Soltando un agudo bostezo estiró su cuerpo hasta reventar los huesos de su espalda entumecida luego de la larga noche de sexo que había tenido con su mayor antes de dormir.
Al tomar asiento con cuidado en la cama porque aún le dolía su trasero se percató que no estaba en esa habitación tan pequeña que acostumbraba despertar todos los días. Al observar a los costados todo era tan diferente que de costumbre, pero a la vez la costumbre de ese lugar lo abrazaba haciéndole sonreír.
¿Y cómo no? Si llevaba ya días fuera del bar donde había sufrido y disfrutado tanto.
Las luces del sol se adentraban a la habitación dándole un color vivo, ciertamente cálido, y si no fuera porque el lugar estaba rodeado del perfume de su amado posiblemente se sentiría solo en semejante lugar.
Jungkook suelta un suspiro bastante feliz de alivio como si aún no pudiera creer que estuviera en la casa del mismísimo señor Kim, despertando entre las sábanas blancas de su cama amplia matrimonial donde su amado dormía siempre por las noches. Rodeado del perfume varonil de este por todo el lugar hasta debajo suyo en la cama, con una tv enorme en frente suyo apagada y un par de sofá sucios con su semilla a un costado.
Despertar así, en tranquilidad, sin ningún regaño por parte de su jefe le traía paz que no podía creerlo aún, era como una fantasía que sí se logró cumplir o un sueño del cual no tenía ganas de despertar.
Desde la vez que se volvieron a cruzar en el bar, el señor Kim cumplió su promesa esa vez y no lo abandonó como la primera vez. Al despertar ambos se dieron una ducha dentro del baño que la lujosa habitación tenía, y luego de eso fueron juntos de la mano hacia el subjefe del lugar, Jin que les saludó.
SeokJin con una enorme sonrisa los había recibido con gusto. Jungkook presentó esa vez al señor Kim como el hombre que lo tenía con su cabeza por las nubes, aquel que prometió que volvería y ahora estaba allí de nuevo solo por él.
El mayor de cabellera rosa lo aceptó sin decir comentarios malos, como una madre aceptando a su yerno. Después de Jin, Jungkook trajo a su familia para que vieran a su hombre mientras este les pedía su permiso para ser su pareja, siendo aceptado sorprendentemente, eso incluía a la gran parte del bar que se sentían felices de que el menor de todos ellos volviera a recuperar la chispa alegre que tenia desde siempre.
Esa mañana, el señor Kim se fue, pero ahora Jin tenía su número de teléfono agregado en su celular. Eso implicaba que Jungkook le quitará su teléfono solo para conversar con el mayor las horas que no lo tenía junto a él porque no tenía celular propio (nunca le interesó poseer aquel aparato) y ahora era algo ajeno que no podía vivir sin él.
Unos días de tormento se acabaron, y con ello el señor Kim regresó seguido al bar, la primera vez fue para estar junto al conejito que se pegó a él como una garrapata exigiendo mimos, y a la segunda fue para hablar con el jefe del bar.
Jungkook no estuvo presente en la charla porque los mayores se encerraron en la oficina del jefe Nam por un largo rato, y aunque Jin y él intentaron oír lo que hablaban por detrás de las paredes o la puerta ninguno oyó nada.
Pero todo suspenso se acabó cuando salieron, Namjoon se veía extrañamente feliz después de tanto tiempo y lo primero que hizo esa vez fue abrazar a Jin diciéndole lo mucho que lo amaba.
Por el otro lado, el señor Kim salió también sonriente, y agarró de la mano al menor para besarle sus nudillos.
Y esa fue la primera noche que Jungkook hizo sus maletas, se despidió de todos y salió del bar en camino a la casa del señor Kim dentro de su auto negro, por la carretera que lo guío tan lejos del bar como imaginó.
ESTÁS LEYENDO
¡Welcome to the bar! [Yugkook]
Short Story"Existe un bar bastante conocido, donde cada persona puede ir y elegir su presa preferida. - Puedes escoger tu chico animal favorito. Hay gatitos, conejitos, tigres, perritos, zorritos. ¡Solo haz tu elección por un precio accesible! Nuestras ventas...