PINK LEMONADE

Sweet

Disclaimer: La historia es de mi pertenencia, en ella sólo utilizo sin ningún fin de lucro, a los personajes de Naruto, cuyo creador es Masashi Kishimoto. Está prohibido re-suban esta o cualquier otra de mis historias, o adaptarlas.  

-Prompt: sexo matutino/ morning sex

-Canon verse

Summary: Era tan dulce, el saber que Sasuke le amaba, sin necesidad de decirlo en voz alta. Tan dulce, hacer el amor a primeras luces de la mañana...

[PINK LEMONADE]

.Sweet.
.

Era diferente. Un techo que les cubriera, no más cielo estrellado sobre sus cuerpos. Una cama cómoda, no simples mantas en un duro e irregular piso. Para Sasuke eran casi foráneas estas sensaciones acogedoras, tantos años a la intemperie, cuando los raros privilegios que se daban al rentar un cuarto en una posada de camino no era nada comparado a esta cama y este lugar.

Sintió culpabilidad; haber obligado a Sakura a esas condiciones tan toscas, y ver su rostro ahora, tan apacible, su consciencia robada horas atrás por el sueño, boca entreabierta y rostro libre de preocupación alguna.

El amor de ella era tan grande, que para Sakura no importaban el dónde o cómo, siempre le acompañaba sin proferir queja alguna. ¿Qué había hecho él para merecer semejante persona?

Fue cuestión de varios minutos en que él contemplaba el techo de su nuevo hogar, escuchaba la respiración del cuerpo cálido junto al suyo, que en el silencio muerto de la casa pudo distinguir desde el primer inicio de sonido de la habitación contigua. Incluso antes de que el primer quejido terminara, él ya estaba ahí, de pie junto a la cuna en la cual la bebé gimoteaba.

Sasuke no dudó al escuchar a su hija quejarse, no pensó dos veces en levantarse y atenderla. Sakura estaba cansada, tratando de recuperar el ritmo en el hospital luego de los dos años en que ellos estuvieron de viaje, y aunque llevaban varias semanas de regreso en la aldea, el trabajo de ella era demándate, por lo que al anochecer Sakura terminada molida.

Tomó en brazos el pequeño cuerpo que se removía con incomodidad y revisó su estado, identificando qué era lo que le perturbaba. Pasaron varios minutos entre el cambio de pañal, el preparar su biberón y hacerle eructar. Sentado en una mecedora, la infante de medio año entre su pecho y hombro, arrullándola hasta que desaparecieron los rastros de lágrimas y sólo el suave murmullo de su respiración acompasaba los latidos de Sasuke.

He ahí, la mayor prueba tangible e irrompible del amor de Sakura hacia él.

Dentro de sí, un sentimiento tan grande se expandía por su pecho al recordar eso, al ser consciente de todo lo que Sarada representaba y Sakura le daba, que cuando depositaba a la bebé en su cuna de regreso, cuando le observaba dormir, que la tranquilidad, agradecimiento y felicidad cubrían su cuerpo, su mente... todo él se sentía ligero e inmensamente satisfecho.

Sus pasos fueron silencioso y lentos, con sumo cuidado regreso a su propia habitación, levantando las cobijas y regresando al lado de ella. Sakura se había removido en su sueño, y Sasuke pudo haber reído cuando su cuerpo inconscientemente se acercó más al de él cuando este se recostó con ella. Una sonrisa suave en los labios delgados de él ante las acciones de ella dormida, ese medio ceño fruncido de la boca de Sakura desapareció cuando su único brazo pasó sobre sus hombros, acercándole aún más. Un suspiro contento salió de sus labios y esta vez Sasuke no pudo evitar la verdadera sonrisa en su rostro.

Sasuke reconocía que no era alguien afecto a las demostraciones físicas en público, pero no era alguien frío o descontento del tacto de su ahora esposa; al contrario, ella era el dulce bálsamo que atravesaba su piel y tocaba su alma.