"Eres una pequena niña aún"

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Como todas las tardes o más bien noches; porque eran las 8 de la noche, me encontraba sentada en el sofá para admirar, anhelar, y observar las hermosas expresiones que Cameron hacia cuando jugaba con mi hermano, pero para que mentir, estaba enfadada con él; por haber besado a la chica pelos de elote de esta tarde.

—¿Cameron puedo hablar contigo?—Suelto de golpe, todos me miran incluido Shawn.

—Claro pequeña cuchi—Deja el control inalámbrico en la mesita. Ambos nos ponemos de pie y salimos de la sala.

Camino rumbo al patio trasero, no quería que nadie escuchara. Al estar ya afuera sentados en el columpio que estaba bajo el gran árbol, no me atrevía a preguntar, me daba un poco de vergüenza y miedo a la vez.

—¿Y bien...?—Cameron rompe el silencio.

—¿Quién es la chica con la que te besaste esta tarde?—Pregunto de golpe con un poco de timidez.

—Es Lucy, va en mi clase de español o de química. No lo recuerdo—Empieza a balancearse en el columpio.

—¿Qué hacías en su casa?—Pregunto.

Cameron se queda callado, sabía que algo tramaba.

—No puedo decirte—Noto como sus mejillas se sonrojan—Aún estás muy chiquita para que lo sepas pequeña cuchi—Miró como sus ojos se postran en mis ojos.

—Tengo 13, ya estoy grande—Digo con firmeza.

—¿Grande?—Preguntó con ironía—Dime, ¿ya diste tu primer beso?—Mis mejillas se tiñen de un color rojizo.

—Aún no, estoy esperando que el chico que me gusta me lo dé—Digo sin pensarlo, Cameron sabía que él me gustaba.

—Cuando des tu primer beso, te dire lo que hacía en casa de Lucy—Se pone de pie y camina a casa.

Por dios, Cameron nunca me lo dirá, tenía planeado que Cameron fuera el chico quien me diera mi primer beso, pero él no se apuntará sí yo no lo hago.

Camino de nuevo a casa, si quería que Cam me dijera que hacía en la casa de Lucy necesitaba dar mi primer beso.

Como odió al idiota de mi bebé Cam.

Todos fuimos a cenar, y como no podían falta Shawn y la pequeña Aaliyah, también comieron con nosotros. Mamá los trataba como si fueran sus propios sobrinos, pero ella no sabía la cruda realidad de que no eran de la familia. Mamá me dijo que no debía ser egoísta, y no lo era, solo que no me agradaba la idea de que mamá empezara a tratar mejor a otros niños que ni a sus propios hijos.

Al terminar de cenar, Cameron opta por irse. Yo subo a mi habitación, para después cerrar la puerta. Miró aquella casa de muñecas gigante al rincón de mi habitación, junto a unas cuentas muñecas. Papá me las había regalado cuando cumplí 6 años, era algo tan preciado para mí que no dejaba que nadie lo tocara. Pero tarde o temprano lo debía de dejar, ya no era una niña, le había dicho a Cam que ya tenía trece años, no necesitaba de muñecas a esta edad, lo que necesitaba era un beso de mi bebé Cam.

Abrí la puerta de mi habitación esperando ver que la pequeña Aaliyah pasara por mi habitación. Pasaron diez minutos, y mire a Aaliyah caminar con sus muñecas bajando el rostro, me dio tristeza verla así. No sabía porqué estaba desanimada y debía averiguarlo.

Espere a que entrara a la habitación donde se estaba quedando con Shawn, puse la bolsa rosa sobre mi hombro que contenía todas mis muñecas. Tomé la gran casa con dificultad; salí de mi habitación y mire la puerta abierta del cuarto de huéspedes donde ellos se quedaban, me acerqué y observé a Aaliyah que estaba sentada sobre la cama jugando con sus muñecas.

Entre a la habitación, Aaliyah levantó su rostro, miró la gran casa que sostenía sobre mis manos. Me miró y en su rostro se dibujó una sonrisa muy amplia.

—He decidido regalarte esto—Ella aún sonríe más—Aquí están las muñecas—Quito la bolsa rosa de mi hombro y la pongo alado de la casita.

—Gracias—corre a mí y se trepa como chango enrollando sus brazos en mi cuello—Gracias, gracias—Dice sobre mi hombro.

—No te enseñaron que debes de respetar las habitaciones de los demás—La voz de Shawn se hace presente detrás de mí.

La pequeña Aaliyah se separó. Tomó las muñecas y se fue al rincón a sentar. Me giré y me puse frente a Shawn tratando de aparentar firmeza. Porque la que mandaba aquí, era yo, y no él.

—Primero, yo vivo aquí. Segundo, a mí no vienes a decir lo que tengo que hacer en mi casa, entendiste, EN MI CASA—Remarque mis últimas tres palabras sonando firme. Shawn tenía que entender que estaba en mi terreno y que no se saldría con la suya muy fácil.

Caminé a su lado y choqué mi hombro con el suyo, había dejado a Shawn con la boca abierta.  Al salir de la habitación y caminar un par de pasos más, la mamá de Shawn se encontraba frente a mí; quien me miraba directamente a los ojos.

—Siento que Shawn se haya comportado de esa manera—Dice en un susurro acercándose a mí —Él nunca fue así con las personas, todo esto es por su padre, su vida no fue así de lujosa como la tuya. Él no nació con el amor de su padre—La señora Karen frota mis hombros de arriba a abajo.

—¿Y cree usted que a mí no me hace falta el amor de mi padre?—Ella se queda callada sin saber que contestar, Shawn había cambiado mi estado de ánimo; estaba molesta.—No tiene que contestar, me iré a dormir—Pase por su lado y me dirigí a mi habitación.




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❤️
Espero y les guste(;



[17.07.18]

Del odio al amor-¿Shawn o Cameron? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora