☄Capítulo 8☄

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Cath

Los guardias disparan a Jack.

El aturdidor hace efecto instantáneo sobre él.
Se desploma sobre el suelo en el momento que el objeto hace contacto con su cuerpo.
A juzgar por su rostro antes de caer, es sumamente doloroso.

Los guardias se acercan a él.
Lo sujetan de brazos y pies, lo levantan cuidadosamente y se lo llevan.
Al ingresar en Paz llaman a un vehículo del Escuadrón de Seguridad.
Este llega en cuestión de minutos.
Los guardias que estaban custodiando la frontera antes de la hazaña fallida de Jack vuelven a su sitio.

Jack es subido al vehículo cuidadosamente.
Luego de amordazarlo para evitar que escape, este arranca y se aleja.

Salgo de la casa en la que me hallaba oculta.
Seguí a Jack todo el tiempo al advertir su vista fija en la frontera cuando estábamos en el centro de Paz.

Me aproximo a los guardias.

-No quiero salir de Paz- afirmo al notar su mirada.
-Entonces que es lo que quieres- ambos se muestran cautelosos.
Podrían ser despedidos por no haber impedido el plan de Jack.
-Quiero saber a donde llevaron a mi amigo- se observan entre ellos. El que parece estar al mando habla.
-Por el momento está en el Hospital de Paz. Tenía heridas graves. Cuando se reponga, lo que suceda con él será desición de la señorita Heist-. A pesar de su aspecto inquebrantable, muestra cierto temor al nombrar a Amara.

Si así lo quisiera, ella podría hacer que ambos sean expulsados de la ciudad permanentemente o encarcelados de por vida.
Incluso podría ordenar una pena de muerte contra ambos.
El poder que tiene sobre Paz y sus pocos habitantes es absoluto.

Por suerte, se que no llegaría a esos extremos jamás.
Amara es muy compasiva con su pueblo.
Es todo lo opuesto a sus padre.
El habría acatado cualquiera de las opciones sin pensarlo dos veces. Era muy despiadado respecto a su forma de gobierno.
Varias expulsiones y encarcelamientos se dieron por cuestionar a la dinastía Heist.
Incluso algunas ejecuciones.
Todo por revelarse contra el sistema impuesto por los gobernadores hace más de 100 años.
Amara es la primera gobernadora compasiva de toda la herencia Heist.
La única que parece tener sentimientos.
Y también, la única mujer que ha gobernado Paz.

Confio en que los guardias estarán bien con Amara como gobernadora.

-Gracias-. Sonrio hacia ellos y me alejo de la frontera.

Corro hacia el centro de Paz.
Lugar al que he acudido mucho últimamente.

Al llegar, ingreso en el Hospital de Paz.
Luce en un estado deplorable.
Secciones importantes del hospital como cirugía, sala de partos, emergencia y radiología sucumbieron ante el terremoto.
Por las condiciones del lugar, no sería extraño ver ratas,a pesar de estar extintas, entre los escombros.
La falta de personal es evidente.
No hay nadie que me informe sobre el estado de Jack.

Me dirijo al único lugar iluminado del hospital.
Al entrar, quedo paralizada.

Jack está recostado en una camilla.
Varios pedazos de cristal están incrustados por todo su cuerpo.
Su espesa sangre fluye por todas las zonas abiertas en su piel.
No me explico como logró correr fuera de Paz con tales heridas.

El único médico que queda en la ciudad extrae uno a uno los pedazos.
-¿Cómo esta?- ingreso a la habitación. Hago un gran esfuerzo para no derrumbarme por Jack.
-En su mayoría son heridas superficiales. Estará bien en unas horas.- suspiro aliviada.
- Gracias. Se lo agradezco- me dispongo a salir de la habitación para que el doctor continúe su trabajo.

A pesar de saber que Jack está fuera de peligro, los segundos se hacen enternos.
Momentos después, el doctor se hace presente en la sala de espera.

- El paciente está fuera de peligro. Puedes verlo en su habitación-
-Gracias por curarlo- tras agradecer al doctor, se va del hospital. El silencio me perturba.

Ingreso a la habitación en donde Jack se recupera.
Esta es espaciosa.
Consta con un closet, un pequeño sofa individual y una cama, todo de color blanco.

Hay un espacio en la pared que antes del terremoto era una gran ventana con vista al deslumbrante centro de la ciudad.

Me acerco a Jack con cautela para no asustarlo.
Sus heridas están cubiertas por vendajes.
Parece una momia de el libro de historia que hablaba del muy antiguo Egipto.

Me siento cerca de la camilla, y lo observo.
Es un idiota.
Arriesgó mucho por Amelia.
Su propia vida.
Todo por el amor que siente por ella.

- No me mires con esa cara de reproche- Jack ha despertado.
Su tono de voz me indica que ha estado dormido desde el aturdimiento en la frontera.

- Fuiste muy lejos esta vez- menciono mientras me acerco más a él
-¿Mas que en la rebelión de verano?- pregunta.
-Mucho más- recuerdo aquel día claramente.

Cuando ocurrieron las primeras desapariciones, el gobernador Loug canceló las salidas de Paz.
Todas las tarjetas de salida fueron deshabilitadas y retiradas.
Ordenó mucha más seguridad en la frontera, y la mejora total del muro que nos tiene cautivos en la ciudad. Elevó la construcción al menos diez metros y construyó la salida de cristal.
Según mis abuelos, el muro existe desde los inicios de Paz.
Este fue creciendo con los años hasta volverse la prepotente construcción que es en la actualidad.

Antes se podía salir salir de la ciudad sin necesidad de un permiso. Incluso de forma permanente.
Algo que nosotros no pudimos gozar.
Desde la generación de mis padres, los permisos se volvieron absolutamente obligatorios para salir de la ciudad y hacerlo de forma permanente era impensable.

Loug también estableció una ley que volvía ilegal salir de la ciudad bajo cualquier causa.
Si alguien llegaba a hacerlo, los guardias iban en su búsqueda de inmediato.
Al volver a Paz, era condenado a encarcelamiento de por vida.

Nos encerró como animales en una jaula llamada Paz.
Aunque nuestra ciudad era hermosa y prácticamente perfecta, nadie tenía el derecho de arrebatarnos nuestra libertad.

Ese fin de semana, teníamos previsto ir a un poblado cercano a Paz.
Empatía.
Ubicado en el lugar que se conocía como Miami antes de la guerra.

Loug ordenó cerrar la frontera de un día a otro. Quien estuviera afuera tampoco podía volver a ingresar.
Ese repentino aviso causó pánico e indignación en todos los ciudadanos.
Al día siguiente, varios pobladores salieron a protestar en el centro de Paz.

La manifestación no duró más de una hora, y todos los involucrados fueron recluidos en la prisión de Paz.
Entre los organizadores de la protesta, estaba la familia Cloud incluido Jack.
Su estancia en la prisión fue de una doce dias.

Al ser menor de edad en aquella época, Jack sólo estuvo en prisión por tres dias. Recibió una advertencia y una penitencia de cinco días de ayuda en la limpieza del centro de Paz.

- Lo admito. Pero Cath, sigo aquí. Apenas pude alejarme unos metros de Paz antes de ser atrapado-. Suena dolido
- Es mejor quedarnos así Jack. Con las desapariciones salir es muy riesgoso.- Su mirada está perdida en la ventana.

A lo lejos se ve el prepotente muro que hace algunas horas Jack logró atravesar.
Aquel efímero momento de libertad le fue arrebatado.
Al igual que a mi.
Al igual que todos los que quedamos en Paz.

Pasan dos horas.
Jack se siente mucho mejor.
Incluso se levantó de la cama por una bebida a pesar de mi arduo reproche.

Un guardia entra abruptamente en la habitación.

-Señor Cloud, ha roto una de las principales leyes de la Constitución de Paz.
Como lo dicta la ley, será sometido a un juicio en donde se decidirá su penitencia-.

Me estremezco.

Jack será juzgado por traición al gobierno de Paz.

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Sí, Jack está en problemas :v
¿Cuál creen que sea su penitencia?

¡Gracias por leer!

-GiuliViteri

Till the EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora