cara haciendo golpear mi cabeza contra la puerta. La vista se me nubla y siento como las piernas me tiemblan haciéndome caer al suelo, todo me da vueltas, no puedo moverme y mucho menos dejar de llorar.
-Lo siento... -cuando abro los ojos tengo a Ray delante con un montón de lágrimas en los ojos.
-¡Lárgate! -grito. -¡No te quiero ni ver!
-Lo siento Ada, esto no es culpa mía.
-¿Y de quien es la culpa entonces?
-Creo que debería volver a tomar la metadona.
-Pero ¿qué coño dices?
-Te lo voy a explicar... Una persona cuando consume drogas siente que es feliz, aun que en verdad no lo sea, la droga le hace pensar que si... Entonces cuando se la quitan empieza a cambiar, se vuelve agresivo, y todo le empieza a dar igual... Yo consumía heroína, eso ya lo sabes... -la voz se le quiebra y un montón de lágrimas cubren su rostro. -Y como llevo tiempo sin tomar la metadona me pasa esto... Lo siento, te prometo que este viernes sin falta iré a por ella.
-Zack, yo no se si es buena idea seguir con esto...
-Por favor, dame una oportunidad... Si no cambio, déjame ir... por que yo tampoco quiero hacer esto...
-No se, ¿tu te das cuenta de lo que acabas de hacer?
-Lo se Ada... Lo siento, te amo.
-Yo si que te amo y no te pongo la mano encima.
-Perdóname en serio.
**
No se en que momento se me ocurrió pensar que era buena idea perdonarlo, tendría que haberlo dejado en ese momento, pero dolía, joder si dolía.
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El amor duele, joder si duele.
Ficção Adolescente¿Cuanto puede doler el amor? ¿Cuanto puede cambiar tu vida? O lo más importante ¿Cuanto puede cambiarte a ti? Una historia basada en la vida misma, o tal vez sería mejor decir en el amor, en ese amor que duele, que es ciego, el caprichoso, ese...