Capítulo 5: Recuerdos.

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Ya no se si llorar, gritar o salir corriendo. Me bajo de ese coche de policía y observo un gran edificio, unas escaleras llevan a un portón verde que ahora mismo esta cerrado.

-¿Aquí es donde me voy a quedar? -digo a la vez que miro al policía con los ojos llorosos.

-Si, esta será tu nueva casa.

-No me gusta, ¿puedo fumar ahí? -pregunto con tono enfadado.

-Pues dudo que te dejen fumar la verdad, pero bueno, puedes intentarlo.

-¿Puedo fumar antes de entrar? Tengo tabaco. -digo a la vez que saco mi paquete de tabaco del bolsillo.

-Si, pero rápido por que tenemos que entrar.

-¿Cómo a acabado una chica como tu en un sitio como este? -pregunta el agente mientras estoy encendiendo el cigarro.

-Es lo que tiene enamorarse. -suelto una falsa carcajada. -el amor es una mierda ¿sabes? Un día piensas que no te vas a enamorar nunca y de repente llega alguien que lo cambia todo, esa persona por la que darías hasta tu vida si fuera necesario. -una lágrima cae por mi mejilla. -llega alguien que. -cojo aire. -sin esperarlo se vuelve tu vida, y da igual quien sea, o como, no importa si se droga, si roba, si es agresivo, no importa nada ¿sabes? -acerco la mano a mis ojos para secar el río de lágrimas que se a creado. -simplemente te enamoras, y en vez de cambiar tu su vida, es el quien cambia la tuya. -trago saliva. -¿y sabes que es lo peor? Que el tenía todo lo malo que te puedas imaginar y más.

-Pero una niña buena nunca podría enamorarse de alguien así. -responde a penas sin voz.

-Nadie decide de quien se enamora, y por desgracia yo soy de las que piensan que puedes cambiar a las personas.

*9 meses antes*

Empezamos a caminar por un sendero, Lían y Zack van delante y yo voy agarrada a la mano de Laura detrás de ellos. Entramos en una pequeña casa de piedra y subimos las escaleras que se encuentran en el interior.

-Voy a cerrar la puerta. -dice Zack dirigiéndose a las escaleras.

-¿Por qué no vas con el? -me sugiere Lían.

-¿Quieres que te acompañe? -grita Laura en un intento por que Zack la escuche desde abajo.

-No, que baje Ada a ayudarme.

¿Pero que le a dado conmigo a este hombre? Ni si quiera nos conocemos. Finjo una sonrisa y bajo las escaleras con cuidado alumbrándome con el móvil. Al llegar veo a Zack haciendo fuerza en la puerta para que se mantenga cerrada.

-Pásame ese palo. -Dice Zack señalando con una mano a un palo cuadrado de madera lo bastante grande como para sujetar la puerta mientras con la otra sigue sujetándola. Se lo acerco y voy a sentarme mientras espero a que la cierre. Tarda demasiado así que vuelvo a acercarme a el, tal vez demasiado ya que en el momento que mueve su brazo siento como choca contra mi frente.

-Ah! -grito. -Me has hecho daño.

-Lo siento, ¿Qué hacías ahí? Podrías haber echo ruido por lo menos para que me diera cuenta.

-Da igual, no importa. ¿Eres capaz de cerrar la puerta?

-Si, ya está. -dice poniéndole el cierre de madera.

En cuanto el se aparta me acerco a la puerta sin decir nada y tiro de ella para comprobar que esta bien cerrada. Cuando me doy la vuelta el esta detrás de mi, cerca, quizá demasiado cerca, siento como pone sus manos en mi cintura y se agacha para besarme, no se porqué pero le respondo el beso y cierro los ojos. Siento como su lengua acaricia la mía y como sus labios rozan los míos, un calambre recorre todo mi cuerpo, parece que el corazón se me va a salir del pecho y un hormigueo leve se produce en mi estomago ¿estas son las mariposas de las que la gente habla? Nunca había sentido nada igual y eso que ya he tenido novio y he besado a varios chicos. Es como si caminara por encima de una nube y si todo lo que he vivido hasta ahora no hubiera tenido ningún sentido. Rodeo su cuello con mis manos y el beso sigue, cada vez es mas intenso y el corazón me va mas rápido, siento cada latido y como mi respiración va cada vez más rápido, no quiero que pare, no quiero que este momento termine nunca.

El amor duele, joder si duele.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora