Me niego a cerrar la herida.
Sigues siendo mi espina.
Quererte nunca me hizo bien.
Pero odiarte me envenenó con hiel.
Y es que todavía me dueles.
Pues, tus sombras son aún más crueles.
Hubiera sido más fuerte para nunca haber deseado tu corazón inerte.
Para ser sincera, todavía no me perdono
Porque aún sangra este corazón roto.
En mis sueños me invades.
De mi cabeza no sales.
Y te apareces con todos tus matices
Atormentándome desde las raíces.
Dejas un agujero en mi pecho
que cada vez más perfora mi cuerpo.
Y me haces sentir tan enferma, tan vacía
¡Mataste aquello que me mantenía viva!
¡Me robaste aquello que me pertenecía!
Cómo me hubiera gustado dedicarle mis horas y mis odas
a alguien que fuera sincero cuando me dijera que me quería.
Y sin embargo, aquí estoy
Llorando tu traición.
Lamentando ese tonto error.
Pensé que aquel día me había librado de ti
Pero sigues aquí
Dentro de mí;
como un cáncer,
haces metástasis y aniquilas cada centímetro de mi ser.
Pudres la ilusión.
Matas el amor.
Robas la inocencia
y manipulas a tu conveniencia.
Recordar aquella noche me hace sentir tan sucia.
Y este arrepentimiento me hace creer que no merezco perdón.
Que no merezco ninguna demostración de amor.
Que cualquiera me abandonaría.
Que cualquiera me desecharía.
Que nadie me respetaría.
Tú sabes cómo sacar la peor versión de mí.
Y sólo me pregunto: ¿por qué lo permití?
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El Lado Oscuro del Amanecer
Poetry¿Cómo escribir poemas de amor si soy incapaz de no sentir temor?