El prisionero de tu voz,
condenado a no besarte.
El que antes de que te vayas,
ya comenzó a extrañarte.El mendigo de tu luz,
el rehén de tu ternura.
Un grillo que, por error,
se enamoró de la luna.
CondenadoX
El prisionero de tu voz,
condenado a no besarte.
El que antes de que te vayas,
ya comenzó a extrañarte.El mendigo de tu luz,
el rehén de tu ternura.
Un grillo que, por error,
se enamoró de la luna.