Siete.

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Las abandoné unos dias :D

Me sentía mal por haberlas ilusionado xd.

Alv yo las amo <3

.

La mente de Erick termina de procesar todo lo que acaba de ocurrir.

Su pene también está duro, pero se cubre con su bolso para no darle esa satisfacción a su jefe.

Error, lo nota.

-Puedo ayudarte con eso.

-Para eso tengo a mi novio -susurra con una sonrisa y finaliza entrando a su propia oficina.

Si, mintió, pero sin duda fue lo mejor, ver la cara de Joel con su mandibula con tensión pura, sus ojos fijos en él, los labios duros y entreabiertos. Sin duda, disfrutaría mucho verlo enojado mientras se lo está cogiendo.

Abre su computadora y sus ojos se paralizan, de nuevo, cuando ninguno de los archivos que guardó, se encuentran donde los dejó.

Arquea sus cejas de enojo, se para y se encamina de nuevo para la oficina de Joel.

-Tu borraste los archivos -exclama y golpea la mesa de vidrio.

-No, cariño... -se para también y camina hasta su lado, acaricia su mejilla y el ojiverde se resiste a golpearlo- Yo sólo limpié la computadora.

-Sabias que ahí se encontraba el proximo trabajo, el cual tengo que entregar mañana.

-Creo que si juegas con fuego, te puedes quemar.

El ojiverde no aguanta mas y lo empuja.

-¿¡Qué mierda te hice yo!? -su jefe lo mira aún mas enojado y toma un poco de aire antes de tomarlo por la cintura y acorralarlo contra el escritorio.

Erick quiere volver a empujarlo, pero su perfume masculino lo embriaga.

-Tu, pequeño... -susurra y pega su erección a la de Erick- Me traes loco desde el primer día con el cual entraste por esa puerta. Tú, pequeño... Eres lo mas bonito y excitante que vi en mi vida.

El ojiverde cierra los ojos cuando siente sus labios demasiado cerca, rozando los suyos.

-¿Debería aplaudirte?

-No -sonríe maliciosamente- Pero vamos a generar ese sonido cuando esté entrando en ti.

Lo gira y lo acuesta en el escritorio, simula estocadas mientras masajea sus gluteos y Erick se endereza, tratando de calmarse también.

-Joel... Esto... No es correcto.

-No me creí lo de tu novio -explica mientras deja al aire libre su trasero- Pero sí, me molestó la idea de que tuvieras uno.

-A-acepta la realidad -suelta un leve gemido cuando siente la punta del pene de Joel rozar su entrada.

Un dedo entra en él y se empina buscando maa placer.

-La realidad aquí... Es que sólo me debes de pertenecer a mi.

-No creí que te gustaran las putas que suelen a ir a bares en las noches.

-Pequeño, mi amigo siempre está duro cuando pienso en ti moviento estas caderas -retira su dedo cuando está dilatado y coloca sus manos en sus caderas- Y juré que algún día iba a ser quién las toque.

-Ten en cuenta que sólo voy a dejar que me folles, pero luego mi odio hacía ti va a seguir intacto.

-Ya lo veremos.

Joel mete su pene de una sola estocada, haciendo gritar al ojiverde, este coloca sus manos al borde del grueso vidrio y apreta las paredes de Joel.

-Demonios, bebé... Sabes bien del tema.

-Me la pasé cogiendo anoche, créeme que sé demasiado bien -susurra y siente como el enojo de Joel se hace presente, por que la fueza en sus dedos apretan su cadera, y cuando gira su rostro, está tensado- Aún me debes los trabajos.

Joel retira su pene y lo da vuelta, vuelve a embestirlo y se agacha para morder sus labios.

-Vamos a ver que tan bueno eres metiendola -susurra Erick y ríe, pero es interrumpido por un gemido cuando Joel lo embiste fuerte y rapidamente.

Sus manos se dirigen a su pecho, debajo de su camisa, y comienza a arañarlo por que no deberia gemir.

Todos van a escucharlo.

Joel continua con las embestidas, el odio y la tensión sigue en su rostro, pero el placer se nota apenas miras sus ojos.

Encuentra rápido la próstata de Erick y no duda un segundo en volver a golpear en el mismo lugar, se hunde completamente y se mantiene un rato mientras hace movimientos circulares, masajeandola.

-Demonios.

Vuelve a embestirlo y suelta sus fluidos en su interior, mientras ve como el ojiverde los suelta en ambas camisas.

Se tranquilizan un poco y se miran aún teniendo la respiración agitada.

-Eres jodidamente excitante.

Erick sonríe malicioso y se acomoda sus pantalones.

-Espero que lo hayas disfrutado -hace una pequeña pausa- Me han cogido de mejores formas.

-No niegues que te gustó.

-Si, me gustó, pero sinceramente, no eres un dios.

Erick se retira, volviendo a su oficina, dejando a un Joel demasiado enojado, decepcionado, quizá, y con ganas de volver a cogerlo para que sepa que nadie lo hace como él.

El niño le puede mucho.

El límite del placer [Joerick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora