Todo por ti 🕯YM/JS 🕯

"Min Choi"

YoonGi se despertó en una camilla blanca, dentro de una habitación blanca. Tenía unas flores blancas, en una jarra blanca. Tenía la ropa blanca, el pelo blanco, la piel blanca, Los pensamiento en blanco.

Todo se teñía del color rojo, de sangre... Otra vez ese maldito color. Ese color que le perseguía desde la infancia. Ese color que chorreaba desde el pecho de Min Choi. De su pequeña Choi. Esa pequeña niñita, con sus ojos rojos, pelo blanco, vestido blanco, piel blanca...

Llevaba viendo ese rostro desde su infancia. Ese rostro sin vida que miraba hacia la nada mientras susurraba palabras incomprensibles.

Todo sucedió un día de invierno...

YoonGi tenía 10 años y su hermana menor Choi, tenía 5.

—¡YOONGIIII! ¡Ven aquí!
—¿Qué sucede Choi?
—Hay una flor allí, en medio de la nieve. ¡Sálvala, corre!

Se dirigió a recogerla. Era una flor hermosa, una flor de un color rojo intenso. Se estaba congelando. YoonGi se apresuró para recogerla y plantarla en una maceta de la casa.

—Yoonie... ¿Qué tipo de flor es? Parece bastante rara.
—Parece una Grevillea Roja. Es bastante bonita.

—El color se parecen a mis ojos, jijji. —Sonreía mientras se apuntaba a sus pequeños ojos con su dedito índice.

YoonGi se acercó y acarició el cabello de la pequeña, mientras bostezaba una hermosa sonrisa. Llevaban en la casa de sus abuelos varios días. Sus padres se habían ausentado por el trabajo. Y los abuelos fueron a hacer la compra, dejando a los dos niños solos.

Se escuchó un sonido de llaves viniendo de la entrada del hogar, así que YoonGi se preparó para recibir a los abuelos. Alguien abrió con cuidado la puerta, intentando no hacer ruido, bastante sospechoso viniendo de los abuelos.

—Choi, ¡corre, escóndete! Estos no son los abuelos.
—Yoonie tengo miedo. No quiero irme sin ti.—se agarró del brazo del mayor y no le dejaba aproximarse a la puerta.

Un hombre con bate entró en la casa. Se veía bastante nervioso, por lo que iba cuidadosamente andando por la casa. Mientras tanto, los niños intentaban no hacer ruido, estaban escondidos en un armario.

—Choi, pequeño copo de nieve. Tienes que dejarme salir. Tengo que intentar hacer algo.
—No, no quiero. No te vas a ir a ninguna parte, no me dejarás sola ¡NO!

El hombre se giró para ver de donde venía el ruido. En ese momento YoonGi cogió un cuchillo. Se preparaba para, por lo menos, ganar un poco de tiempo para que Choi salga corriendo.

YoonGi se aproximó al hombre para clavarle el cuchillo, pero en ese momento Choi se puso entre él y el hombre. Con lágrimas en los ojos empezó a negar con la cabeza, el pequeño no pudo reaccionar a tiempo.

—C-Choi... ¡No, No, porfavor!— se acercó rápidamente a la pequeña, que cayó sobre sus brazos.
—Yoonie... Se que eres un hermano estupendo— empezó a toser sangre y cada vez le quedaban menos y menos fuerzas para hablar— Quiero que sepas, que siempre has sido mi ídolo. Te quiero Min Yoon...— levantó su pequeño brazo hacia el cielo mientras murmuraba cosas sin sentido.

Allí se quedó llorando, con una Min Choi en sus brazos, asesinada por sus propias manos.

YoonGi quedó destrozado. Más bien traumatizado. Desde ese momento nunca ha podido escuchar a nadie siquiera mencionar su nombre completo y menos decirle un Te quiero.

Presente

Empezó a moverse por toda la habitación, esperando a que alguien viniese. Tocó las flores, tan bellas, pero tan frágiles.

Sólo podía escuchar todo el rato:

"Te quiero Min Yoon..."

Maldita sea, no era tan difícil terminar la frase. Empezó a llorar otra vez, como aquel niño de ese entonces.