Vestía un vestido azul marino con grandes lunares blancos que le llegaba por encima de la rodilla. Su pelo ondulado se mecía en una larga trenza de espiga que crecía en la parte superior de su cabeza, calzaba unas sandalias negras y unas oscuras gafas de sol remataban su outfit veraniego.
- ¡Ya era hora! Pensé que no vendríais.- Sus finos labios pintados de un ligero tono rosa se curvaron en una sonrisa.
- No exageres, no legamos ni diez minutos tarde.- La abracé. Se había echado su perfume preferido olor a manzana. Me separé de ella para que Harry pudiera abrazarla y avanzamos por el parque.- ¿Y bien? ¿Adónde vamos?
- A la casa de ellos, que está situada en varias manzanas de aquí. Supongo que nos estarán esperando en la puerta del jardín botánico.
- ¿Tenemos que ir hasta allí?- No me gustaba quejarme, pero eran las dos de la tarde, hacía muchísimo calor y realmente estaba hambrienta.
- Oh, vamos, no está tan lejos.- Debatió mi amiga sonriendo feliz y echó a andar alegremente. Harry y yo la seguimos.
- Te veo demasiado contenta, Mara, ¿por un chico llamado Liam quizás?- Mi amiga se sonrojó ligeramente por el cometario de Harry, y nos reímos de ella.- Lo tomaré como un sí.
- Que adorable, si se pone rojita.
- Se estará enamorando.
- En serio, chicos, ambos sois igual de insoportables.- Ella se giró y nos sacó la lengua de forma infantil.
Los tres nos reímos y enganché mi brazo al de Harry. Mara iba dos pasos por delante, comentando el olor del césped recién mojado y echando un vistazo a unos niños que jugaban con una pelota azul de goma. Vimos a lo lejos la fuente, y un grupito de chicos sentados en el borde. A medida que nos acercábamos pude distinguirlos. Louis llevaba una gorra negra, una camiseta verde oscuro algo gastada y unas bermudas vaqueras, al igual que Liam, sin embargo él tenía una camiseta de tirantes negra que dejaba ver sus morenos brazos. Niall vestía unos vaqueros ajustados, una camiseta blanca de manga corta lisa y una chaleco vaquero al igual que sus pantalones. Zayn destacaba del grupo, vestido todo de negro. El humo se escapaba de sus labios y hablaba animadamente con los demás muchachos.
Mara se acercó efusivamente a ellos, para plantar un suave beso cerca de la comisura de los labios de Liam. Yo me limité a quedarme detrás, aún agarrado al fuerte y tatuado brazo de Harry. “Se amable” él susurró en mi oído.
Se soltó para saludarles con palmadas en el pecho y lo típico en hombres.
- Hola.
Los cuatro chicos me sonrieron, y Harry me empujó suavemente hacia ellos para que les saludara con dos besos. Urg, odiaba hacer eso. Yo saludo con abrazos. De todas formas, besé ambas mejillas de cada uno de ellos. Zayn colocó su mano sobre mi cintura a la vez que sus labios rozaron mi mejilla y un desapercibido escalofrío me recorrió de la cabeza a los pies. Me separé de él para mirarle a los ojos. Dios, que chico más guapo.
- ¿Dónde aparcaste, Harry?
- En la otra entrada del parque, ¿vosotros?
- En esta de aquí. Podemos distribuirnos para ir a casa, así te enseñamos el camino.
- Está bien.
- Yo y Liam vamos contigo.- Dijo Niall.
- Yo igual.- Añadió Mara nada más escuchar el nombre de Liam.
- Voy con vosotros.- Me apresuré a añadir.
- No.
- ¿Qué? ¿Por qué no?- Fruncí el ceño. ¿Quién se creía ese rubio que era para decirme a mi lo que tengo o no que hacer?
