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Retrocedamos un poco el reloj y congelemos las manecillas de la vida, aquellas que manejan como nos sentimos, aquellas que son las culpables de mis lágrimas congeladas.

Quiero partir mi vida en dos, quiero congelarme, o quiero huir. Lo que se es que quiero es no seguir en la realidad, dormir cada vez se hace menos eficiente, porque ya no logro perderme en la noche en mis párpados que cada vez pesan más.

¿Cómo sabría que es lo mejor si estoy en un limbo de un anillo del infierno? Realmente no me puedo definir ni como el peor demonio de tristeza. No puedo distinguir que se supone que soy y que soy .

Pero en la vida no nos tenemos que definir ¿No? Pero ello me daría una luz que seguir, y no me haría perderme incluso en mis sábanas todo el día, podría no tener que llorar para acurrucarme.

Si te dijera que llore toda la noche, me creería, si te dijera que actualmente estuve toda la noche viendo el techo de mi habitación con mi nudo en la garganta, y cuando lo deje fluir trate de quedarme dormida para no tener que afrontar todo, no me creería. Pero ha pasado la segunda y es solo un poco de qué tan perdida estoy.

Lamento no poder decir te amo devuelta, solo lo veo como una palabra fría pero lo dices tan cálido que no quiero tener que sentirla de nuevo, porque cuando yo la dije cálidamente, fue recibida fríamente. No quiero hacerte eso, no quiero romperte.

Y también perdón, por quebrarme apenas te veo, pero no controlo mis acciones y verte me recuerda cuánto crees en mi pero yo no creo en mi. Me siento como un jardín que cultivaste y no quiere marchitarse.

Se lo que es el dolor, se lo que es el filo de algo en tu piel para sentirte mejor contigo mismo, se todo tipo de emoción escondida que pienses que no he sentido.

Acostumbro a llorar mientras me veo en el espejo por como me veo, por mi peso, por mis ojos, por mi cara, pero esta vez he llorado no por como me veo, esta vez he llorado porque no se ya quién soy, no me encuentro.

También he sentido mi garganta quemar por palabras, he sentido el temblor de mi corazón, he sentido asco, he sentido aún más rabia cuando veo mis ojos nublarse.

Necesito una razón para quedarme, cuelgo de un hilo que veo como filo.

Incluso si me fuera, no me quejaría, nadie sabía que pasaba, incluso yo sigo sin saber que me pasa, pero es que no se que soy ya, me perdí en un jardín, no encuentro la salida y las paredes se cierran con cada paso que doy con un poco menos de esperanza, lo peor es que yo soy ese jardín.

;sobre lo sentido y vivido a las 2:00 am;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora