Mientras No Estabas Tú

Capitulo 3

"Tus palabras en mi cabeza, cuchillos en mi corazón"

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Mackenzie 

Él colegio está un poco lejos de casa, mi hermano tiene un hermoso Porsche convertible negro, y yo, yo... Una bicicleta que no se manejar, si, no sé montar en bicicleta, por lo tanto, debo irme a pie.

Y como ya faltan solo segundos para que las clases empiecen, me echo a correr como alma que lleva al diablo.
Tras cinco minutos de correr, llego al colegio muy agitada, mi cara está roja y mis piernas tiemblan, luego recuerdo que no puedo forzar mi cuerpo a correr a tal velocidad, y ruego porque no me de uno de los ataques justo ahora.

—¡Hey mira! allí va la niña horrible— una voz me saca de mis pensamientos —Dime cómo se siente ser tan patética como tú.

Escucho como todas las personas que aún se encuentran afuera se burlan de ese comentario, yo solo bajo la cabeza y sigo mi camino sintiéndome demasiado avergonzada para mirar al frente.

Arrastro mis pies hacia el interior del instituto, llegando al pasillo principal.

—Oye tú, mírame—escucho que una voz masculina me está hablando a mis espaldas.

Con mucho cuidado me volteo para encontrarme con unos fríos orbes color celeste, ellos me miran fijamente. El dueño de esos hermosos orbes es nada más y nada menos que Adam Jones, no puede ser, me quedé helada al tenerlo tan cerca de mí.

—OYE — Su voz gruesa y ronca hace que me estremezca, veo que mueve una de sus manos frente mi rostro.

—¿Si? — respondo titubeante.

— No soporto que una basura como tú me esté obstruyendo el paso, así que quítate—dice el empujándome para que me aparte de su vista. Detrás de él viene Dylan y el hermano de Adam, riendo por el horrible comentario que hizo su amigo hacia mí. Suspiro cansada.

Me devuelvo por el pasillo para no tener que encontrarme con ellos otra vez, agradezco que los tres son dos años mayor que yo y no los tengo que soportar en clase.

Entro al salón y el profesor aún no ha llegado, bueno supongo que no tendré problema por llegar tarde. como ya no hay puestos adelante porque evidentemente hace falta volver a mencionar, me ubico en el último puesto de la segunda fila.

Hoy me toca biología, lo peor, lo único bueno de esta clase es que no me toca hacerme con nadie porque en las demás asignaturas tengo compañeros, no cabe mencionar que todos se burlan de mí, solo porque el chico popular y sus perros falderos se los piden, y adivine quien es el chico popular, pues mi queridísimo hermano mayor.

(...)

Me encuentro sentada en una de las tribunas de la cancha de baloncesto, es hora del almuerzo, me encuentro sola ya que no tengo ningún grupo de amigos. Desde este lugar puedo observar a todos los estudiantes, se ven que la pasan muy bien, pues no tienen a nadie que siempre les haga la vida imposible.

Miro el sándwich entre mis manos, siento unas enormes náuseas, así que mejor lo guardo para más tarde. Llevo una de manos a mi frente, nuevamente tengo fiebre.

—Mira a quien nos acabamos de encontrar— esa voz que tanto conocía, mi hermano y sus perros falderos se acercaron mientras reían.

—Pero si es la niña nerd—le responde Alan con burla.

—Ay déjala seguro tiene cosas más importantes que hacer que hablar con nosotros, de seguro va a ir a encontrarse con sus amigos—hizo una pausa pensativa para luego llevar sus manos a su rostro fingiendo sorpresa —¡oh por Dios es verdad, no tienes! —continúa diciendo Adam a lo que sus dos amigos empiezan a reír, mi cabeza empieza a doler y punzadas atacan mi pecho, pero no me puedo quebrar frente a ellos.

—Por favor ya déjenme, yo no les he hecho nada — dije en un tono amargo.

—OH claro que lo hiciste— dice uno de ellos.

—¿Qué? — respondo dudosa.

—Existir—afirmó— si no estuvieras el mundo sería perfecto, pero contigo aquí todo se arruina—volvió a insistir mi hermano.

Alan se acerca peligrosamente poniendo mis pelos de punta, se encorva de manera que queda frente a mí y me arrebata lo que queda de mi sándwich, este lo destapa y lo tira al pavimento, comienza a pisarlo hasta hacerlo trizas.

Bueno igual no lo iba a seguir comiendo.

Ellos se dieron la vuelta y se fueron, dejándome nerviosa y temerosa.

Ninguna palabra salió de mi boca, no sabía que decir, ellos siempre hacen todo lo posible por terminar con el pequeño rayito de esperanzas que tenía. Me puse de pie y comencé a bajar despacio, ya que el malestar aún no se iba, una vez abajo miro al frente donde alcanzo a observar a lo lejos que un chico me mira, no es la primera vez que noto que cuando me molestan él está ahí sin hacer ningún gesto, es la única persona que nunca me ha tratado mal, ni tampoco hablamos pues es muy solitario y todos le tienen miedo.

(...)

Salgo del colegio, estoy muy cansada, hoy fue uno de mis días menos favoritos. Suspiro y comienzo a caminar a casa. Una imagen desagradable me detiene, justo al frente puedo ver que Adam está recostado en un carro besándose con una chica, ya estoy acostumbrada a ver estos espectáculos, pero me duele ya que él siempre me ha gustado, sé que parece algo tonto ya que él es una de las personas que más me trata mal pero no puedo hacer nada, así es el amor a veces no es correspondido, pero eso no significa que uno vaya a dejar de querer a esa persona porque no siente lo mismo, al contrario, uno más se aferra.

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Aquí está el tercer capítulo, esperamos que les guste.

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Nos leemos pronto.