Capitulo 8 - fingiendo

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Como terminé siguiéndole la corriente al cerdo anciano y canoso que cuido de mi, no lo se, simplemente mi instinto de supervivencia me dijo que eso era lo correcto, que eso era lo que tenía que hacer para salvarme.

Abrí mis labios y lo bese, con ganas, fingiendo que si quiera causaba algo de calor o alguna chispa en mi sistema nervioso, con mis manos recorrí su espalda y empecé a quitar las prendas que lo cubrían, cada vez era mas fácil, los primeros meses me costó fingir, me costo no vomitarme cada vez que el me exigía que me tragara sus "líquidos corporales"  el ya estaba sin ropa y yo aun tenía puesta una que otra prenda, entonces el estruendo de un móvil sonando irrumpió en todo el lugar, causando que ambos nos retiráramos y el caminara hacía la biblioteca a contestar.

Agradecí a Dios, pronto sería el día, llevaba planeando mi escape desde hace dos semanas, cuando el al fin confió en mi y retiro el guardia de mi puerta en las noches, estaba pensando en escapar cuando fuera a la siguiente reunión de doctores retirados, la cual se efectuaba es misma noche, Este era el día en el que recobraría mi libertad, o eso pensé mientras dejaba que el viento que pasaba por el balcón acariciara mi rostro.

-Lo siento, pequeña, tengo que marcharme-

- Esta bien por mi, sabes que te esperare.-

- No olvides que nunca dejo nada a medias así que cuando llegue quiero verte en mi bañera, esperando por mi, con esa lencería negra que tanto me gusta-

- ¿Acaso alguna vez he faltado a uno de tus requisítos?, márchate pues, estaré aquí para cuando vuelvas.-

y lo observe caminar hacia uno de sus autos manejado por uno de los choferes de la casa.

Esperaba que muriera de camino a su reunión, esperaba que sufriera tanto como yo, esperaba que se quedara solo por el resto de su vida, como un alma en pena.

y comenzó el plan...

Corría  mi recamara, Con toda la fuerza que me daban mis piernas, como si mi vida dependiera de ello, porque así era, mi vida dependía de que lograra salir de ese desastroso lugar; ya en mi habitación busque en mi closet, y encontré los planos de la casa con las instrucciones que había encontrado en caso de incendio, este era el plan mas efectivo que había logrado planear tan solo en dos semanas .

Cojí un morral con un poco de dinero y un par de mudas de ropa, necesitaba ir ligera de carga si quería salir, me puse una sudadera negra, para camuflarme con la noche, abrí la puerta de mi habitación, no sin antes mirar a ambos lados, y corrí a la cocina, donde se encontraban las salidas de emergencias para empleados ,  estaba cruzando por la puerecilla de madera cuando escuché un grito, un grito que no era mio, era de una de las muchachas de la servidumbre, volteo hacía mi y me señalo, yo era una prisionera en esta casa, así que todos sabían que si yo escapaba los de la reprimenda iban a ser ellos, y ninguno podía hacerse responsable de una perdida de empleo, ya que la mayoría tenpía una familia que cuidar, me meti por la puerta dejando el plano estorboso atrás , me deslice a través de las paredes, entre los arbusto, esquive los guardias y sus perros y salí, respire el aire limpio y sin darme ni siquiera tiempo de mirar atras subí en el primer autobús que pasaba, un autobús que resulto tener un único destino sin paradas, el infierno...

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Hola! tiempo sin leernos! :D espero que lean el capituloy pues de ante mano pido perdón por posibles faltas de ortografía e incoherencias 

-sam

El diario de una Perra sin suerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora