13

165K 13.5K 1.8K
                                    

Que cama tan cómoda es esta, que bien dormí, que pereza tengo.

Abro los ojos, veo el cuarto y no lo reconozco, verdad que estoy donde Ashton. Me levanto con pereza, cojo mi cepillo y voy al baño.

Bajo ya cepillada y medio despierta. Saludo a todos y antes de que siquiera pueda terminar de llegar Ashton ya me está llevando de la mano de nuevo a su cuarto.

—Quería desayunar, Ash. —Me quejo y cruzo los brazos. Quiero comida, mi estómago lo exige.

—Ten. —Me tiende una caja decorada con papel de colores. La acepto.

Abro la caja y me encuentro con una camisa blanca que dice Hola modelo. Ruedo los ojos divertida y me levanto para abrazarlo lo cual lo sorprende pero pronto me devuelve el abrazo.

—Gracias Ash, pero no soy modelo. —Agradezco en su oído. Ya se que me pondré hoy.

—Pero estás empezando y sé que lo serás y serás la mejor.

—Ahora me siento mal, no te tengo un regalo. —Hago puchero mirando al suelo, le compraré algo, el problema es que no sé qué.

Un mes desde que lo conozco y poco lo he detallado, ni modo que le consiga la Macarena.

Espera, eso me dio una idea.

—No me debes dar un regalo Mara.

—Lo haré. —Aseguro y cogiendo su mano corro saliendo del cuarto ya que tengo hambre.

-

—Estoy segura de que te he visto en algún lado. —Dice Tara, la hermana de Ashton. En la noche dijo lo mismo.

—Yo creo que la vi en mis sueños. —Dice ahora Shawn, el primo y me tira un beso.

Ruedo los ojos y Ashton le pega en la cabeza rodando también los ojos.

—Sigamos jugando que voy perdiendo.

Estamos nosotros cuatro en la sala jugando Mario Kart mientras que algunos salieron al parque, otros están en sus casas y otros durmiendo.

—¡Ya se! —Grita la chica provocando que todos saltemos en nuestros lugares. —¡Tu apareces en mi revista!

Sus ojos y los ojos muy abiertos de Shawn me miran expectantes. Al parecer la revista no era de Ashton como pensé.

—Si, esa soy yo.

—¡Lo sabia! —Exclama de nuevo dando saltitos mientras está sentada. —¡Tú novia es modelo!

—No somos novios. —Repetimos Ashton y yo como por... ya perdí la cuenta.

—Ahora entiendo esa camisa.

Miro a Shawn quien aún no deja de mirarme, tampoco es como si fuera la chica más linda del mundo ni que fuera la mejor modelo.

—Ya vi que no tengo oportunidad, saldrás solo con modelos.

—No le gustan los modelos. —Comenta Ashton y los otros dos me miran.

Me encojo de hombros y asiento volviendo al juego.

Tampoco es como si en realidad conociera muchos, solo a uno y por unos pocos minutos y fue un idiota egocéntrico.

El chico del ascensor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora