Te amo, lo sabes ¿verdad?

Capítulo 9.

No tengo ganas de ir a clase, de hecho, no tengo ganas de hacer nada. Hoy ensayamos la obra y no tengo ningunas ganas.

—Te noto cansada ¿pasó algo?—

—Es que, Dave volvió y, ayer me enteré de que mi madre esta embarazada. Yo no quiero que mí futuro hermano tenga a esa persona como padre. Hoy no me apetece hacer nada pero, no quiero estar sola con Dave.

—¿Volvio? ¿Tus padres volvieron a estar juntos? No entiendo porque tu padre vuelve ahora, después de ocho años. Os abandonó y ahora tiene la cara de volver. Como vuelva a hacer lo que hizo juro que le corto sus miembros— Tiffany es mí mejor amiga desde el jardín de infancia, llevo toda la vida con ella y sabe todo... O casi todo lo que nos hizo mí padre. Ella también lo odia, pero yo lo odio mucho más. —Si vuelve a pasar, o si simplemente no quieres estar en esa casa sabes que mí casa es la tuya, puedes venir siempre que quieras.

—Gracias pero, ya no volverá a pasar. Ahora la casa es nuestra.

—Deberíais tirarlo, darle de su propia medicina.

—Mí madre esta locamente enamorada de el. Son como Richard y Elizabeth. El volvió solo porque nos necesita. Le quitaron la casa y vino aquí para tener un techo donde vivir. En cuanto encuentre un lugar donde ir dejará a mí madre sola otra vez. Es una relación tóxica, pero eso mí madre no lo ve.

—Ese tipo de hombres es que simplemente me dan asco.

—A mí también. ¿Sabes qué? Vayamos a clase, así a ver si me distraigo de todo.

—Sí, vayamos.

El ensayo de hoy estuvo bien, todos nos sabemos nuestros papeles y se ve que practican en sus casas. Si seguimos así estoy segura de que la obra saldrá genial.

Silencio, no hay nadie. Bien, mí madre trabajando y Dave... O bebiendo o no se. El silencio no dura mucho. Escucho la puerta abrirse y se que es Dave quien ha llegado.

—Leslie ¿estas aquí?— no, no no no, esta borracho. Vale, no hagas ruido Leslie.

—Se que estas aquí ¿por que no contestas?— sus pasos se escucha cada vez más cerca.  —Aquí estas ¿por que no contestabas? Te estas volviendo una rebelde. Ven conmigo.

—No.

—¿Como que no? Soy tu padre, tienes que obedecerme.

—Tu no eres un padre. Nunca estuviste cuando lo necesite.

—Me merezco una segunda oportunidad, he cambiado.

—Los cuentos cuentaselos a otro. Yo no me los creo.

—Igual, ven conmigo.

—No iré.

—Bien, yo te llevaré— me cogió del brazo y me empujó para que saliera de la habitación.

—Sueltame— su agarre no cesaba —¡que me sueltes!

—Solo quiero enseñarte algo.

Por favor que Tiffany este en casa, por favor que Tiffany este en casa.

—Oh, hola Les— la abracé tan fuerte que no se como no se quedó sin respiración.

—Menos mal que estas aquí.

—¿Por que lloras? ¿A quien mato? ¿Que pasó?

—Dave, eso es lo que pasa.

—Anda, entra.

—Ya no lo soporto más. Lo odio. Llegó a casa borracho— me limpie una lágrima que corría por mi mejilla pero no funcionó por que apenas quité esa otra lágrima cayó.