C a p í t u l o 3 1

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--Llegamos. -- El conductor detuvo el kilometraje y dictó la cantidad a pagar, JinHo asintió sin importancia. Su mente estaba en shock. Sin concentrarse, sin poder dejar de repetir los sucesos, lo que dijera Anh cambiaría las cosas, tal vez el tablero se tambalee un poco y espera con toda sus fuerzas no joder más de lo que estaba; justo cuando las cosas estaban mejorando...

Una vez fuera del auto, suspiro. 

Entró al edificio sin más, sabía que no tenía que preocuparse por dejar a Hui solo en su apartamento, y estaba agradecido de no entrar en pánico por ello, solo... confiaría en él mientras se hacía cargo de esto.
 ShinWon se estaba metiendo en terrenos peligrosos, y aunque JinHo solo estuviera amenazando la mayor parte, esta vez no podría controlarse.

Subió por el ascensor y esperó, sus piernas temblaban, se había vestido lo más rápido que pudo y sencillamente, esta vez no trae el saco, solo la camisa y el pantalón junto con su ya conocido abrigo café. Si tan solo su brazo con yeso no impidiera que su saco le entrara perfectamente estaría del otro lado, sin embargo, eso ahora no era importante.

 Ya frente a la puerta que inició lo que ahora era una guerra, y tampoco sería la última vez en la que tratará de entrar, convertiría en esta guerra en ataques sucios y sin escrúpulos. Su mano pasó por sus pantalones, tratando de al menos quitar un poco del sudor y esparcir cualquier pensamiento que lo distrajera solo dejando la ira como principal combustible para enfrentar esto. 

Una vez listo, tocó la puerta.

--Entra...-- La voz ronca casi afónica de la mujer le hizo fruncir el ceño, sin mencionar nada más que un agradecimiento por entrar, lo hizo. 

 Abrió la puerta y paso con toda la seguridad que la ira le había dado. El lugar estaba igual que antes, intimidante, vacío... El semblante pálido de la jefa en la corporación dedicada a la publicidad le llamó la atención. Fuera de eso, Ahn Hye Jin se situaba majestuosamente en su asiento, ese que estaba tras el gran escritorio de madera maciza, derrochando poder, elegancia, belleza... Su cabello perfectamente acomodado a sus costados, un poco ondulado y tan largo.

Sus delgadas cejas expectantes antes de ser levantadas al hacer que JinHo se sentará sin replicar; sus ojos, estaban un poco rojos, con una ligera capa de haber llorado, pero pequeños y  alargados ojos lo miraban de vez en cuando, ignorando un poco su presencia por beber de la gran taza humeante.

Si decir que eso lo no lo intimidó, sería mentira. Pero el coraje de dejar que ShinWon volviera a dar un paso mientras él tenía su guardia baja era... Estúpido, pero le daba el suficiente valor como para no encogerse en sí mismo y llorar. 

Últimamente se la estaba pasando bien con los chicos, resultaban ser amigables, con una energía que lo motivaba a hablar más con ellos, que lo hacían sentirse incluido... WooSeok... él era increíblemente atento, siempre opinando y mejorando las pequeñas sugerencias, siempre incluyendolo, preguntando, jugando, demasiado cómodo como para empezar a preocuparse. 

La imagen de él sobre su cuerpo, con esa mirada de ansiedad por ser escuchado y no ser malentendido lo golpeó en el cráneo tan fuerte que casi olvida lo que hacía en la oficina de la pelinegra, si no hubiera sido por la interrupción, se golpearía en la cabeza contra el escritorio para evitar el sonrojo.

--¿Qué haces aquí tan temprano?-- Cuestiono con su voz ronca, casi obligandola a sonar normal. 

Mordiéndose los labios para no soltar ninguna pregunta estúpida, respiró. --Usted me llamó aquí, ShinWon se encargó de avisarme.

--Ya veo...-- El suspiro molesto de la mujer le hizo fruncir su entrecejo...--ShinWon mencionó que no aceptarías... 

Hate, Love, Hate... Saranghae❣【WooHo 】❧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora