Simon

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Voy introduciendo poco a poco mi pene en el cuerpo de Baz.

Él se pone rígido pero le abrazo y digo palabras tranquilizadoras: te amo, Baz. Todo va bien. Relájate, prometo que mejorará...
Gimo lo último y lo beso. Y sigo intentando ir despacio pero su cuerpo me aprieta y quiero enterrarme profundamente en él.

Una vez totalmente dentro suya me quedo quieto, aunque temblando, al borde de mi aguante. Y lo beso y acaricio hasta que empieza a relajarse debajo de mí.

Noto cómo sus piernas abrazan mis caderas. Y ya no lo soporto más y empiezo a moverme. Digo su nombre mientras aceleró y pierdo el control. Y él se mueve conmigo y siento que somos uno.

Jadeo y respiro su nombre -Baz, Baz...
Y entro y salgo de su cuerpo. Y me aferro a él. Y llego a mi límite y me derrumbo sobre su cuerpo mientras derramó mi semilla dentro suya.

Primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora