*Narra Harry*
Hace un tiempo, ella me dijo dónde trabajaba, en el bar del tío de su mejor amiga. “El Paraíso”. Había viajado desde California hasta aquí, para quedarme, definitivamente. Le había echado tanto de menos. No me malinterpretéis, ella era mi mejor amiga y lo había sido siempre. Nos conocimos con cuatro años, cuando la muy torpe se cayó de la bicicleta y desde entonces, fuimos inseparables. Hasta hace dos años, cuando a mis padres les cambiaron de trabajo y me tuve que ir con ellos y estudiar en América. Fue la primera vez que separé de ella, y un principio no me quedaría mucho en aquel nuevo sitio para mi. Solo iban a ser un par de meses, pero mis padres cada vez ganaban más dinero y yo me acostumbré muy bien al nuevo instituto. Mis notas habían mejorado notablemente e incluso hice un par de buenos amigos. La cosa fue aumentando, hasta que ese poco tiempo acabaron siendo dos años. Respecto a Isa, bueno, hablábamos por Skype, pero no era igual, aparte de que era muy difícil que coincidiéramos por el tema de las zonas horarias. Realmente necesitaba estar a su lado, abrazarla cuando estuviese mal, hacerla cosquillas. Incluso añoraba que me pegase. Pero, por fin, había llegado el momento de volver a su lado.
Entré en el establecimiento, y rápido posé mi vista sobre una chica de cabello rizado, sentada sobre un taburete. Sonreía y tomé aire. Ella era Mara. En realidad, no la conocía demasiado, simplemente sabía que era ella porque mi amiga la mencionaba siempre que me contaba cómo había ido su día. Incluso un par de veces, me pasó fotos de ambas haciendo el estúpido. Cuando la chica me vio, chilló. Fue entonces cuando me di cuenta de la chica que se encontraba al otro lado de la barra. Isa estaba delante, y cuando siguió la vista de su amiga y posó sus ojos sobre los míos, me dio la impresión que le iban a estallar. Saltó por encima de la barra derramando un vaso y llamando la atención de muchas personas a su alrededor.Vino corriendo hacia mi, mientras gritaba mi nombre. Se me tiró encima, literalmente. Saltó encima a mí, rodeando mi cintura con sus piernas, y colgándose de mi cuello, ocultando su cara en el hueco entre mi cuello y mi hombro. Casi nos caemos, pero nos empezamos a reír como locos. Depositaba muchos besos por toda mi cara. Era una extraña situación, ya que sujetaba su trasero para que no se cayese. Parecíamos unos locos.
- ¡Dios, Harry! ¡No me lo puedo creer! ¡Por fin! ¡Te he echado tantísimo de menos!
- ¿Crees que yo no? ¡Tenemos que recuperar estos dos años perdidos!
- Eso dalo por hecho.
Alguien se aclaró la garganta y salí de mi ensimismamiento. Miré detrás del cuerpo de Isa, y vi a la pequeña Mara con una gran sonrisa en el rostro. Le hice un gesto para que se acercara y poder darle un abrazo, aún con mi amiga colgada en mi como un mono africano en un árbol.
- ¡Encantada de conocerte en persona!
- ¡Si, por fin nos vemos!
Bajé a la chica de mi cuerpo, pero seguía abrazada a mi, dándome a entender que no se quería volver a separar de mi en mucho tiempo. Quizás, jamás.
Narra Isa.
No me lo podía creer. ¡Estaba conmigo! Por fin, después de tanto tiempo, había vuelto. Mi pequeño, mi hermano de otra madre. No podía dejar de observar sus ojos esmeraldas con una chispita que indicaban cuán feliz se encontraba en ese momento. Abracé su brazo derecho. Estaba mucho más musculazo que hace un par de años atrás.
- ¿Y tus maletas? ¿Dónde te quedas? ¿Te has alojado ya? ¿Es bonito?
- ¿Bonito? ¿A qué te refieres?
- Al hotel, por supuesto.
- ¿Qué? ¿De qué hotel me hablas?
- Pues, de ese en el que estás alojando…
- No me quedo en ningún hotel.
- Isabel, ¿puedes callarte ya y dejar hablar al muchacho? No lleva ni diez minutos aquí y seguro que ya quiere deshacerse de ti, pesada.- Interrumpió mi amiga. Honestamente, había olvidado que no éramos los únicos dos en el mundo.
- Perdón, la emoción del momento.
Le abracé de nuevo, supongo que por el miedo de que en cualquier momento le cogiesen y le volviesen a alejar de mi lado. Ahora no, ahora debía estar conmigo y no iba a permitir que se fuera. No esta vez. Nos acercamos a la barra, y yo me metí dentro. Ahí seguían los imbéciles de antes. Habían visto todo mi numerito con Harry. Genial, lo que faltaba, que se rieran de mi por eso.
- Pues no me quedo en ningún sitio. Tengo las maletas en el coche y esta noche me quedaré a dormir en él. Mañana ya busco dónde alojarme, que ahora mismo es muy tar…- Dejó su frase sin contestar y se encontró con las miradas perplejas de los cuatro idiotas.- ¿Chicos?
- ¿Harry?- Contestaron estos a la vez. Se levantaron de sus taburetes y se fundieron con él en un fuerte abrazo. Miré a Mara confundida, y ella me devolvía la misma mirada. Espera, ¿qué mierdas acaba de pasar? ¿Se conocían?
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¡Hola de nuevo!
A pesar de que los requisitos que pedía en anteriores capítulos no se han cumplido, he decidido subir porque bueno, no quería dejar con curiosidad a lo pocos lectores que siguen la novela. Como lectora que soy, no me gusta que los autores se demoren mucho al subir nuevos capítulos así que yo espero no hacerlo x)
Gracias a NiallsLovingTeddy por ser mi lectora.
Gracias a SrtaBilis por también leerla, y por compartir opiniones y gustos, ha sido un placer conocerte. (Deberíais pasaros por su novela "Algunos secretos nunca mueren", lo poco que he leído es muy buena y súper recomendable si te gusta el misterio).
Pero este capítulo va dedicado a mi querida Angy, que me ha apoyado a fondo para subir de nuevo esta novela. ¡Te quiero mucho, srta Styles!
¿De qué creéis que se conocen los chicos y Harry? Gracias a todos los demás por leer, votad y/o comentad, por favor.
Un beso, Isa.