Déjame respirar cuando el aire haga falta.
Déjame nadar cuando el mar intente ahogarme.
Déjame vivir cuando la muerte quiera atraparme.
Déjame amar cuando tu recuerdo marchita el sentimiento.
Déjame.
Abandona mi vida. Abandona mis momentos de gloria cubiertos de oro, y mis momentos de tragedia decorados por tulipanes podridos. Abandona el recuerdo. Abandona el deseo. Abandona tus demonios y libérame de tu desgracia.
Condenado a vivir con el corazón muerto y con la lujuria más viva que un adolescente lleno de adrenalina en medio de una fiesta. Condenada a sufrir tu tormento y a ser perseguida por tu obsesión, con el corazón cicatrizado en la mano y con una flor en la otra.
Si quieres atraparme. Atrápame. Si quieres matarme. Mátame. Si quieres mentirme. Miénteme. Pero hazlo ahora que soy impaciente y el tiempo se escurre como el agua, y no pienso vivir sabiendo que tus ojos oscuros aun me vigilan.
Estoy dispuesta a arriesgarme en la cuerda floja y caer en la amargura solo para llegar a ti.
Y asfixiarte cuando quieras respirar.
Y ahogarte cuando quieras nadar.
Y matarte cuando quieras vivir.
Y marchitar tu sentimiento cuando quieras amar.
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El Lado Oscuro del Amanecer
Poetry¿Cómo escribir poemas de amor si soy incapaz de no sentir temor?