Una vez estaba lista salí de casa y me dirigí hacia clase. Hoy Harry y yo teníamos que ir a comprar mas pintura para poder continuar con el decorado de la obra de teatro, la cual estábamos preparando para interpretar delante de todo el instituto. La verdad, no estaba nada nerviosa ¿a quien quiero engañar? Los nervios se me salían por los poros, no quería que llegara el día de la actuación, la verdad, cuanto mas tardara en llegar mejor. ¡Auch! Sentí como me chocaba contra algo, mejor dicho, alguien. Cuando levante la vista vi a Harry. No, no me podía haber chocado con el, tragame Tierra.
—Lo siento, iba distraída y no te vi— escuche como Harry soltó una pequeña risa, ay no, acabo de hacer el mayor ridículo del mundo.
—No te preocupes pero, mira por donde vas para la próxima.
Una vez dijo eso me fui hacia mi clase. Hoy me tocaba historia a primera hora, esa es la asignatura que menos me gusta pero, tengo que ir. Llegué a clase y me senté en la silla para tomar apuntes y atender al profesor como buena alumna que soy.
Cuando terminan las clases voy al patio donde había quedado con Harry para ir a la tienda a comprar mas pintura para el decorado.
—¿Vamos a la tienda?—Claro, hay una tienda aquí al lado donde venden pintura.
—Perfecto, vamos— Harry termino de hablar y empezamos a caminar hacia la tienda. Poco después llegamos y entramos. Habían muchas cosas.
—Mira soy una princesita— dijo Harry mientras daba vueltas con una falda de tutu y una corona de plástico. Al ver esa imagen no pude evitar reír.
—Que payaso eres— vi una cabeza morada de unicornio y me la puse —Yo soy un unicornio mágico y te convertiré en rana con mi cuerno.
—No tan deprisa— Harry cogió una varita plateada de plástico y me apunto con ella —Yo me defenderé conviertiendote en bruja.
—Eso si me coges.
Empecé a correr con la cabeza de unicornio puesta y me tropecé con una escoba que había por el suelo, en ese momento Harry se puso delante de mi y me apunto con la varita.
—¡Rindete, te tengo!
Vi una rana en la estantería y rodé hacia el lado para cogerla, una vez la tenía en la mano se la lance y me levanté.
—¡Ahora eres una rana!
—¡Oh no, me ha convertido en rana!— al decir eso puso un tono dramático y se agacho al suelo como una rana para después imitarla saltando. De nuevo no pude evitar reír pero una voz hizo que me pusiera seria y me quité la cabeza de unicornio mientras Harry se levantaba.
—Esto no es un parque jovencitos, es una tienda y hay que comportarse como los adultos, no pueden venir aquí a pegar gritos y jugar como niños pequeños, respeten a los demás clientes y maduren.
—Perdón señor— dijimos al unisono Harry y yo.
—Y bien ¿Van a comprar algo?
—Si, queremos pintura azul.
—Bien, esta por aquí— Harry y yo dejamos todo en su sitio y después seguimos al señor hasta donde nos indico. Poco después salimos de la tienda con la pintura y empezamos a ir hacia el instituto para seguir con el decorado.
—Ese hombre tiene muy mal humor y es muy poco divertido.
—En parte tiene razón, parecíamos niños pequeños, tu vestido de princesa y yo con una cabeza de unicornio. Es comprensible que le molestara
—Yo seguiré manteniendo mi opinión.
—Muy bien pero ahora vamos a pintar que quedan solo dos semanas para la obra y todavía no hemos empezado a ensayar.
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Te amo, lo sabes ¿verdad?
Любовные романы¿Qué pasa cuando el popular se fija en la nerd? No tiene sentido ¿verdad? Pero, nada es imposible. Un día te levantas para tener un día como todos los demás, estudiando y haciendo la tarea pero, ¿qué es lo que te encuentras? Exacto, todo lo contrari...