"Meditando"

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Shawn estaba parado a cinco metros de distancia de mí o peor aún; tres. Lo peor aún era aquella chica que estaba a su lado, quien sostenía la mano de Shawn entrelazándola asimilando una relación. Parecía modelo; Alta, ojos marrones, labios gruesos, cabello rubio y para acabarla con un cuerpo perfecto. Shawn al notarme besó a aquella chica intencionalmente, pude notarlo al ver cómo formaba una sonrisa diabólica en su rostro quien solo yo pude notarla.

—Será mejor que nos vayamos señorita ____—Dice Simón notando el incómodo momento.

—Sí, me parece una excelente idea.—Digo evitando ver a la pareja que se encontraba frente a mí.—Estuvo muy rica la cena Karen, espero verla pronto—Bese su mejilla.

—Gracias a ti por venir. Igual yo a ti cariño.—Dice de buena gana. Me sentía mal por irme de esta manera, ya que ella nunca supo el romance que Shawn y yo tuvimos.

—Aaliyah, nos veremos pronto ¿Sí?—Ella asiente y no tardo en besar también su mejilla.

Pude notar que en su rostro estaba igual de sorprendida que yo al ver a su hermano llegar.
Caminé a dirección de la salida al comedor, que por desgracia Shawn estaba parado justo alado con la chica.

—¿No te despedirás de mí?—Pregunta Shawn deteniéndome tomándome del brazo para que lo voltease a ver.

Levante la mirada y pude notar cómo en sus labios formaba una sonrisa de burla.

—Lo siento, mi esposo no me permite hablar con otros hombres—Sonrió de la misma manera y noto como a Shawn se le borra la sonrisa del rostro.

Me zafo de su amarre y salgo de aquel comedor.

Mientras iba en el auto, podía sentir como mi sangre hervía. Él había salido a conseguirse a alguien más quien fuera mi remplazo y peor aún, era mucho más bonita que yo. Me enojaba el hecho que lo hizo con descaro, para hacharme en cara que ya tenía a alguien más. Estaba molesta, él pretendía hacerme sentir esto y lo logró. Pero ¿cómo rayos sabía él que yo estaba en su casa? maldita sea, lo odiaba tanto en estos momentos que creo que sería buena idea mandarlo a golpear con Simón, no lo sé, eso era lo que más rondaba por mi mente en estos momentos.

...

El auto se estacionó indicando que ya habíamos llegado, ni siquiera me dispuse a esperar para que Simón me abriera la puerta. En cuanto abrí la puerta salí disparada a la casa, para meterme y subir a mi habitación. Al entrar a mi cuarto lo primero que hice fue cambiarme y ponerme de una vez la pijama, que consistía de un short corto y una simple blusa. A los 15 minutos escuche que mi puerta fue tocada.

—Señorita _____, el señor Cameron quiere que vaya a su habitación.—Escucho la voz de Simón.

—En seguida voy.

Seguramente ya le contó lo qué pasó. Me puse de pie y salí de mi habitación para dirigirme a la de Cameron. Entre sin tocar y noté que no estaba en su cama sino en el baño. Me recargue en el cajon para así nada más hablar y después largarme de aquí. Cameron salió del baño, con solo una toalla alrededor de su cintura. Su cabello estaba húmedo, supongo que había salido de bañarse. No pude evitar ver su cuerpo semidesnudo.

—¿Estás bien?—Pregunta Cameron cerrando la puerta de la habitación.

—Sí.

—No lo creo, te veo un poco tensa—Dice pasando a mi lado.

—No tengo nada.

—Vamos cariño, no quiero decirte esto pero estás frustrada y la mejor manera de sacar la frustración es...—lo interrumpo.

Del odio al amor-¿Shawn o Cameron? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora