Capítulo 3

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Justin

Desde el martes que Camila asistió a mi cena de cumpleaños y que la lleve a su casa no hemos hablado. Han pasado tres días y esperaba verla hoy, la he visto estos días, pero por algunos segundos y de lejos. Quería saber si había pensado lo que le había dicho, no quería presionarla, pero estaba ansioso por estar con ella.

–¿en qué tanto piensas? –preguntó la voz de Lorraine sacándome de mis pensamientos.

–en ella –dije tranquilamente, cualquier persona sabía a quien me refería. Ella suspiró profundamente y apoyó su cabeza en mi hombro.

–sabes antes en la mañana desayune con ella en la cafetería. –la aparte de mi rápidamente, haciendo que me viera a la cara.

–¿con Cami? ¿qué te dijo? –pregunte rápidamente.

–me contó una historia sobre un tal Steven, la verdad no me dio muchos detalles, pero me dijo que hablaría contigo de eso. –asentí con la cabeza y ella sonrió ampliamente. No sabía quien demonios era Steven, ni que esperar de ese chico, me intrigaba mucho el porque ella quería hablarme de él y quizá tuviese algo que ver con su mentira o su miedo hacia su padre.

Pasaron las horas demasiado rápido, no había prestado mucha atención a las clases, en mi cabeza solo había espacio para pensar en el nombre de Steven, un chico que no conozco, que no sé si quizás fue o es alguien muy importante para Camila. Varias veces imagine que tal vez era un nuevo pretendiente suyo y que ella me hablaría de él para decirme que ya todo conmigo termino, eso me aterraba para ser sincero y no quería escuchar que de su boca salieran palabras similares. Decidí borrar esa idea de mi mente y a la salida, Lorraine, Ryan y yo nos fuimos a ver con los demás en el estacionamiento.

–uhg, no entiendo como ese imbécil puede ser tu novio –mire a Lizzie frunciendo el ceño. Eso fue lo primero que escuchamos al llegar al estacionamiento y esas palabras eran dirigidas a Margot, así que hablaba de Alejandro.

–Lizz por favor. –dijo Margot poniendo los ojos en blanco.

–¿qué paso? –pregunte y Lizzie volvió a verme rápidamente. Sonrió ampliamente y negó con la cabeza, acercándose a darme un beso en la mejilla.

–no pasa nada, Justin, ya podemos irnos –dijo entrelazando su mano con la mía, pero la aparte.

–pasa que Lizzie estaba insultando a Camila porque estaba muy ansiosa y parecía que había llorado, así que Alejandro la defendió y se ofreció a llevarla a su casa. –dijo Margot poniendo los ojos en blanco. –esa chica es un desastre, Justin...

–Sí, todos nos hemos dado cuenta de eso –dijo Lizzie de manera arrogante y ambas sonrieron con malicia.

–¿Camila estaba mal? –pregunte preocupado, quería saber que había pasado con ella. Mire a Ryan y luego a Lorraine, ambos se encogieron de hombros. Sabía perfectamente que ellos no tenían idea de nada porque ellos venían conmigo, pero estaba preocupado y quería respuestas, Lorraine estuvo hablando en la cena con ella y estos días ha estado muy cerca de ella, algo debería de saber.

–es una idiota, sólo quiere llamar la atención –dijo Lizzie y negué con la cabeza. Me subí rápidamente a mi coche, para irme. Lizz vino detrás de mi y comenzó a golpear la ventana. –no piensas ir donde ella ¿o sí? –baje la ventanilla del coche y sonreí.

–eso es justamente lo que haré, Elizabeth Hoffman. –dije, con cierta frialdad al llamarla por su nombre completo. Arranque deseando llegar lo más rápido posible a casa de Camila.
Tenía que ser sincero conmigo mismo y es que aún cuando intente bloquear la idea de que Camila tuviese otro pretendiente, y no es precisamente que no pueda tenerlo, sino que le haga caso o que a ella le guste me ponía los pelos de punta. Al llegar a su casa no vi ningún coche, así que me estacione del otro lado de la calle, como siempre, me baje de mi coche y cruce. No estaba muy seguro si estaba su padre o no, así que decidí mandarle un mensaje, en cuestión de segundos ella abrió la puerta y vino por las escaleras corriendo hacia mi. Sonreí ampliamente cuando ella se abalanzo sobre mi, rodeando mi cuello con sus brazos y le devolví el abrazo, apretándola más fuerte hacia mi.
Al separarnos ella se me quedo viendo y dio un paso hacia atrás, fruncí el ceño ante su gesto, entonces el nombre de Steven resonó en mi mente.

–tenemos algo pendiente y ya estoy lista para hablar contigo –la mire asintiendo con la cabeza, al instante me puse nervioso, pude ver por la forma en que se tronaba los dedos y trataba de arreglarse el cabello que ella también estaba nerviosa.

Destroy MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora