☄Capítulo 13☄

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La luna brillaba intensamente.
Las oscuras calles de Paz eran un caos. Cuatro vehículos avanzaban rápidamente por la ciudad.

Cath y Jack se encontraban dentro del vehículo de los Oremore, dirigiéndose a la frontera de Paz a toda velocidad. Al verlos de lejos, sólo se observaba a una ráfaga avanzar por las calles.
Tras ellos, tres vehículos del Escuadrón de Seguridad de Paz.

Para evitar que los persigan al atravesar la frontera, Cath optó por dirigirse al sur de Paz y luego volver.

-¡Se acercan!-. Jack miraba a sus espaldas con terror. Si lo atrapan, su condena seria del doble e incluso triple. Cath lo observó y presionó el acelerador aún más. El vehículo estaba a su velocidad límite.
- Lo tengo controlado-.
Al arribar al sur de la ciudad Cath presionó varios botones del auto.
Jack la miró confundido.
-Cath, ¿Qué es eso?-.
-Ya lo verás-. Cath continuó avanzando sin mirar atrás.

Una fuerte explosión resonó a sus espaldas.
Los vehículos que los perseguían se volcaron tras de ellos, permitiendo que su escape sea más sencillo. Tomaron rumbo de vuelta a la frontera. Ahora no había duda de que saldrían de Paz.

Cath estaba realmente orgullosa. Todo en su plan había salido a la perfección a pesar de los contratiempos. Cada uno de los seis días planeando el escape habían valido la pena.

Recordaba perfectamente todo tras el juicio. Una vez que Jack había sido encarcelado, ella comenzó a planear su escape.

Primero, se adueñó del vehículo de los Oremore para poder escapar de Paz en menor tiempo.
No había sido difícil ya que el vehículo yacía abandonando junto a los escombros de la mansión.
Después colocó bombas y explosivos camuflados en varios puntos de Paz. Había considerado no usar las bombas. De haberlo hecho, ambos habrían sido encarcelados en el mural.
Finalmente, manipuló el auto de forma que se podían activar los explosivos desde su interior.

Todo estaba resuelto a excepción de Jack.
Cath no tenía ninguna idea para poder sacarlo de la penitenciaria sin ser vistos.

Después de la casa de Gobierno, la penitenciaria de Paz era uno de los lugares más vigilados de toda la ciudad. La seguridad de aquel lugar era incluso exagerada. Tanto, que la electricidad usada en el lugar podría abastecer a toda Paz por cinco años.

El edificio contaba con cámaras ocultas dentro y fuera del mismo. Todas la puertas, ventanas e incluso las luces se activan únicamente por un escáner de huellas digitales o comando de voz. Además tiene un sistema de bloqueo automático el cual tarda un minuto o menos en activarse completamente para cerrar el edifico.
Finalmente, lo más temible del lugar que ha impedido que los reos siquiera piensen en escapar: la impotente red eléctrica.
Esta red, al igual que otras en Paz, como la de la frontera, es invisible. A diferencia de ellas esta ocupa cada parte interior de la penitenciaría. Todas habitaciones y salas de la penitenciaría están cubiertas totalmente con ellas. De activarlas, todos dentro del área indicada morirían instantáneamente en cuestión de segundos. Sacar a Jack parecía imposible.

Cath desesperadamente pensaba en formas para escapar. Sus ideas eran desde cavar un túnel subterráneo hasta hacer explotar el edificio, aunque aquello era imposible.
Todas resultaban inútiles.
Antes de llegar al edificio sería vista y encarcelada por los guardias, o por Amara.

Comenzaba a resignarse cuando recibió su llamada.
Una llamada de Drew.

-¿Drew?- No esperaba nada bueno al ser el guardia personal de Jack quien la llamaba.
- Cath, seré rápido. Debes sacar a Jack de este lugar-. Cath no pudo evitar desconfiar.
- ¿Cómo se que esto no es un plan de Amara?-.
- Si fuera así, no te habría enviado el código para desbloquear la frontera de Paz sin activar las alarmas-.
Cath miró su celular sorprendida. En sus mensajes, estaba el código que los llevaría a la libertad.
- Está Bien, te creo-.
- Bien. Debes sacarlo pronto. La prisión está acabando con él. No soporto verlo así-.
- Exactamente en un día. Gracias Drew-.
- No me agradezcas-.
-De verdad, gracias. Cuida a Jack-.
- No es necesario que me lo pidas, lo haré con mi vida si es necesario-.
La llamada se cortó y Cath, decidida, se dirigió a su hogar para preparar los últimos detalles del escape.

Drew había cumplido aquella promesa a sí mismo. Se había sacrificado por él.
Mientras Cath y Jack huían, Drew estaba en manos de Amara.

Amara observaba el vehículo dirigirse nuevamente a la frontera. Esta vez, sin ningún obstáculo por delante. Si no hacía algo, el chico que amaba escaparía sin duda.
Por otro lado, Drew sonreia abiertamente al ver la misma escena. Jack estaría a salvo.

Ambos habían estado en la terraza por veinte minutos.
Amara esposó a Drew a una pared, y lo dejó solo.
Al principio Drew trató de liberarse. Tras unos minutos se dio cuanta de que era inútil.

El cielo comenzaba a aclararse lentamente iluminando todo a su paso. La vista era hermosa.
Drew rompió en lágrimas de felicidad al ver que el auto estaba a diez minutos de salir de Paz.
-Jack, te deseo lo mejor. Cuídate-. dijo Drew para sí mismo mientras observaba sonriente a la pareja alejarse.

Aquella felicidad duró muy poco.
La sonrisa de Drew se esfumó cuando el vehículo comenzó a desestabilizarse.
El techo salió volando dejando a Cath y Jack descubiertos.
Ninguno entendía lo que había pasado.

Amara había activado una opción de emergencia en todos los vehículos legales de Paz. Esta incluía el desarme del techo del auto en caso de accidentes para permitir que sus ocupantes ppuedan salir de él. Había funcionado perfectamente. Ahora ambos estaban expuestos.

Amara volvió a la terraza y se paró junto a Drew.
- Drew, ha llegado la hora-.
Amara lucía una sonrisa siniestra. Drew no pudo evitar sentirse intimidado.

Amara lo desató y lo llevó hacia el borde de la terraza, con la vista justo frente a la frontera.

- ¿Qué vas a hacer?-.
-Mejor dicho, que es lo que tú harás-.

Antes de que pudiera reaccionar, Amara lo tomó entre sus brazos. Colocó una pistola en su cabeza y una arma de largo alcance entre sus brazos.

- Eres el mejor en puntería, Drew-.

En ese instante Drew comprendió las intenciones de la chica.

- ¡¡¡JAMÁS!!! Por nada del mundo dispararé al auto o a Jack-.
- ¿Estás seguro Drew? Dudo que Luna piense lo mismo-.

Amara jaló de una cadena que Drew no había visto. Luna, su hermana menor, estaba atada a ella. Amara apuntó la pistola en su cabeza.

- Tú decides Drew. Jack o tu hermanita. Tienes cinco segundos-.

Drew volvió a llorar.
Esta vez de dolor.
De impotencia.
De sufrimiento.

Con la mirada nublada, se acercó aún más al borde del edificio.
Tomó aquella arma entre sus manos temblorosas y se colocó en posición.
Limpió las lágrimas de sus ojos.

Apuntó a Jack.
Pidió perdón a Jack, a Cath, a sí mismo. Recordó fugazmente todos los momentos vividos con aquel chico.

Cerró sus ojos rogando por que la bala no lo alcanzara,

Y apretó el gatillo.

Fin
Primera Parte.


_________________________

¡Gracias por leer!

¡Estoy muy feliz de haber llegado  hasta esta parte de la historia! 😄

La segunda parte estará publicada muy pronto👀

Hasta el próximo capítulo 💜

-GiuliViteri

Till the EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora