Capitulo 1

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Era domingo por la tarde, mi madre y yo paseábamos por la plaza mientras comíamos un helado, esperábamos a que mi hermana Gemma saliera del salón de belleza pues entre uno de sus tantos arrebatos decidió volverse rubia. No se nada de tintes o peróxido, pero si se que es tardado.

 Mientras tanto mamá y yo buscábamos los últimos detalles para que al día siguiente pudiese entrar a mi ultimo año de preparatoria.

 -Harry ¿seguro que quieres esa mochila? Parecerás emo.

-Mamá, hace siglos que no son de “emo”, además, esta lo suficientemente grande para llevar mi laptop y los cuadernos.

-Bien, tu ganas, pero esos estoperoles me harán pensar en tus épocas de My Chemical Romance.

-¡Jajaja! Madre, no son épocas, es un estilo de vida. –Digo haciendo que mi madre ría mientras paga la mochila.

 Llevábamos poco en América, mis padres se habían separado y mientras papa había decidido mudarse a Londres, mi madre pensó que debíamos cambiar de aires, por lo que habíamos llegado a California hacia pocas semanas.

-¿Cómo te sientes aquí Haz? –pregunto mama mientras mordía lo ultimo que quedaba de su cono de helado- Ya sabes, el clima, el acento, agregarle tres años de distancia a tu mayoría de edad…

-Ni lo digas, yo que pensaba irme de fiesta esta noche –bufe y mi madre me solto una de esas miradas que te dicen “respóndeme, idiota”-  Agh, pues, hace demasiado calor, los americanos tienen un acento chistoso y lo único que me anima es saber que me queda un año de preparatoria y ¡LISTO! Me voy de casa, no es que no te ame madre, pero necesito espacio para andar en pelotas.

-Harry, no seas asqueroso –Escucho una voz detrás de mama y mío y ahí estaba Gemma, completamente rubia, sus pecas se notaban mas y parecía salida de algún anime.

-¡Dios santo Gemms! Haz que te devuelvan el dinero- me burle aunque sabia que se veía bien-

-Cállate inepto, soy sensual y lo sabes, por cierto, ¿Ya están listas las compras? Quiero ir a dormir, mañana empieza mi trabajo en la cafetería y no quiero llegar con bolsas negras bajo mis ojos.

-Claro cariño, la mochila y útiles de Hazz están listos, todos deberíamos ir a descansar, mañana empieza una nueva etapa de nuestras vidas.

 Y así volvimos a casa, con el temor a lo desconocido, pero entusiasmados por empezar de nuevo.

¿Alguna vez has sentido ese hueco en el estomago? ¿Esa opresión entre tu pecho y el diafragma que no sabes que significa? Es tedioso, a veces lo sientes cuando tienes que confesarle a tu mamá que fallaste una materia, a veces lo sientes cuando estas a punto de subirte a un juego mecánico, yo lo sentía cada noche buena pensando en que traería Papa Noel ese año. Pero esta vez era diferente, era como si algo en mi vida fuese a cambiar.

 Desperté temprano y para mi sorpresa el baño estaba libre, no tendría que ducharme con el piso lleno de los tratamientos de Gemma o con el olor a crema para depilar las piernas de mamá, me tome mi tiempo pues el agua estaba deliciosa.

Al salir de la ducha ambas me vieron feo. Hui a mi cuarto.

 Del closet saque un pantalón de mezclilla negro, una camisa a cuadros roja y mis botas color caramelo. Mamá estuvo a punto de tirarlas durante la mudanza. Loca.

 Mientras desayunaba, mi madre salio a toda prisa solo tomando un pan con mermelada de la mesa, no le gusta llegar tarde a la oficina. Mientras Gemma se preparaba para su nuevo empleo en una cafetería cercana al campus de mi colegio, aun no le entregaban su cedula como Chef, asi que un trabajo en una gran cafetería como esa no le caería nada mal.

Ambos salimos  y mientras ella se quedaba unas cuadras atrás yo me dirigía a la Escuela Preparatoria 17. Que pinche felicidad.

Camine por los pasillos con muchas chicas, que bien podrían ser parte de la casa de las conejitas, que no dejaban de observarme, acaricie mis rulos para no mostrar mi inquietud, murmuraban cosas como “¿Ya lo viste? Es tan alto que ya se a quien pedirle que tome las cosas de mi locker” o “Con esas manos dejaría que me tocara lo que quiera”. Que putas.

 Llegue a la oficina de mi coordinadora, una tal “Louise Teasdale”, el color de su cabello me recordó a Gemma, toque dos veces y con un suave tono de voz me pidió que pasara. Ella estaba de espaldas y buscaba algo en un archivero. 

-Pasa cariño, debes ser el chico europeo, toma asiento- Dijo mientras se volteaba y me impresiono ver su enorme, ¡gigante! Panza de embarazada, se veía tan esbeltita de espaldas que no pensé que fuera a tener un bebe- Soy Louise Teasdale, pero puedes llamarme Lou, seré tu coordinadora este año y podrás acudir a mi si tienes algún problema en clases, con tus compañeros o inclusive personales, no soy arisca.

-Gracias Louise, perdón, Lou. –sonreí y ella también lo hizo, parecía muy amable.-

-Bien aquí tienes tu horario- dijo mientras me entregaba unos papeles- tu numero de cuenta y el numero de locker que ocuparas, deberás traer un candado y no puedes meter ni comida ni porno, sabes a lo que me refiero.

-¡Jajaj! Esta bien, ni comida ni porno.

-Bien, puedes retirarte, éxito en tu primer dia.

Salí directo al salón que mi horario marcaba como el salón de Contabilidad, entre y para mi suerte no había nadie, asi que tome el asiento de hasta adelante, no se por que, y puse mi mochila en el sitio de a lado. Pasados unos minutos todos comenzaron a llegar, un grupo de chicas que me escanearon hasta las uñas, un grupo de chicos atléticos y que reían entre ellos, todos comenzaron a tomar sus lugares, claro, nadie hasta enfrente.

 De repente me sentí en “Chicas Pesadas”, un grupo de cuatro chicas, todas muy guapas entraron al salón, una rubia muy guapa, otra morena de cabello claro, una bastante delgadita y con apariencia latina y la que supuse era su líder, una chica muy alta y esbelta, cabello ondulado y con ropa que lucia cara, sostenía un café de Starbucks en la mano y en la otra un bolso de la Kardashian Kollection,lo se por que mi madre esperaba que se lo regalaramos esa navidad, tomaron asiento y en seguida la rubia hablo

 -Eleanor, me encanta tu chaqueta, quiero una asi.

-Lo se Perrie- hablo la mean girl- papá me la trajo de Londres ¿Es monísima no?

-Camilla tiene una igual-dijo la morena señalando a la latina- es casi idéntica.

-Cállate Jade, a mi se me ve mejor.

 Decidí dejar de escuchar la conversación de las flacas cuando en la puerta apareció un chico que me dejo asombrado, no es que me asombren los chicos, para nada, no, ni pensarlo. Pero se veía bastante bien. Tenia un color de piel apiñonado, como café con leche, media unos cuantos centímetros menos que yo, pero su cuerpo se veía trabajado, los jeans pegados que usaba me obligaron a verle las piernas, bastante firmes, vestido como en un anuncio de Vans o como si fuera miembro de alguna banda punk, tenia el cabello en una especia de tupe y sus ojos eran tan azules que no quite de ellos la mirada, ni un segundo, hasta que…

-¿Disculpa? ¿Te molesta que me siente aquí? Ya no hay sitio y bueno… Hola por cierto, mi nombre es Louis, Louis Tomlinson.

 Y ahí me di cuenta de que me había quedado sin habla, solo asentí con la cabeza y tome mi mochila dejándole sitio, se sentó y me sonrió. Que bonita sonrisa tenia.

-Me gustan tus risos.- Dijo y volteo la mirada hacia el pizarrón cuando la profesora entró.

 Estúpido chico de las piernas lindas, tenia que conocerlo mas.

I'll be your Superhero - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora