Jungkook se sorprendía lo mucho que había cambiado ese tiempo en el que YuGyeom estuvo ausente.
El menor había pasado de ser un niño virgen, tímido, y miedoso, a un sexópata al cual le encantan las pollas grandes que lo hagan gritar de placer durante toda la noche, pero para su mala suerte ninguno de esos tipos cumplía con su deseo. Salvo el señor Kim que ahora había vuelto y no tenía intenciones de dejarlo ir.
Kook dio un gemido al sentir la mano del señor kim apretando su muslo con algo de fuerza, el menor también moría por sentir esas grandes, cálidas y varoniles manos sobre su piel apretando y tocando todo a su paso sin vergüenza alguna. Kook moría por besar a su chico, sentía la tan inmensa necesidad de comerle la boca por completo, pero ese momento quería dejarlo para cuando todo subiera de nivel y estuvieran a solas, pero el ahora sería toqueteos y provocaciones.
El menor se acercó al cuello de YuGyeom para besar esa zona, dejando lamidas y mordidas algo fuertes para marcar al mayor dejando ahora chupones los cuales se iban tornando de un morado y rojizo.
- Ummm~, Gyeom... -Ronroneó y se movió un poco para poner sus piernas a los lados de la cintura del mayor, y sentar su culo sobre el gran bulto ajeno, empezando a dar saltito y refregarse lentamente- Dios... Estás tan duro~, parece que tu enorme pene quiere romper mi traje y entrar en mí. -Habló de forma ronca con aquella voz dulce- Señor Kim, tócame... -Pidió con dulzura- Estamos casi en la oscuridad, y aunque no lo estemos, me importa muy poco que los demás empleados y clientes nos vean... Quiero que todos sepan que ahora te tengo de nuevo y podremos volver a follar.
- Y yo estaré feliz de cumplir todos tus caprichos, conejito. No sabes por cuantos días te extrañé... -el mayor dio una pequeña sonrisa y entre gruñidos pasó sus manos por todo el cuerpo ajeno, intentando explorarlo con sus manos y recordando cada facción que su chico tenía. Intentando explorar más que cuando la primera vez lo hizo- Me encantaría hacerte gritar y que los demás puedan oír cuanto me extrañaste. Pero~ -ronroneó de manera ronca en el cuello de Jungkook, dejando un chupón suyo encima de otro más claro que ya estaba ahí, probablemente de aquel vejete que estuvo antes que él- No quisiera que más personas vieran mi polla, porque es solo para ti. Además, quiero hacerte sentir bien y que estés cómodo en todo momento, conejito~
- Prrrr~... YuGyeom, cada palabra que sale de tus apetitosos labios hace que mi cuerpo se caliente hasta doler~ -Ronroneo el menor entre falsos quejidos bajitos y voz ronca hasta dolerle la garganta pero sin dejar de sonar dulce- Aguantaré por ti.
Jungkook clavaba sus dedos en la camisa blanca del señor Kim, apretándola y trayéndolo más hasta abrazarlo, o más bien pegar sus cuerpos para restregarse sin pena. Mierda, Kook no podía dejar de mover su cintura causando así que su miembro fuera apretado por el vientre de su mayor más con ese molesto traje de conejo que lo acompañó desde un principio y la polla de Kim queriendo atravesar su apretado agujero.
Kook sentía que en cualquier instante se correría, pero lo evitó separándose un poco, miró por unos segundos los labios de YuGyeom entre jadeos, esos labios rosados ni tan gruesos ni tan finos que le pedían para ser comidos, lamidos y mordidos con suavidad.
El menor fue acercándose lentamente a la boca reseca del señor Kim, pero una voz detrás suyo impidió a que siguiera con su acción y se diera la vuelta para ver quien se atrevía a interrumpirlo.
- ¿Jungkook?... -No era nada más ni nada menos que uno de sus jefes. El menor dio un bufido y se abrazó más a YuGyeom mientras veía a la pareja del jefe Namjoon con el ceño fruncido y de reojo.
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¡Welcome to the bar! [Yugkook]
Kısa Hikaye"Existe un bar bastante conocido, donde cada persona puede ir y elegir su presa preferida. - Puedes escoger tu chico animal favorito. Hay gatitos, conejitos, tigres, perritos, zorritos. ¡Solo haz tu elección por un precio accesible! Nuestras ventas...