Puedo ver el futuro

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En la habitación de Adrien.

El pequeño gatito salió corriendo, dejando a su asustado dueño sólo.

Plagg que tuvo curiosidad (no tenía más queso) se acercó a su portador para ver que pasaba.

-¿Qué pasa ahora? ¿Y por qué todavía no veo un queso a mi lado? Te acusare con Ma... con Ladybug de que no me alimentas.

¡Rayos! Plagg casi escupe burbujas.

El asustado rubio no contestó, sólo señaló con la mirada a algo que se movía en el pisó.

Plagg se volteó a ver que era y se acercó al insecto para luego mirar a su portador con burla.

-Vamos, no seas cobarde, sólo es una cucara...

La cucaracha se puso a volar y ahora el kwami estaba abrazando la mejilla de Adrien.

-¡¿Qué rayos?! ¡Está volando! ¡Salvanos Ladybug!

Gritó como todo un kwami valiente mientras Adrien lo veía igual o más asustado.

-¡Destruyelo! ¡Tu eres el kwami de la destrucción!

Plagg soltó a su portador y lo miró aterrado.

-¡No puedo, ésa cosa da miedo!

Los dos miraron en dirección de donde estaba la cucaracha hace un rato y ya no la vieron más.

¿Se fue?

Por ése día, Adrien y Plagg estarían a salvó... y el gato de la familia Agreste no pisaria ésa habitación hasta que no se deshagan de ésa cucaracha.

En la noche, antes de ir a dormir a otra habitación que no sea la suya junto con Plagg, Adrien tuvo una visión y en ella vio que Marinette era quien lo salvaría de ésa cosa, haciendo que sonría.

Como era de esperarse de la futura señora Agreste.
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Al otro día.

Marinette estaba en la habitación de Adrien, con sus mejillas ruborizadas mientras el chico caminaba de un lado a otro.

"¿Para qué me quería ver Adrien? Será que..."

Miró su meñique y sonrió mientras el chico se detenía, se acercaba a ella y apoyaba sus manos en los hombros de ella.

-Marinette, te necesito...

La mirada de ella quedó en blanco con ésas palabras.

"¡No puede ser! ¡No estoy lista para saltar tantos pasos! ¡Todavía no me bañé! ¡¿Por qué no traigo mis calcetines de la suerte?! ¡¿Por qué no tengo calcetines de la suerte?!
Calama, Marinette, actúa normal."

La chica mostró una sonrisa que asustó un poco a Adrien pero prefirió ignorarlo y volver al tema principal.

-En está habitación se oculta un ser maligno, derrotalo por mí. - exclamó como sí fuese lo más normal del mundo, haciendo que ella lo miré confundida.

-¿Qué?

Adrien soltó a su amiga y sonrió apenado.

-Que en está habitación...

-¡No voy a hacer tal cosa! No me gustan ése tipo de cosas.
Marinette Dupain Cheng, se va. Paz.

Se dio media vuelta mientras hacía el signo de la paz y Adrien se acercó de atrás, abrazabdola.

-¡Por favor, yo...

El chico se quedó en silencio al ver al monstruo caminar por la pared hasta abrir sus alas y volar hacía ellos.

¡¿Por qué rayos existen ésas cosas?!

No importa, debía ser valiente y proteger a su amiga.

Al estar cerca de ellos, Adrien se ocultó atrás de Marinette la cual sólo levantó la mano y al estar ése insecto a su lado, lo hizo.

El chico retrocedió admirado y asqueado.

Marinette, aplastó una cucharada voladora... con su mano.

La azabache se miró la mano tras soltar el cadáver y luego miró a su amigo que parecía a punto de llorar y vomitar.

-¿Puedo usar tu baño?

El chico asintió y ella se fue a lavar las manos.

Plagg se acercó a su portador y ambos se miraron sorprendidos.

Ahora Adrien entendía un poco por que se casaría con ella.

Marinette tenía 10 puntos a ganar para convencerlo de ser su futura esposa y 1 ya lo ganó de una manera asquerosa.

Marinette la asesina de cucarachas Agreste.

Se oye bien.
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¡Hola!

Desde aquí ya no sé que hacer así que a pensar. Que pereza.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...