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- ¡Aigo! ¿Por qué le das un peluche gigante a Jimin, y no a mí? – se quejó Jungkook, mirando con envidia el pingüino sobre la cama del rubio - ¿Por qué eres así, hyung?

- ¡Yah! ¿Por qué tendría que darte algo? – respondió el castaño, arrojándole un cojín – Tu no me invitaste a un parque de diversiones, ni me compraste algodón de azúcar... Jiminnie lo hizo.

- Eres un interesado – lo molestó el maknae – Cuando quiera invitar a alguien, no serás tú... - miró hacia el pasillo, donde Hoseok iba justamente pasando – ¡Oh! ¡Hobi hyung...! a usted si lo invitaré – el mencionado miró a los dos chicos confundido, sin saber de qué hablaban.

- ¿Gracias? – dudó al responder, regresando su mirada a la pantalla de su celular, continuando su camino a la sala, donde estaban los demás miembros del grupo, discutiendo el menú del día.

Jimin estaba del lado de Seokjin, a sabiendas que comerían algo sabroso, pero Yoongi y Namjoon estaban indecisos, planeando en pedir algo a domicilio.

- Hay pollo picante... – comentó Nam, mirando las alternativas en un volante que estaba pegado en la nevera – ...frito y especiado...

- Nada picante, por favor – se quejó Yoongi - ¿Por qué mejor no pedimos una pizza y ya? – se rascó la frente, aburrido y hambriento.

- Sólo están perdiendo tiempo, en que yo podría estar cocinando – masculló Jin, cruzándose de brazos.

- Hyung, yo sigo apoyándolo a usted – le susurró Jimin, acercándose al mayor, quien le dio una sonrisa.

- ¿Qué pasa? – preguntó Hoseok al ver a los cuatro reunidos en la cocina, tres de ellos mirando al líder buscando en internet, algún lugar de comida a domicilio.

- Nos morimos de hambre – le comentó Yoongi en respuesta – Eso pasa.

- Ya... Si me ayudaran sería más fácil – gruñó Nam.

- Agh... Estaré en mi estudio, por si algún día se deciden – el mayor se retiró arrastrando los pies sobre el suelo, con evidente cansancio. Jimin no pudo dejar de preocuparse por su hyung. Habían estado algo distanciados desde la conversación en la cafetería aquel día, y el pelinegro conservaba una actitud cortante con él desde entonces.

Luego de otros diez minutos de quejas entre Seokjin y Namjoon, el último se dio por vencido, y terminó ayudándole al mayor a preparar un almuerzo rápido. Jimin esperó a que estuviera listo, preparando una bandeja especialmente servida con ración extra, para llevársela a Yoongi.

El rubio supuso que no querría salir del estudio, por lo que tal vez lograría romper la tensión entre ellos con ese gesto. Con cuidado, llamó a la puerta y esperó.

El rostro de Yoongi fue de total sorpresa, cuando vio a un sonriente Jimin de pie ante él, sosteniendo una charola abarrotada de comida.

- Hyung, yo... le traje esto – murmuró, sintiendo sus mejillas arder. Yoongi no pudo evitar la sonrisa que se formó en su boca.

- Oh, Jiminnie... - abrió completamente la puerta para que el menor entrara, y éste lo hizo – Finalmente, ganó Jin hyung – comentó, para hacer conversación, mientras cerraba la puerta tras él.

- Sí, y Nam hyung lo ayudó – Yoongi arrugó la nariz – Oh, pero... está rico... yo lo probé antes y... - el pelinegro asintió.

- Gracias, Jiminnie – los dos se quedaron viendo, envueltos en una nebulosa electrificada. El pelinegro deseaba decirle algo más, lo que fuera, con tal de ver eternamente esa sonrisa que tanto le gustaba. Sin embargo, no había nada que pudiera decir.

7 DATES [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora