El chico del ascensor

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Miro mi celular, ya debería de estar aquí.

—Hasta que llegas. —Digo levantándome del suelo. 

Ashton rueda los ojos y suelta un bajo "exagerada" para luego levantar una bolsa con comida. De verdad estoy comiendo mucha comida chatarra pero cocinar me da mucha pereza.

—Hagamos una carrera. —Propongo y él me mira confundido. —Tu subes por el ascensor y yo por las escaleras hasta mi piso, quien llegue primero gana. —Explico.

—¿Qué gana el ganador?

—Si tu ganas te haré caso y usaré el ascensor y si gano yo utilizarás solo las escaleras.

—Sabes que odio las escaleras.

—Y yo el ascensor, ¿aceptas? —Pregunto ansiosa.

Ashton lo piensa un momento y al final asiente.

—Bien entonces... empezamos ya. —Digo y empiezo a subir las escaleras.

Voy en el cuarto piso y siento que perdí un pulmón, que mala idea tuviste Amaranta, sabes que aún tu estado físico no es bueno.

Sigo subiendo y al llegar a mi piso me tiro al suelo feliz de haber llegado de primera pero muerta por subir tan rápido. El ascensor llega y al salir Ashton me mira divertido por mi estado.

—No te burles gordo.

—Gordo tu trasero.

—¿Cuál si no tengo? —Pregunto y él ríe aún más. Me ayuda a levantar y ambos vamos a mi departamento. —¡Gané! —Celebro ya dentro y corro a la cocina por un vaso de agua.

—No es justo, empezaste antes.

—Cuando tu llegas vas directo al ascensor y debes esperar mientras que para las escaleras no debes esperar, así que no fue trampa. —Le saco la lengua infantilmente y le quito la comida para sentarme en el sofá.

Nos quedamos en silencio mientras yo intento que el aire vuelva a entrar con normalidad. De verdad que con el tiempo que llevo en el gimnasio debería haber mejorado un poco, creo que antes estoy peor.

—¡Oye! —Exclamo sobresaltándolo. Río ante su reacción recibiendo una mala mirada de su parte. —¿Y el trabajo? —Pregunto moviendolo del brazo.

—Cálmate nena que me quitas el brazo. —Habla y coge mis manos con su otro brazo para apartarlas delicadamente. —Aún no reviso la respuesta, temo no quedar. —Responde inseguro.

Yo esperaba que llamarán ya que es normal, así que el que la respuesta sea por un mensaje es raro y apunta más a algo negativo.

—Dame tu cel. —Pido estirando mi mano. Él duda pero me lo da.

Busco en su correo y el mensaje es el primero, lo abro y grito provocando que brinque en su lugar. Salto en el sofá y él me mira sin comprender. 

Que lento es, no estaría saltando si hubiera sido algo negativo.