Cuatro.

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Amix que pasó con el apoyo? :v

Corto de castigo.

Erick se siente raro.

No tiene ganas de salir a bailar y eso le asusta, por que ama bailar.

Se coloca un poco de labial en los labios y agarra su antifaz de encaje para colocarlo sobre la mitad de su rostro. Se para lentamente y la canción empieza a sonar, camina hacia las cortinas y sale por ellas, viendo la multitud de gente que espera para verlo.

Camina lentamente hacía el tubo y enreda una pierna, mientras se sostiene con una mano y gira despacio. 

Su autoestima no es el mejor ahora mismo pero se cree capaz de hacer uno de sus mejores bailes.

Se trepa poco a poco y moviendo las caderas, sobre el tubo y baja tirando la cabeza hacía atrás, cuando sus pies tocan en suelo, abre las piernas y baja despacio, dando un giro en el lugar y acostándose boca abajo y  levantando el trasero.

Sus ojos se abren y trata de no mirarlo, pero es imposible.

Se apoya sobre el tubo, pone las manos arriba de su cabeza y baja lentamente moviendo su cintura de un lado para otro, vuelve a cerrar los ojos y un tipo se acerca al escenario.

-¿Estás bien? -mira hacia los lados asegurándose que los jefes no estén viendo.

Erick simula acostarse en el escenario- Sinceramente, no.

Ignora lo que dice y sigue bailando, sonríe un poco y hace ondas con su cuerpo en dirección al tubo.

La canción erótica termina y finaliza con una suave caricia por todo su cuerpo.

Levanta la mirada y camina como modelo hasta pasar las cortinas.

Camina hacia el cambiador y trata de buscar su ropa, por mas que vea, no está.

Respira profundamente y trata de relajarse y pensar una idea.

Se pone la primera camisa que ve, desnudo por bajo, cubierto por fuera.

Se coloca un par de medias que hay ahí y sale cuidadoso por la puerta hacia la calle.

Trata de llamar un taxi, cuando uno por fin atiende, el celular se apaga, quedando sin bateria.

Camina un poco mas, saliendo del callejón y sostiene su remera para que no se levante y deje ver de más.

Un auto negro se acerca hacía él, y aunque podria ser un posible secuestro, se mantiene en pie y lo mira estacionar.

La puerta se abre y deja ver a Joel, sin camisa, y con pantalones completamente ajustados.

-Sube, princesa -hace un gesto con la cabeza a modo de invitación.

Ya que no hay otra alternativa, el ojiverde camina a pasos pequeños y se adentra a la parte del acompañante.

No saluda y el auto arranca, saca un pequeño frasco de su cartera y un pezado de algodón.

Coloca el líquido en el algodón y comienza a sacarse todo el maquillaje que tiene puesto.

No es mucho.

-¿Qué hacías ahí solo? -rompe el silencio y Erick no lo mira a los ojos pero responde.

-Que te importa.

Guarda todo en su cartera y mira para adelante.

-Podría haber sido peligroso.

-Conozco la zona.

-Pero no el tipo de gente en la zona -el rizado lo mira pero el ojiverde trata de no mirarlo.

-Puedo defenderme solo.

-Eres delgado, Erick -sentencia y vuelve la mirada a la carretera- Alguien con cuerpo podría contra ti.

Una sonrisa se expande por sus labios cuando siente preocupación de Joel por parte suya.

-Bueno, tuve una vida feliz.

-Eres un caso perdido...

-Disculpe, pero yo no voy a tabernas de gran calidad a ver gente que baila eroticamente sobre un tubo de metal al que el olor a transpiracion le sobra.

-Disculpa, pero yo no bailo en ese tubo para ganarme dinero como si fuera una zorra.

Los ojos de Erick se abren y se sorprenden a si mismo.

-Deten el auto.

-Estamos a media carrete...

-No me importa, deten el auto.

-¡Okey, lo siento!

-Eres un idiota.

Erick gira los ojos y se concentra en la vista del acantilado en la ventana.

-De verdad, lo lamento.

-Mira tu.

-Lo digo en serio.

-Vaya.

Joel detiene el auto y respira un poco antes de mirarlo, Erick devuelve la mirada y una tensión de odio se desata.

-Arranca.

-No.

-Pues arranco yo -las palabras de Erick se hicieron acciones y se paro sobre el asiento y paso al de Joel, arriba de sus piernas, arranco el auto y Joel no tuvo tiempo para hablar por que su pene erecto estaba entre las nalgas de Erick.

Sus piernas desnudas sobre él, su trasero solo cubierto por su boxer y su abdomen tocando su espalda.

Erick, sentía completamente la erección de su jefe en su trasero, su pene empezaba a endurecerse y apretaba el manubrio por las ganas que tenia de cojerselo.

Las manos del ojimarron se posaron en sus caderas, debajo de la remera, tocando la suave piel de su espalda.





El límite del placer [Joerick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora