One Shots 》Naruto Couples

114. Como los pájaros 《Shikatema》

Shikamaru estaba cansado del rumbo que su vida había tomado. Estaba harto de no ser capaz de cumplir sus promesas, de siempre fallar, pero sobre todo, estaba cansado de siempre herir a la persona que menos lo merecía.

Cuando todo comenzó era divertido, incluso un poco intrigante el saber a dónde los llevarían sus decisiones, cuáles serían las consecuencias. No tenían nada qué perder, pero ahora había mucho en juego, y el proteger aquello por lo que pasó casi toda su vida esforzándose por alcanzar le estaba costando la persona a la que más ama.

Cada noche que podían pasar juntos se dedicaba a pedirle perdón de mil y un maneras; cocinando para ella, cantando para ella, abrazándola, besándola, diciéndole lo mucho que la ama y lo mucho que lamentaba el arrastrarla con él.

Temari solo devolvía sus gestos y le decía que todo estaría bien. El Nara no necesitaba más preocupaciones.

Se habían conocido en la universidad; Shikamaru estudiaba Música y Temari Literatura. Pasaron cinco años, se mudaron a un pequeño apartamento y cada uno de ellos se aventuraba a desenvolverse en lo que amaban y les apasionaba.

En un año lleno de esfuerzo la chica logró entrar como pasante a una editorial donde pronto le ayudaron a llegar a estar cerca de publicar su primer libro. Por otro lado, por más que buscaba contactos y puertas abiertas, el castaño no salía de cantar en los mismos lugares para las mismas 15 personas.

El tiempo pasaba con la esperanza de que todo podría cambiar de un momento a otro, "tal vez solo necesito madurar", se decía el Nara. Pero es muy difícil mantener la cabeza en alto cuando no estás logrando tus metas, tus sueños. "Todo es pasajero, todo pasará", le decía su novia, "Mientras estemos juntos todo estarà bien."

Otro día en el que llegaba a casa y escuchaba a su novio llorar en la soledad de su cuarto. Odiaba verlo de esa manera, antes era una vez a la semana, pero ahora es diario.

Se sentó a su lado en la cama y esperó a que se desahogara por completo. Cuando las lágrimas y lamentos saciaron acarició su cabello.

—Todo estará bien, Shikamaru. Tu tiempo llegará.

—Ese no es el problema. —respondió sollozando— Me ofrecieron un contrato...

—¡Eso es genial! Te lo dije, todo... —lo interrumpió.

—El contrato es en Estados Unidos.

La noticia cayó de sorpresa para ella, era del otro lado del mundo. ¿Por qué tenía que ir hasta allá solo para conseguir alcanzar sus sueños? Y de pronto lo supo...

—Siempre has dicho que te gustaría ser una nube, —comenzó— pero eres un pájaro.

—¿Qué?

—Debes emprender viaje, uno largo y llegarás a tus objetivos. Como los pájaros.

—¿Estás diciéndome que quieres que vaya? —su novia asintió— Pero...

—Pero nada. Eres como los pájaros.

Y así como ellos Shikamaru volaría en cualquier dirección y ambos mantendrían la esperanza de volverse a ver.

(...)

—Tema, aún estamos a tiempo. Podemos irnos y conseguir trabajo en otro lado. Juntos.