Ese día salí temprano de clases, como mi casa estaba cerca de mi instituto llegue rápido; tomé a mi gatito para salir un rato al parque. Estuvimos sentados en una banca de ahí, comiendo golosinas.
El día estaba bastante lindo. A pesar de que estábamos a fines de invierno, podìas sentir cómo el Sol calentaba un poco tus manos.
Todo estaba tranquilo, hasta que una perrita en celo pasó cerca de nosotros, y detrás de ella muchos perros ladrando escandalosamente. Eso asustó mucho a Nino, mi gatito, y salió corriendo hacia la calle.
Desesperada corrí tras él gritando para que se detuviera: -Nino, Nino... Debes parar.
Estaba a punto de llorar, y él corría aún más rápido.
Al ver que se acercaba a una gran avenida, comencé a preocuparme, pensé lo peor, que un auto mataría a mi pobre Nino. Los perros volvieron a pasar, Nino corrió nuevamente del susto directo a esa peligrosa avenida. Me puse pálida y me quedé helada, solo pude gritar su nombre y llorar: -¡¡NINO!!
Lo próximo que oí fue una fuerte frenada, cerré mis ojos del susto y comencé a llorar. Cuando abrí mis ojos había un chico enfrente de mi y en sus brazos sostenía a Nino.
No podía creerlo, Nino fue salvado: -Muchas gracias -le dije al chico y abracé fuertemente a mi gatito. El chico me dijo su nombre: -Fugaku, un gusto conocerte. -dándome la mano sonrió.
Yo quedé helada, y perdida en sus ojos. Eso definitivamente fue amor a primera vista: -Mi... Mi nombre es Mikoto y él es Nino -señalé a mi gato-, y estamos agradecidos por lo que hiciste -sonreí.
-No es nada. Por tu uniforme se puede decir que nos veremos en la escuela.
Me sonrojé por completo, y solo pude soltar unas simples palabras: Eh, si... Eso creo, pero no te ves de mi edad -sonreí con un poco de vergüenza.
-Oh, eso... -se rascó la nuca con una tenue sonrisa- No debe ser por mucho. Tengo 16 años, ¿qué hay de ti, Mikoto?
-Tengo 11 años. Al parecer si es algo la diferencia.
-La edad jamás ha sido un obstáculo, ¿no crees? -alzó una ceja viéndola a los ojos.
-¿Obstáculo para qué? -preguntó nerviosa.
-Nada, olvídalo. Nos vemos, entonces -sonriendo se fue.
Semanas pasaron sin poder encontrarme con él en la escuela, pero gracias a mi mejor amiga Mebuki me enteré que asiste a la clase avanzada. Al parecer era un genio, aunque solo iba una más arriba que yo. Como sea, comencé a pasar seguido por su clase. Los días pasaban y ya no aguantaba, Mebuki me dijo que le confesara mi amor, pero no era tan valiente como para hacerlo en persona. Así que le escribí una carta.
El día llego, esperé a que él cruzara el parque como acostumbra, y así le daría mi carta. Cuando lo vi, venia caminado junto a su amigo Minato, tenía esa hermosa sonrisa en su rostro, en ese momento sentí como me congelaba, en verdad mi yo tímida estaba saliendo a la luz. ¿Cómo se me ocurrió que podría darle la carta? ¿Y luego qué? ¿Correr? Sin más remedio lo hice, me paré frente a él muy nerviosa.
-Fugako, ¿ella es Mikoto, la niña del gato? - preguntó sonriente.
-Asi es Minato, ella es Mikoto, pero no trae a su gato -aclaró- Mikoto, él es Minato Uchiha, mi mejor amigo -me lo presentó.
-Bueno, creo que los dejo.
El rubio se fue y el Uchiha puso toda su atención en mi: -¿Qué pasa, Mikoto?
Mi boca temblaba -To.. Toma esto -le entregué la carta y corrí en dirección a la parte del parque donde nos conocimos por primera vez. Estaba roja y muy nerviosa, no podía ver hacia atrás.
Fugaku leyó rápidamente la carta, sin entender porqué corrí. Minato veía desde lejos y preocupado le preguntó: -¿Que dice la carta para que ella salga corriendo así?
-Es... Es una confesión... -Sin despegar su vista de la carta-, se me confesó- sonrió.
-¿Y que harás ahora? -preguntó curioso Namikaze.
-Ten mi mochila y la carta... -salió corriendo hacia donde me fui. Minato no entendía nada.
Yo estaba en la misma banca de ese día, preocupada y muy nerviosa.
-Mi corazón late muy rápido -dije tocando mi pecho.
Fugaku apareció -Te encontré -dijo recuperando el aliento después de haber corrido.
Lo miré sorprendida y completamente roja -¡Me... Me seguiste!
-Si -respondió sonriendo- Me diste una carta, y debo responderla -se acercó hacia a mi.
Yo estaba nerviosa, no sabía qué iba a responderme: -¿Qué... Qué dices? -solté una risa nerviosa.
-La respuesta... -sonrió nuevamente- La respuesta es que si. Mi corazón se puso muy contento de recibir tu carta, pero como soy algo frío según dicen, en esto nunca me atreví a volver hablarte. Perdón.
Mi corazón latía muy fuerte y rápido, no podía creer que esto es cierto. Tal vez estaba dormida, pero no... Fugaku acababa de responder a mis sentimientos.
Fugaku se acercaba a mi rostro: -¿Serías novia? -sonrió.
Nerviosa, pero muy contenta le dije que si, y él me dio un suave y delicioso beso en la frente.
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Bueno, en verdad amo esta pareja con mi corazón entero y ya quería subir un One Shot de ellos💖 Comenten.
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One Shots 》Naruto Couples
FanfictionCada one shot es como un pequeño universo. ¿Terminan bien? ¿Terminan mal? Eso está en manos del que escribe. •Los personajes no son míos, pertenecen a Masashi Kishimoto.