El límite del placer [Joerick]

Seis.

Así es como Erick se viste para la oficina:

Así es como Joel va vestido a la oficina:

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Despierta en su cama, el dolor de cabeza lo invade y no entiende por qué, mira a su lado y Tyler aún duerme,

Lleva una mano a su rostro y mira el reloj, se para de la cama de golpe, por que tiene 15 minutos para llegar a la empresa y reírse en la cara de Joel.

Sacude a Tyler para despertarlo y este gira el rostro, entonces decide tirarlo de la cama.

Se queja y larga un suave grito, parandose.

-¿Por qué me despiertas así? -dice cuando recapacita un poco la situación.

-Necesito que me lleves al trabajo -no dice nada más, sabiendo que lo hará y comienza a prepararse.

Su cabeza no deja de joderle y toma una pastilla y hace una mueca mientras la ingiere por que no tomó agua.

Ambos están listos y suben al auto de Tyler, Erick agarra su pequeño bolso y saca sus maquillajes básicos para tapar sus ojeras.

Coloca un poco de manteca de cacao en sus labios y estos brillan. Tyler lo mira fijamente.

-Estaría necesitando que me beses -vuelve a mirar a la carretera- Tus labios brillan mas que mi vida.

Éste gira los ojos mientras ríe y abre rápido la puerta mientras el auto estaciona frente al gran edificio.

-¿A qué hora sales? -pregunta antes de que cerrara.

-Nos vemos en la semana -dice sonriéndo y empieza a correr hacía las puertas de cristal.

Sube en el ascensor mientras mira la hora, llegó a punto.

Sale contento y saluda a la recepcionista, camina hacía la oficina y abre la puerta de golpe.

Ahí esta su jefe, mansturbandose.

Cierra despacio la puerta y se queda boquiabierto mirando la situación,  aún no se da cuenta de su presencia.

Su pene es enorme y grueso, sin duda uno de los mejores que ha visto, gruñe mientras aumenta los movimientos y suelta un jadeo cuándo se viene en su mano.

Erick muerde su labio y Joel se sorprende cuando lo ve parado.

-Creí que no ibas a venir -limpia su pene y sus manos, mientras lo guarda.

-Me di cuenta- muerde su labio, y aunque siempre jugó con Joel, ama provocarlo.

-Sigue así y yo no voy a satisfacerme.

Erick deja su pequeño bolso en la silla y se sienta sobre el escritorio, bajando la mirada para verlo.

Este estira su mano y la lleva hacia el muslo del menor, acariciando con suavidad y mirando con lujuria sus ojos verdes.

Erick vuelve a morder su labio mientras se endereza, estremeciendose por su toque y sus caricias por arriba de su ropa.

Suspira y Joel se levanta de golpe, para apoyar sus manos en sus delicadas mejillas y atraerlas hacía él.

Toma sus labios, sus suaves y sabrosos labios, también son delicados y regordetes, los muerde un poco mientras succiona y Erick corresponde, adentrando su lengua hasta tocar el principio de su garganta.

Erick lleva sus manos al cuello de su jefe y enreda sus dedos en sus suaves rulos, su perfume masculino comenzaba a adentrarse en sus fosas nazales, al punto de sentirse drogado.

Droga Joel.

Su cuerpo se presiona más al suyo, en caricias, lleva sus manos desde su mejilla hasta su cintura, levantando su traje y acariciando su piel.

-Parame ahora o ten la mejor cogida de tu vida -susurra en suspiros y vuelve a dejar un beso corto.

-Quien dice que tu no tendrás la tuya -responde riendo y decide dejarse llevar.

Solo quiere demostarle a Joel que puede tener el mejor sexo, y puede seguir su vida tranquilo.

El rizado lo recuesta sobre el escritorio,  luego de tirar todo lo que hay encima, retira su saco negro, luego desprende su camisa de golpe, y lo primero que observa, son marcas recientes,  estupidos y malditos chupones que no son suyos.

-¿Por qué tienes esto? -pregunta en un tono enojado.

-Por que cuando uno lo dejó en medio de lq carretera,  y siguió su camino feliz, el otro cogió toda la noche.

-Maldito niño -susurra y lleva sus labios a su pecho para dejar sus marcas.

Le molesta que Erick se entregué a alguien más que no sea él.

El estúpido nuevo secretario lo trae loco.

Joel saca sus pantalones, viendo la delicada y bonita tanga rosa que Erick porta.

Se queda embobada y la rompe, retirandola.

-Idiota.

Baja su cremallera y suelta su pene,  que está duro de nuevo.

No lo prepara, para castigarlo un poco y da su primera estocada entrando de una.

Erick suelta un gemido fuerte mientras se agarra del borde de la mesa para tratar de calmarse.

Joel toma sus caderas e inicia un fuerte vaivén,  encontrando su próstata al momento.

-Pequeño,  eres muy lindo... -susurrq entre gruñidos- Dime Daddy, es basico, ¿Si? Pequeño...

Sus estocadas eran mas fuertes y los gemidos de ambos retumbaban en todo el piso.

-S-si... Daddy... -Erick no deja controlarse tanto y hace un movimiento rápido para que Joel quede acostado en el escritorio.

Mueve sus caderas en fuertes saltos, montandolo y haciendo que Joel suelte gemidos fuertes.

-Oh... Sabes montar bien a tu Daddy...

-Daddy necesitaba que su pequeño lo haga...

Mas gemidos llenan el lugar y sus saltos se vuelven lentos mientras ambos se vienen, Joel en su interior y Erick en ambos abdomenes.

-Fue muy lindo, Pequeño...

Todo hubiera sido mas lindo si Joel no tuviera que haber imaginado eso al mansturbarse, mirando al ojiverde que estaba boquiabierto observando su pene.