C a p í t u l o 3

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JinHo suspiro lleno de gozo y tranquilidad, levantó los brazos para estirar sus músculos y lograr quitar el cansancio y adormecimiento. Satisfecho al terminar por fin su informe.

Ese informe fue el que lo mantuvo cautivo un par de días dentro de su amada y querida oficina, por lo que estaba seguro descansaría un par de días antes de presentar por completo la idea y ejecutarla.

Por hoy era todo el trabajo que haría, mañana tal vez solo presentaría su nueva idea ante los nuevos del equipo, mejorarían los fallos para por fin ser la que se emplearía y todos podrían tomarse un descanso.

Soltó una risa tonta y lo tomó con cuidado, dejando que sus dedos tocaran la carpeta y la depositarán en el escritorio como si fuera la cosa más delicada del mundo. Estaba contento, después de sacar el pensamiento que no le importaba y tampoco eran de su incumbencia, hablando de WooSeok, pudo centrarse y terminar con su martirio placentero.

No tener que pensar en Trajes e Idiotas competentes al trabajo, hacía su vida más fácil.

Trabajar en su oficina le era más cómodo, más tranquilo que en su nuevo departamento o en compañía con el de su equipo, no era que los odiaba pero todo lo que necesitaba estaba bastante bien organizado y garantiza mayor efectividad que en las demás.

Su nuevo hogar...casi podía sentir el aire llenar sus pulmones del alivio, por fin había abandonando a su ruidosa madre, tener su propia habitación y sus propias reglas.

Cuando se aseguro que todo estaba en orden, apago todo su equipo, iría al baño y luego regresaría por sus cosas sin antes entregarle lo adelantado a Hui y así llegar por fin a ordenar como se debe su apartamento. Por la mudanza creía que ni siquiera descansaría, pero eso lo animaba más, no hacer nada lo deprimía.

Camino tranquilo, casi silbaba de alegría. Juraba que el sol que entraba por los ventanales era muy brillante y podía escuchar los cantos de las avecillas que pasaban, casi dándole la bienvenida. El pelinaranja caminaba con una sonrisa que llamaba mucho la atención, más para los que conocían la personalidad gruñona de este, pero ignorándolos llegó al baño.

Todo fue perfecto, como debería ser pero todo acabó hasta que escucho los susurros del par que estaban frente al gran espejo, dejando que detuviera sus acciones, algo como acomodarse el pantalón de forma excesivamente correcta.

--¡Sí! No me lo puedo creer, ¿quien diría que ese pequeñin le tuviera tanta envidia?-- Voz chillona, cabello castaño, ropa de centros comerciales caros y ese mismo aroma de siempre, sin contar que su voz era el factor principal para reconocerlo... Jun.

--Lo , pero me pone de mal humor que siquiera haya hablado así, Wooseok es tan lindo y misterioso, no ...-- Y esa tonta...

¿Pequeñin?

¿Jinnie?

¿Yo?

Negándose a culparse subió su bragueta y acomodo su camisa, asegurándose de acomodarla y darse más tiempo de escuchar. Cosa que jamás admitiría.

JinHo se dirigió al lavamanos tranquilo y frunció el entrecejo cuando se fijó que Jun había notado su presencia y aborreció esa sonrisa.

¿Él? ¿envidia al grandote?

Empezaba a concentrar sangre en sus mejillas con cada palabra que salían de esos.

--Pues qué más va a ser, tiene un buen puesto, la atención sobre él, y ese cuerpo... JinHo es altanero y no habla con nadie...¡Además! Eso fue lo que menciono Hyung...-- La chica que acompañaba a el grandísimo idiota, que le hacía de vez en cuando la vida imposible, gimoteaba con cada palabra envenenada que salía de su amigo; contuvo la respiración para tratar de separar sus emociones y terminar con sus acciones.

«Sí hablo... ¡Y claro que tengo amigos

«La señora Sun no cuenta Jinnie~ »

«¡CallatePeleó consigo mismo.

--Pues no importa, las ratas siempre hablarán... Vámos,-- Jun logró poner sus ojos sobre JinHo mientras tomaba el brazo de la chica, pasó la mirada de arriba abajo, un gesto que el pelinaranja no pasó desapercibido, y terminó resoplando de burla--Tal vez empiece rumores de nosotros también.

JinHo apretó los puños, el pequeño pañuelo que usó para secarse las manos estaba hecho bola. El coraje se situó en sus mejillas, haciéndolas brillar al teñirse.

Esa maldita risa, no era superior a él...

Ahg.

Estaba cabreado. Cabreado por completo.

Ya tenía problemas con ellos, nada que fuera grave, pero... Jun y Jae Hee lo miraron como si él...

--¡Ahg!-- Tiro la bola de papel en el bote situado en el final del lavamanos y gruño, --¿Qué demonios...

¿Rumores?

¿Woo Seok?

¿Hyung?

¿Yo... empezando rumores?

Algo de eso tenía que saber Hui, él siempre sabía algo. Al estar cerca e intentar abrir la puerta se encontró con WooSeok. Como si eso fuera lo último que le faltara, aunque creía que a este paso podrían inducirlo los aliens y termina creyéndolo.
Woo Seok lo miró, sus ojos estaban oscuros, un oscuro perfecto... muy profundos y clavados en su persona. Mentiría si dijera que no lo intimido.

Era bastante obvio que trataba de transmitir el odio que se había formado, o solo estaba exagerando y era molestia pura, ¡pero vamos! ambas cosas no estaban tan lejos, y estaba seguro tenía que ver con la pequeña platica que escucho más los rumores y su falta de socializar para reparar problemas.

El alto paso derecho entrando al baño una vez dejando en claro con miradas quién era el mejor y chocó su cuerpo con el del más bajo, asegurándose de que JinHo lograra moverse un poco por el golpeteo de hombros.

JinHo estaba que explotaba, pero se calló, no entendía nada, estaban hablando de él como si hubiera hecho algo y no quería empezar con algo más grande sin tener conocimiento de su supuesto error. El tenía dudas, grandes dudas y sabía que con un poco de miradas frías y acercamiento casi a llegar a invadir el espacio personal... soltarían el problema en el que era acusado.

Tenía cosas con las que tratar antes de hacer rodar cabezas.

«¿Por qué siempre soy el último en enterarme de todo?» Refuto.

JinHo retomo su camino hacia Hui apretando los puños y sacando aire caliente por las orejas...

Hate, Love, Hate... Saranghae❣【WooHo 】❧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora