Llegada

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El avión aterrizó, me baje y lo primero que hice fue mandarle un mensaje a mamá de que ya había llegado. Pensé en mis maletas, así que fui directamente en busca de ellas. Al tenerlas ahora estaba en busca del "Ayudante" de mis abuelos, ¿como sería? Como el viejo mayordomo que sale en la película de "Juego de gemelas" o puede ser que sea un señor grande calvo.

Camine con dificultad mientras tiraba de mis maletas con fuerza, ya que ambas eran muy pesadas. Este aeropuerto era mucho más grande que el de Canadá, lo primero que observé fue que tiene dos pisos; abajo está la gran puerta de salida y yo me encontraba en el segundo piso.

¿y como rayos voy a bajar?

A los lejos veo unas escaleras mecánicas, camino a ellas y cuando llegue me dispuse a esperar para llegar hasta abajo. Me sentía como una tortilla, literal.

Al bajar veo a mucha gente con letreros en sus manos, pongo mi vista en cada uno de ellos.

—Benito Camelo—Leí en un letrero y no evite reírme sobre el pobre nombre de aquella persona—Edrick, Félix, Harry, Justin—Susurraba los nombres leyendo cada letrero, hasta que mire en uno que decía mi nombre y mi apellido.

Aliviada de que había encontrado mi nombre, levante mi vista observando al muchacho quien sostenía el pequeño letrero. El chico era bastante guapo diría yo, dios, está mejor que Cam... ¿que? nadie está mejor que mi bebé Cam.

Deja de decir estupideces y mejor acércate.

Al llegar hasta abajo me acerqué al muchacho.

—Hola, soy yo la tipa que buscas—Digo con sarcasmos y él me mira.

—Lo sé, ahora vámonos—Tira el pequeño letrero a un bote de basura y toma una de mis maletas para después alejarse de mi.

¿Y a este idiota que le picó?

Camino tras de él con prisa, para después salir del aeropuerto, el estaba metiendo mi maleta a la cajuela de un auto, me acerqué a él sin decir nada y después tomo la otra maleta y la metió con brusquedad al auto.

—Oye tranquilo, tengo cosas importantes ahí dentro—Masculle con desagrado.

—Tus bragas no se romperán si tanto te preocupa—Cierra la cajuela de un portazo, y después se gira para subirse al auto.

Camino con fastidio al auto y me subo en la parte delantera del copiloto.

—Mira, me vale una mirada que tan mal a sido tu día. Pero créeme que no eres el único que a tenido un pésimo día—Me puse el cinturón de seguridad—me quitaron mis vacaciones de verano para venir a este lugar con mis abuelo, crees que estoy bien para soportar tus insultos.—El chico encendió el auto—Mi madre se deshizo de mi como si fuera un pañuelo de mocos...

Me di cuenta que estaba dando demasiada información a un chico al cual acababa de conocer.

—Lo siento, se supone que hoy era mi día de descanso. Saldría con una chica y tuve que cancelar—Dice sin despegar su vista de la carretera.

—Lo siento por arruinar tu día—Murmuro con un poco de inseguridad.

Ambos quedamos callados. En el trayecto mire lo gran hermoso que era Londres, ahora entiendo porque mis abuelos no quieren ir a visitarnos, esto es mejor que Canadá.

Estaba cansada, fueron casi 8 horas de vuelo y estaba completamente cansada. Decidí dormir de lo que quedaba de camino.

(...)

Sentí como movían mi hombro ligeramente, abrí los ojos y ahí se encontraba el chico guapo al cual no sabía su nombre.

—Llegamos—Dice quitándose el cinturón de seguridad.

Me quite el cinto. Lo primero que visualicé fue un gran lago frente a mí, giré mi vista a la venta y mire cabañas a mi vista.

¿Y esto que? ¿Acaso estamos en la película de camp rock? todo era tan viejo.

Creí que sería un gran edificio, con jardín y una vista al mar. Mis abuelos tienen el dinero suficiente para levantar un par de edificios. Saqué mi celular para mandarle un mensaje a mi madre avisándole que ya había llegado, pero no tenía señal.

Lo que me tenía que faltar.

Me baje del auto, di un suspiro aspirando el olor a campo. A lo lejos observé a mi abuela junto al abuelo. Ellos sonrieron al verme al igual que yo a ellos.

—Mira nada más a mi pequeña bebé—El abuelo me abraza.

—Abuelo, ya no soy una bebé—Me separé de él y después abracé a la abuela.

—Tú siempre serás nuestra bebé—Dice la abuela para después besar mi mejilla.

La abuela y el abuelo me dieron un largo recorrido del lugar, al terminar fuimos a su casa, que estaba alejado de las demás cabañas de campamento. Las clases empezarían el lunes, y empezarían a llegar niños burros como yo. Por ahora tenía de lo que quedaba la noche y mañana todo el día libre.

—Todo es tan viejo—Susurro por el teléfono viejo de mis abuelo. Tenía un largo cable en la parte baja y una caja con números aun lado, parecía una caja-registradora pero era la única manera en la que podía comunicarme con Aaron.

—Nada es más viejo que la abuela—Escucho la risa de Aarón detrás del teléfono.

—Oye, no está tan vieja. Sabes, es más linda desde la última vez—Observo el piso de madera mirando a la nada.

—Espérate a que empiece todo ese rollo de las regularización, créeme que todo será muy pesado.

Recuerdo que él vino hace tres años aquí, Aaron había reprobado tres materias; pero era porque estaba en la edad en la que todo le valía mierda. Era su comportamiento el que lo mandó aquí y creo que estoy empezando a entrar a esa edad.

Escucho dos golpes ligeros en la puerta—¿Puedo pasar?—Pregunta el abuelo.

—Tengo que colgar—Susurro al teléfono. No recibo respuesta, y cuelgo el teléfono donde se suponía que iba—Sí, puedes pasar abuelo—Pongo el teléfono en el cajón de noche y la puerta se abre.

—Solo vengo a decirte un "buenas noches cariño"—Hace entrecomillas con su mano izquierda ya que con la otra mano sostenía un plato de cristal con galletas—Se acerca para entregarme el plato y después besar mi frente—No le digas a la abuela—susurra cercas de mí.

—Buenas noches abuelo—Le guiño el ojo—Gracias—El sonríe para después salir del cuarto.



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Bye...

[22.07.18]

Del odio al amor-¿Shawn o Cameron? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora