C a p í t u l o 2 0

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En la mañana JinHo corría por la calle peleando con su molesto abrigo, tenía en su mano el pequeño regalo aparte del que tenía en la oficina, para HwiTaek. Decir que ayer lo evito era gracioso, pero no para el pelinaranja que casi mordía sus uñas.

Su brazo ni siquiera podía cargar nada y temía constantemente por tirar el café sobre su ropa o abrigo. WooSeok ayer no pudo detenerle de correr fuera, recordar los murmullos y la llamada, le hizo bufar.

No acostumbraba huir, pero a veces era una técnica infalible y muy poderosa, solo cuando a JinHo le importaba mantener un semblante constante en su persona, y eso no tenía que ver con la opinión de alguien exterior.

Creía que si se quedaba JinHo moriría de estrés y furia contenida, además de vergüenza por ser consciente de a qué se referían.

Miro el edificio desde una cuadra y sonrió, pero la cara de WooSeok cuando estaba sobre él y que antes no le había tomado tanta importancia, lo golpeó en la cara.

--Oh, no, no, no...

Se cacheteó mentalmente.

¡Ja!

Decir que ahora su mente maquinaba la posición y la siguiente escena que involucraba a Woo y Ji, en ese sofá... Solos... Sin una interrupción... Vale, vale.

Otro golpe mental se dio el pelinaranja. Imaginar eso solo le daría la razón a las personas que utilizaban su cuerpo como icono pornográfico le recordaba cuán mala era la situación. Y a juzgar por la reacción del pelinegro... Lo sabía, y tal vez, solo tal vez, estaba igual o peor que JinHo, con respecto al saber como abordar el tema.

--Es mejor ignorarlo y seguir trabajando... .

Su saco cayó y tuvo que jugar a los malabares con el café, quedando como una estatua al estilo romano y dejando que un chorrito callera desde el vaso. Gimió en molestia.

Con su abrigo en el suelo, un pie fue del suelo y una posición que le haría caer de bruces al suelo y ser perjudicial para su muñeca en curación, se despidió de todos. Incluyendo a su madre... Y YanAn.

Justo cuando el equilibrio se perdió y sus ojos se expandieron su cintura fue tomada. Suspiró en agradecimiento extremo.

--Aigo... Gracias! En serio... Oh, Sueltáme y déjame morir.-- Gruñó con odio cada palabra, cambiando el agradecimiento brillante por un odio obscuro y espeso.

--Dejame ayudarte.

--Prefiero morir.

--Bien, -- El alto pelinegro con mechas rubias soltó a JinHo y este se balanceo, girándose y dejándose caer, pero de nuevo fue detenido.
Abrió los ojos y quiso que ShinWon dejara de jugar con él. Su brazo perfectamente extendido y siendo tomado por el alto, le hizo jadear. Si se movía podía que su trasero lamentara hacerlo. --Yo... -- Suspiró antes de volver a hablar. JinHo sentía que a cada movimiento de la mano de ShinWon, él caería, gimió, si lo soltaba seguro perdería el equilibrio y ahora no estaba listo para caer, esto era frustrante... --Lamento lo de tu brazo... No quería lastimarte.

JinHo lo miro sorprendido, la culpa era tan palpable que lo hizo sentir incómodo. --Bueno... Si no quieres lastimarme ¿podrías? Uh, mmm... déjame poder tener ambos pies en el suelo...

Hate, Love, Hate... Saranghae❣【WooHo 】❧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora