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Había pasado una semana completa desde que Park Jimin tuvo su última cita; y no es que Yoongi llevara un conteo de los días, por supuesto que no. Aun así, el chico de cabello negro y tez blanca no dejaba de pensar en ello, confundido al no ver ningún acercamiento de parte del pelinaranja, o algún indicio de que vaya a invitarle a salir en algún momento.

Por el contrario, Jimin sólo deambulaba por la casa con un semblante teñido de tristeza; desganado incluso en las prácticas de baile, errando en las coreografías sin querer, por su falta de concentración. Algo le ocurría y Suga podía notarlo; sin embargo, no tenía idea de cómo averiguar qué pasaba con el menor.

<< "¿Por qué no lo invitas tú, idiota?" >>

Una molesta vocecita se hizo presente en su cabeza, cabreándolo un poco, porque le decía exactamente lo obvio. En realidad, ¿por qué debía esperar a que el chico le invitase a una cita? Tal vez, Jimin se sentía intimidado luego de su última salida y no deseaba arriesgarse a ser rechazado por el mayor. Eso tenía lógica, al menos para Min Yoongi.

Pero, entonces surgía un nuevo inconveniente... El cómo hacer la invitación.

~o~

Los dedos vacilantes del pelinegro tecleaban sobre la pantalla del celular con indecisión, borrando segundos después, lo que digitaba. No se sentía seguro en absoluto. ¿Por qué tenía que ser tan difícil?

No, definitivamente no podía invitarle a salir a Jimin por medio de algo tan soso como un mensaje de texto. Era inmaduro e impersonal.

Entonces, como si una luz se hubiera encendido sobre su cabeza, una idea llegó a su mente.

~o~

Park Jimin estaba cansado y sediento, luego de las largas horas en la sala de ensayo. Buscó su botella de agua, encontrándola vacía, con un papel amarillo en su interior. Aquello lo descolocó un poco, y tentado estuvo de simplemente tirarla a la basura, pero la curiosidad le pudo más y con algo de dificultad, logró sacar la nota del interior del envase.

En efecto, era una pequeña nota, con una caligrafía que reconoció al instante. Su corazón se agitó, latiendo con más fuerza que de costumbre.

<< "Jiminnie... ¿Has ido a la azotea alguna vez? La vista desde allí es hermosa" >>

Aquel confuso mensaje, logró que una enorme sonrisa apareciera en el rostro del menor, como hace días no lo hacía. No estaba del todo seguro de la intención real tras esa corta frase, pero, antes de que pudiera reaccionar, sus pies ya se dirigían hacia las escaleras con ansiedad.

El aire frío de la tarde revolvió su pelo, enfriando sus sonrojadas mejillas. Aun no oscurecía del todo, y el cielo conservaba un color tornasolado de naranjas y rosados. Junto al barandal del lugar, divisó una silueta familiar, envuelta en un gran abrigo. El pelinaranja se abrazó a sí mismo, maldiciendo por subir allí tan repentinamente, sin tomar su chaqueta antes.

Caminó lentamente, sintiendo un cosquilleo en la boca del estómago, además de escalofríos, pero supuso que eso se debía al clima.

- ¿Hyung? – susurró, para no asustar a Yoongi, quien volteó rápidamente al oírle, dejando ver casi al instante, una sonrisa impropia en él.

- Jiminnie... - saludó, rascándose la nuca luego, como si estuviera avergonzado, cosa que no pasó desapercibida para el menor - ¿Recibiste mi nota?

- Casi la tiré, pensando que Tae lo había hecho... - bromeó, riendo tímidamente - ¿Por qué...? – no pudo completar su pregunta.

- Tengo algo que decirte... - interrumpió, sintiéndose ansioso – Y no quería que nadie nos interrumpiera – Jimin asintió, expectante – Yo... - aclaró su garganta y desvió la mirada, inseguro de cómo continuar – Q-quería... q-quiero que m-me acompañes mañana...

7 DATES [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora