Puedo ver el futuro

Lógico

Gabriel Agreste golpeó la puerta de la habitación de su hijo y se asomó con la cabeza gacha mientras leía un papel.

-Adrien, no me importa como gastes tu dinero pero ¿qué es esto de que compraste un disfraz de ardi...

El hombre levantó la mirada y quedó en shock, al ver a alguien que por la ropa supuso que era su hijo, con una cabeza de ardilla sonriente puesta.

Gabriel no dijo nada más, sólo cerró la puerta leeeentamente y se fue.

Su hijo sí que tenía métodos raros para llamar la atención.

Plagg salió de su escondite y miró a su portador.

-¿Para qué es la máscara? Pareces un loco depravado.

Dijo con su habitual delicadeza mientras Adrien agarraba su mochila.

-Es para cuidarme de Marinette.

Fue su respuesta antes de ir al colegio.

No tuvo una visión como siempre, tuvo cientos de visiones de futuros posibles y en todas, Marinette ése día lo iba a besar en los labios así que no se quitaría ése casco en todo el día.
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En el colegio.

-Joven Agreste, quitese éso que asusta a Kim.

Ordenó la maestra y Adrien se quitó el caso, oyendo una risita malvada atrás de él.

Marinette, estaba planeando su jugada pero ella no haría algo en clases y a penas toque el timbre, se pondría su casco de regreso.

Ése día, Adrien Agreste no sería besado.
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Después de clases.

Adrien quien tuvo una charla con los maestros que por un raro motivo se preocuparon por él en ése día, era el último alumno de toda el colegio.

Ahora se dirigía a los casilleros con su casco de ardilla puesto, felíz por que sus labios se salvarian por un día más.

Que bueno que es súper inteligente y pensó en algo para evitar ser besado.

El rubio se detuvo, quedando en shock al ver como donde estaba su casillero, estaba Marinette, ocultando sus brazos detrás de su espalda y viéndolo con una sonrisa.

¡¿Tantas ganas de besarlo tenía?!

El chico retrocedió lentamente y Marinette cerró los ojos, sin borrar su sonrisa.

-Descuida, no te haré nada. Es una promesa, sólo quiero hablar contigo.

Adrien se detuvo y la miró fijamente.

Ella acababa de hacer una promesa así que estaba a salvó ¿verdad?

Se acercó a ella y se quitó el caso, revelando que estaba sudando por llevarlo todo el día pero ella lo ignoro y reveló sus manos para extenderle una botella con aguas que él agarró sin dudarlo.

-¿Sabes? No sé por que últimamente estás actuando tan raro conmigo hasta el punto de casi ni hablarme pero te pido que me perdones.

Adrien al oír éso casi se ahoga y se dio cuenta que efectivamente actuaba raro con Marinette y le hablaba muy poco, llegando a evadirla en algunas ocasiones.

-N-no te tienes que disculpar, no estoy molestó contigo, es sólo que...

Se detuvo al creer que era mejor callar pero ésos ojos azules que lo veían directamente, se lo impidieron.

Quizás sea por el calor que se sentía tan vulnerable delante de su amiga.

Adrien suspiro profundo y se sentó en el suelo, recostando su espalda en los casilleros.

-La verdad es que puedo ver el futuro y... aquí a un par de años, te veo a ti como... como una mujer muy hermosa y me da vergüenza verte, sabiendo que ya siendo linda, lo serás aún más. - explicó, diciendo la verdad pero omitiendo la parte importante.

Ahora seguro Marinette lo consideraría un loco y quizás lo éste ya que ni se preguntaba como es que veía el futuro.

-Vaya, éso es lógico para mí. - dijo Marinette y el ojiverde levantó la mirada, para ver como ella parecía ser honesta.

Marinette... ¿le creyó?

Continuará...
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¡Hola!

Y como prometí en "corazón regalado" aquí está la actualización de está historia que no se me había olvidado ni nada por el estilo (¿se oye creíble mi mentira?)

Espero que les haya gustado el capítulo y que lo haya finalizado en la mejor parte y antes que me pregunten, no aún falta para que termine ya que Marinette tiene que reunir 10 puntos.

Gracias por su tiempo.

Volveré...